Pedro Salinas dice en un poema que no quiere dejar de sentir el dolor de la ausencia de la mujer a la que ama

«Soy yo. Estaba por aquí abajo. Invítame a un café.» «Estoy un poco liado.» «Es igual. Tú sigues

Las 00.30 y heme aquí fumando hasta matarme delante de una pantalla negra con manchas de verde embadurnándola.

Ha sido dicho en numerosas ocasiones que el poeta escribe para un futuro que no va a conocer.

Ha puesto a Bach en el cassette. Me ha dicho que se iba a ver a unas amigas —un favor, me ha recordado, que le… a no sé quién–. Yo leo un libro,

Lo llaman algunos. Otros dicen: «Hace falta valor, coraje, resistencia.» Y el caso es que nadie sabe nada.

Hundo la cuchara en la blanda firmeza del yogur y me lo como, lentamente, de pie,… de la nevera abierta. Paladeo su frescor gratificante,

La vida es como despertarse a media noche aturdido y confuso, absolutamente

Los trinos de ese mirlo se derraman sobre el fiambre más reciente de la ciudad. Dicen que encontraron la jeringa

Lo que sobrevive aún de la mañana… lentamente bajo una lluvia inesperada y fina,… sueños en los que no acabas de dor… En Canarias, según dicen, es ya l…

El mirlo de todos los años ha vuel… y todavía sigo aquí. Su música no cambia y eso ya lo he… Pero mi trabajo es constatar lo ob… y eso es lo que el mirlo me viene…

La vieja terminó por fin de volver… Se levantaba la falda y exhibía el… le pedía que se lo chupara al maitre. Se llamaba Linda. Tenía

Me faltan algunos odios todavía. Estoy seguro de que existen. Céline El odio son las cosas que te gustaría hacer

No puedo leer un solo libro. Una sola página. Un solo párrafo. Ni una línea. No puedo escribir,

Me hablaba del cielo de Esmirna, de las doradas cúpulas que alumbra la tarde veneciana, del aire perfumado y cómplice de c…