Que te vas a acordar Isabel de la rayuela bajo el mamoncillo d… de las muñecas de trapo que eran n… de la baranda donde llegaban los b… Habana cargados de…

Dama del alba Con tu niñez de golondrina haciend… inauguraste en mí el sendero del c… Espeso amor Como la embriaguez del Stropharia

Fuiste un testigo indolente Ni comprendiste Ni ayudaste a la víctima. Fuiste un cómplice de la perfidia… Tácitamente aceptaste

Llegó Abril con sus aguas escasas colocando diamantes en cada hoja El mes de los árboles aún sediento… El mes de la enredadera que trepa…

Si las nubes no anticipan en sus f… Si los colores del río no figuran… Si no remiendas con tus manos de a… Si mis amigos no son una legión de… Qué será de mí.

Si quisieras oír lo que me digo en… el rubor de tu rostro sería la rec… Son palabras tan íntimas como mi p… que padece el dolor de tu implacab… Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un…

He recorrido hospitales mitigando… Una locura que durante muchos años ayudó a mi imaginación en mi poesí… pero que después se volvió amenaza… y puso en peligro mi vida

Más allá de la noche que titila en… Más allá incluso de mi primer recu… Está Lola– mi madre– frente a un… empolvándose el rostro y arreglánd… Tiene ya treinta años de ser hermo…

Instantáneo relámpago Tu aparición. Te asomas súbitamente En un vértigo de fuego y música Por donde desapareces.

Sus sentimientos más leves que las… pero fuertes como su vuelo Su viri… de un príncipe masculino soñador y… el del que no quería amar pero ama… la tierra Los míticos cebúes blanc…

Ah desdichados padres Cuánto desengaño trajo a su noble… el hijo menor el más inteligente En vez de abogado respetable

Del hongo stropharia y su herida m… derivó mi alma una locura alucinad… de entregarle a mis palabras de si… todo el sentido decisivo de la ple… Decir mi soledad y sus motivos sin…

Siento escalofríos de ti, Hermana muerte, De verme en esta sala Mirando un cuadro de David Y súbitamente entrar en la vejez

Cuánta congoja agazapada Llevas, Eusebio El paisaje moral de tus contemporá… Te afectó como una lepra blanca. Eres demasiado sensible, muchacho

Si quieres saber de Raúl Que habita estas prisiones Lee estos duros versos Nacidos de la desolación Poemas amargos