Carta a Alicia.
Sus labios sangrientos me han depr… y de noche componen unos versos itifalóforicos y ragálericos ¡Labios abracadabrantescos besadme el alma, que sea drenada!
Susurrar deseo el leve vórtice que corresponde a tus labi… haré de ellos mi armónica y bailaremos tanto que extasiaremos
No deberia ser permitido utilizar el imperativo, utilizarlo en la práctica diaria, me refiero: no se puede obligar a querer. Lo mismo ha pasado con el condicional: vos no eliges ni a qu...
Esta insanidad de saberme Dios, sin principio, ningún principio, sin deceso sobre el cual bailar, y ¡mira que yo bailo entre los mue…
No, no sé hasta dónde tararearé tu nombre. Y no, no sé hasta cuanto durará el… y ese espacio de “ya pronto” dormi… en nuestras gargantas.
¡Vuelve a decir que me amás! ¿Quién se siente triste por un exceso de abejas, aunque los panales encierren, o a un exceso de nenufares
Un rato de felicidad, vos y yo sentados en el techo, aparentemente dos, pero uno en alm… sentimos las vibras de Vida que fl… vos y yo, con la virginidad del ja…
Trago de absenta donde deseo y sue… beber la muerte con pasión sombría… enradera de fuego donde logro prod… fuertes hojas de nostalgia. Labios que beso en la cercanía y l…
Navegamos en la sequía de los ratos perdidos donde reinan los abrazos en una sábana de gabardina que nos… lo inesperado del viento,
Esta tarde se ha dormido, casi aurora y su caprichoso canto, casi luz de luna entre ramas de sauces Tu piel como una sensación de susurros de colibrí al picar su nectar en una rosa. Sin...
Esta noche no vengo a admirar tu c… oh bruja blanca llena de todos los pecados de un paria q… ni a lanzar tormentas inicuas en t… bajo el tedio insosegable que mis…
Te conozco tanto, mi querida ansie… venís conmigo disfrazada en la pie… y te has construido una risa loca para que no pregunten a donde vas. Mi ansiedad, ah, querida,
Tu risa, los senderos abruptos de nuestro amor. Y tu cuerpo claro resplandor: inminente lleva mi afán jamás extinto. Conjunto de rompecabezas
En los primores de tus pasos, sobre un río saltabas de piedra en… y mi alma se sofocaba. ¡Ángel de mi vida! El infierno se hunde en mi boca,