(2014)
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raulpeloni@yahoo.com.ar
¡Ay!, desventuras, Señoras que se ufanan por llegar. Señoras que disfrutan al llorar.
Hoy lo pensé, y tengo que decírtelo, si no hay encuentros en el mas all… en la otra vida... también te voy…
El Cóndor si vuela alto, no es porque busca otro cielo, el intenta en cada vuelo, ver horizonte y distancias alcanzar a la esperanza.
Somos los escribas de los muros. somos callejeros sin ciudad, somos sin decirlo
Veredas.que ya no están, bares que ya se cerraron, pero los sueños están aunque a veces olvidados. En el barrio ellos buscaron
El Escribiente como era su costumbre repasaba las redes sociales, escuchaba las noticias y de vez en cuando se decidía a escribir. Ese día le llamó le llamó la atención, una nota que au...
Ni una gota de odio, podrán sacar de mis heridas, ni siquiera podrán matar a mis ins… Es el alma la que elige al militan… antes y después de cada vida,
De aquel a quien llamaban El Militante sus críticos mas moderados opinarían, que había pasado largos años sin reparar en las cosas elementales de la vida común,como la familia,la casa ...
La ambición sin compasión consigue que la desdicha, escriba con letra chica, las culpas de la traición. Y si el logro es el despojo
Cuando nació el amor, no había ruiseñores, ni flores, ni retoños, ni fiestas glamorosas, ni antojos, ni fulgor.
Desde una ventana, a un arbusto, a una rosa, se paseaba la Alondra. Buscando algos mas de aquella penumbra
No es la voz el único instrumento. Hay gestos que reemplazan las palabras.
De donde vienen los sueños, de donde los ideales, de quien pese a los fatales pesares y contratiempos, mantiene erguido su pecho
No somos esquirlas. ni voluntades vagas, ni pesadumbres vanas ni liviana badana que calza cuando quiere
La bronca que algunos da que otros disfruten la vida con comidas preferidas, con placeres elocuentes, hay gente que odia a la gente,