Tu amistad y la orilla
un barranco en la distancia
la cima de la alegría, una lozana algarabía
el retoñar de los almendros
el rocío que cae en invierno
todo eso eres para mi, querida amiga mía
Andamos por plazas, gritamos al viento
un canto por el Perú
un canto desde el alma
un sentir acongojado y un candor que brilla
en cada plazuela de Lima
a pleno sol de mediodía
Conocí algo más de ti aquella tarde
un ocaso invertido en la templanza de lo eterno
irradiando luz ante cualquier ajeno expectante
Siendo alegría y candor, felicidad en un pequeño envase
Y es por tantas cosas que agradezco a dios por tu vida
una amistad amena, una cálida compañía
gracias por las alertas de reunión, y los recordatorios del día a día
gracias a dios por tu existencia, querida amiga.