Roberto Fernández Retamar

La gran belleza cubana

La gran belleza cubana de párpado suave,
Alta, sobrevive,
Inmarcesible, en la ciudad hostil donde el otoño
Regala su luz de diamante a cristales y árboles que no
estaban perdidos.
 
Quiere saber la niña cómo sigue su isla,
La lejana, ahora que ella es grande: y el idioma
Guardado entre sus labios,
Entre sus dientes de dulzura irregular,
Resbala, tiembla, es la isla misma
Hablando, hablándose. Una extraña justicia.
 
Preservó sus largas piernas, su cintura, su frente
Coronada de oscuras plumas, sus ojos glaucos
Desde donde desciende la tarde junto a un aire áspero,
Y el nuestro, apenas perceptible, pero inminente,
Como cuando es la madrugada y pronto va a clarear.
 
La isla está bien, le digo, sigues bien,
Cada vez mejor,
más hermosa, más real.
Preferido o celebrado por...
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