Siéntate a la mesa. Bebe un vaso de agua. Saborea cada trago.

La cosa es muy sencilla, en realid… Coges y agarras una borrachera de dos días y al tercero resucitas de debajo de una pila

Gente. Pedazos de carne con patas. Dos cosas que se llaman ojos.

Suena el teléfono. Manolo. Me com… que le han dejado un ojo como un p… En una fiesta —cosas que ocurren,… cuando uno se divierte. Algo que, como ya se sabe, no gusta dem…

Nadie que habiendo estado, pongamos por caso, paseando al perro por una calle céntrica y desierta a las tres o tal vez a las

La ducha no funciona. La sartén convierte en picadillo lo que se supone que tenía que ser nuestra comida. Abro el grifo del fregadero

Es tarde ya en la noche y la playa está desierta. Rompe el mar sobre las rocas. Un aire cálido,

La poesía es un arma cargada de futuro. Y el futuro es del Banco

Me faltan algunos odios todavía. Estoy seguro de que existen. Céline El odio son las cosas que te gustaría hacer

Todo el día queriendo redactar este poema y ahora no recuerdo qué se supone que tenía que decir.

Otra maldita tarde de domingo, una de esas tardes que algún día escogeré para colgarme del último clavo ardiendo

Invertir cerca de un paquete de cigarrillos en la escritura de un poema de apenas ocho versos.

Una mujer que pasa en bicicleta a las dos de la mañana, hermosas piernas morenas bombeando los pedales

Ha sido dicho en numerosas ocasiones que el poeta escribe para un futuro que no va a conocer.

Me llama. Está borracho. Un poco borracho; la lengua le patina, y me imagino su babosa, su estúpida sonrisa.