Los fantasmas dialogan conmigo, de vez en cuando nos acompañan los demonios invitados por los escritores malditos. Hablamos de la tragedia, del hubiera, de los imposibles y el dolor. Aunque la mayoría de las veces únicamente hay silencio.
Los fantasmas dialogan conmigo, de vez en cuando nos acompañan los demonios invitados por los escritores malditos. Hablamos de la tragedia, del hubiera, de los imposibles y el dolor. Aunque la mayoría de las veces únicamente hay silencio.
Por las noches vemos las estrellas bajo un árbol del que caen las hojas, el crujir de ellas nos conforta.