Roberto Bolaño Ávalos

Te alejarás

Te alejarás de ese coño sangrante
que primero se ríe y después plagia
tus poemas Tratarás de olvidar
la sombra la espalda que cocina
el bulto que ronca mientras tú
en la otra habitación escribes
Te dirás cómo ha sido posible
Ese maldito olor que sale de entre
sus piernas Su manía de lavarse
los dientes a cada rato Es cierto
ya nunca más te contará la misma
historia de violaciones y psicoanalistas
Ni saldrá su relato del automóvil
paterno para estacionarse en tu
memoria (Ese mirador excepcional
desde el que veías que el coche
siempre estuvo vacío) No más
largas películas heladas Sus gestos
de desolación El miedo que apenas
pudiste tocar con las yemas de los dedos
Habrá un día feliz en que te preguntes
cómo eran sus brazos sus codos
ásperos La luna rielando
sobre el pelo que cubre su cara
Sus labios que articulan en silencio
que todo está bien Y todo
estará bien sin duda cuando aceptes
el orden de las tumbas Y te alejes
de sus largas piernas pecosas y del dolor
Ahora tu cuerpo es sacudido por
pesadillas. Ya no eres
el mismo: el que amó,
que se arriesgó.
Ya no eres el mismo, aunque
tal vez mañana todo se desvanezca
como un mal sueño y empieces
de nuevo. Tal vez
mañana empieces de nuevo.
Y el sudor, frío,
los detectives erráticos,
sean como un sueño.
No te desanimes.
Ahora tiemblas, pero tal vez
mañana todo empiece de nuevo.
Preferido o celebrado por...
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