The Ghost of Clytemnestra Awakening the Furies, by John Downman
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María Elena Walsh María Elena Walsh

María Elena Walsh (Ramos Mejía, Buenos Aires, 1 de febrero de 1930 – Buenos Aires, 10 de enero de 2011) fue una poetisa, escritora, música, cantautora, dramaturga y compositora argentina, especialmente famosa por sus obras infantiles, que ha sido considerada como «mito viviente, prócer cultural y blasón de casi todas las infancias». Por su parte, el escritor Leopoldo Brizuela ha puesto de relieve el valor de su creación diciendo que «lo escrito por María Elena configura la obra más importante de todos los tiempos en su género, comparable a la Alicia de Lewis Carroll o a Pinocho; una obra que revolucionó la manera en que se entendía la relación entre poesía e infancia.» Maria Elena Los juglares son eternos Porque viven en la voz del viento. Elegiste irte en un día señalado, Juglar esquivo de la voz de caña, Un día que conjuga dos dolores, Otro como tú, eligió ese día. En un tiempo, él también Creyó en las palabras y su fuerza y dulzura Para calmar las olas de las duras tempestades Pero sin fe en sí mismo Abandonó en la lucha La consolación de la poesía. Nos diste y nos dejaste Sin reparo, ni medida, ni especulaciones varias, Nos diste así, tranquilamente Como se dan las aguas a los mares, Luego de que atraviesan la montaña. Fuiste tierna y dura A un mismo tiempo; A veces no entendías, Tanta estupidez, Tanta locura, Tanta falta de amor, Tanto destino, Tanta circular versión Tan repetida, Tanta malevolencia. Yo canté contigo Y les canté muy quedo En tiempos que las sombras eran muchas A aquellos que tomados de mi vida Eran la vida toda para mí. Y siempre te canté Cuando en el alma La duda de quien soy y a donde vago Llenaba de tristeza la esperanza Y entonces fui cigarra, Como tú, En noches negras. María Elena, No hace falta mencionar siquiera tu apellido, Siempre serás la María Elena Del tinglado y la luz.

Virgilio Piñera Virgilio Piñera

Luego de décadas de silenciamiento o relegación, el escritor cubano Virgilio Piñera (1912-1979) ocupa un sitio referencial en la literatura cubana contemporánea. Los avatares del canon nacional de las letras se cumplen, como en pocos autores latinoamericanos del siglo XX, en este poeta, dramaturgo y narrador, nacido hace 100 años en Cárdenas, Matanzas. Los atributos de Piñera que molestaban al Estado cubano, hace apenas 20 años, son los mismos que le han ganado una presencia tutelar, cada vez más discernible entre las últimas generaciones de escritores de la isla y la diáspora. Virgilio Piñera (4 de agosto de 1912, Cárdenas, Matanzas, 18 octubre de 1979 – La Habana) fue un poeta cubano. Piñera cursó sus primeros estudios en su localidad natal, pero en 1925 se trasladó con su familia a pepeCamagüey, donde estudió el bachillerato. En 1938 se instaló en La Habana, en cuya universidad se doctoró en Filosofía y Letras en 1940. Ya el año anterior había empezado a publicar, sobre todo poemas, en la revista Espuela de plata, predecesora de Orígenes, en la que coincidió con José Lezama Lima. En 1941 vio la luz su primer poemario, Las furias, y ese mismo año escribió también la que es quizá su obra teatral más importante, Electra Garrigó, que se estrenó en La Habana, ocho años después, y constituyó uno de los grandes hitos del teatro cubano, para muchos críticos, como Rine Leal o Raquel Carrió, el verdadero comienzo del teatro cubano moderno.




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