La naricita en tu hombro, y la necesidad
de sentir tu aroma tanto hasta
transformarlo, tenga cuerpo propio
y me acompañe a casa.
Sentarme a tu lado para no tener
que tocarte de manera extravagante,
pero seguir el contacto, sentir tus costados
uniendose con losmíos, como un tejido.
Hablar y sentir cada palabra directo
en mi oído, como un sereto
aunque nuestras palabras se pierdan
entre la locomotora y el bullicio.
Mirar de costado y encontrrarte
con tu libro en mano.
Lo lindo de tenerte en cada
mirada de reojo y sentirnos
hombro a hombro.
rebe(quita).