Rigoberto Montoya

ROSAS BLANCAS DISECADAS

Un poema de desamor con rosas

ROSAS BLANCAS DISECADAS
Pétalos secos marfil sobre mis manos;
rosas blancas disecadas.
En mi cama
quedó sólo tu perfume impregnado.
Tu amor era marmaja,
engañaba.
¡Y yo que te cuidé cual oro en paño!
Qué iluso,
pues de verdad te soñaba
como pareja ideal.
De luto viste mi rosal,
a tí, gracias.
Me dejaste
como cisne sin laguna.
Una rosa en el olvido
fue tu amor pasajero.
Olvidaste
Todo lo que te di.
 
Mis flores desvanecen por tu ausencia.
¡Te amaba!
Yo mi amor sin medir las consecuencias,
entregaba.
Tu partida lacerome,
mi corazón hizo trizas.
Aún sueño
con la miel de tu sonrisa.
Y deseo
por un día
que vuelvas a mis rosales.
Sí, te amo.
¡Cómo nunca te extraño!
 
Derechos Reservados
Rigoberto Montoya

El poema aborda el desamor, entre flores marchitas por la ausencia del ser amado.

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