Francisco de Quevedo

Enseña cómo no es rico el que tiene mucho caudal

Quitar codicia, no añadir dinero,
Hace ricos los hombres, Casimiro:
Puedes arder en púrpura de Tiro,
Y no alcanzar descanso verdadero.
 
Señor te llamas; yo te considero
Cuando el hombre interior que vives miro,
Esclavo de las ansias y el suspiro,
Y de tus propias culpas prisionero.
 
Al asiento de l’alma suba el oro,
No al sepulcro del oro l’alma baje,
Ni le compita a Dios su precio el lodo.
 
Descifra las mentiras del tesoro,
Pues falta (y es del Cielo este lenguaje)
Al pobre, mucho, y al avaro todo.

#EscritoresEspañoles #Soneto (1648) ABBA ABBA CDE CDE, El Parnaso español

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Francisco de Quevedo...



Arriba