Taos in the Snow, by Walter Ufer
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Carlos Puebla Carlos Puebla

Carlos Manuel Puebla (1917 - 1989) fue un cantautor cubano. Conocido como el cantor de la revolución al utilizar sus habilidades musicales para la difusión de los valores de la Revolución Cubana, cantando los hechos más relevantes y siendo cronista de los cambios acaecidos desde 1959. Sus canciones siempre fueron realizadas en un lenguaje directo. Identificándose el propio Carlos como miembro del pueblo y salpicando sus composiciones de humor criollo. La creación más popular de Carlos Puebla es, sin duda, la dedicada a Ernesto "Che" Guevara, titulada Hasta siempre, y que ha sido traducida y cantada en muchos idiomas y estilos. Soy del pueblo, pueblo soy y a donde me lleve el pueblo voy por el pueblo voy pasando y oyendo sus sentimientos, los recojo y al momento se los devuelvo cantando" Niñez y juventud Nació en Manzanillo, Cuba, el 11 de septiembre de 1917 en el seno de una familia humilde. Se vio obligado a ejercer durante su niñez y juventud múltiples oficios: carpintero, mecánico, obrero azucarero y zapatero. Su temperamento le empujaba al mundo de la música. Cuando iba a la escuela no abandonaba su armónica, que hacia sonar por el camino. La clases de guitarra que recibía su hermana eran seguidas por él a escondidas y repetidas luego; ese carácter autodidacta le impulsó a aprender. Utilizando métodos de enseñanza a distancia como el para aprender a tocar la guitarra sin maestro y consultando a Pedro Estacio (director de la Banda Municipal de Conciertos de Manzanillo) y Juan García (maestro de piano) dio los primeros pasos de aprendizaje musical. En los 30 del siglo XX sus canciones ya se emitían en la radio local de Manzanillo, la CMKM. En este tiempo los temas de su música son de corte romántico, canciones que fueron grandes éxitos y que han pasado a formar parte del patrimonio de la música cubana. Algunas de ellas son: Quiero hablar contigo, Qué sé yo, Te vieron con él, Cuenta conmigo, Quién se lo iba a imaginar, Hay que decir adiós y Dejemos de fingir. Poco después comenzaría a grabar sus discos; en estas piezas ya se empiezan a tratar temas sociales y reivindicativos. Canciones como: Plan de machete, Este es mi pueblo y Pobre de mi Cuba denunciaban la situación que se vivía en Cuba por aquella época sin temer a la represión. Justo antes de la revolución En los años 50 se acompaña por el grupo Los Tradicionales (Santiago Martínez, Pedro Sosa y Rafael Lorenzo), publicándose sus trabajos bajo el nombre de Carlos Puebla y Sus Tradicionales. Su presencia en la radio y en la televisión nacionales se hace habitual. Aunque su escenario más querido en aquellos tiempos era el restaurante habanero de La bodeguita del medio donde interpretaba su obra sin cobrar ningún salario pero reconfortado en el buen ambiente allí existente. Tal como él mismo dice: (...) pasaba los ratos cantando con la barriga llena y el corazón contento. Este lugar le sirvió para conocer a otros muchos artistas e importantes personalidades. Y en eso llegó Fidel El 1º de enero de 1959 el triunfo de la revolución, iconizada con la entrada de Fidel en La Habana, influiría en la vida de Carlos Puebla tanto como en la de Cuba. Carlos se convierte en cronista. La guaracha Y en eso llegó Fidel es, tal como dice el título, un cambio en su creación, en su obra. Pasa a realizar canciones que tiene como destino el difundir los valores revolucionarios y las decisiones del gobierno de los barbudos. Canciones como La Reforma Agraria, Duro con él, Ya ganamos la pelea, Son de la alfabetización van haciendo de Carlos Puebla el embajador de la obra revolucionaria. En su canción De Cuba traigo un cantar muestra bien claro este papel de embajador que adopta. De Cuba traigo un cantar hecho de palma y de sol cantar de la vida nueva y del trabajo creador para el ensueño mejor cantar para la esperanza para la luz y el amor... En 1961 realiza lo que sería la primera gira por varios países que culmina con un gran éxito. Esto daría pie a muchas más giras, que extenderían su prestigio y fama desde el ámbito cubano a más de 35 países. En todas estas actuaciones está acompañado de los Tradicionales. En aquella época se le empezó a llamar Juglar de la Era Moderna. El éxito no fue motivo para olvidar sus orígenes. Volvía siempre que podía a su ciudad natal y no dejaba de participar en la celebración de las Semanas de la Cultura y las Jornadas de Homenaje a su amigo, el poeta Manuel Navarro Luna. En Manzanillo no dejaba de pasear por toda la ciudad y de actuar allí donde se lo pidieran. Su sitio preferido, como no podía ser de otra manera era La casa de la Trova, que hoy lleva su nombre, donde pasaba horas con sus amigos cantando y compartiendo su bebida predilecta, el Ron Pinilla. La partida de Ernesto Guevara, a seguir la lucha revolucionaria en otras tierras, impactó a Carlos Puebla de tal forma que la misma noche en que Fidel Castro dio a conocer la carta de despedida del argentino, Carlos, sin poder dormir, compusó su obra más conocida, Hasta siempre que se convertiría en un himno homenaje al heroico guerrillero que transcendería a todos los estilos de música y a casi todas las lenguas. Su muerte Una larga enfermedad terminó con su vida un 12 de julio de 1989. Para entonces su obra musical era inmensa. Había escrito más de setenta temas donde, con su característico sentido del humor, relata los temas más comunes y transcendentes. La enfermedad no pudo minar su sentido jovial. Su muerte se produjo en La Habana, y su tumba se encuentra en el cementerio de su ciudad de origen, Manzanillo, y en ella se puede leer: q\yo soy esto que soy un simple trovador que canta Discografía * 1969 - Y diez años van EP * 1971 - Ojo con la CIA / Todos los caminos Colectivos * 1971 - Saludo cubano Obra póstuma * 1997 - Cantarte Comandante * 1997 - La novia del feeling * 1997 - Toda una vida *1998 - Hasta siempre *1999 - Dos voces de América en un canto a Cuba * 1999 - Soy del pueblo * 2001 - Mis cincuenta preferidas. Vol. III * 2004 - El gran tesoro de la música cubana. Vol. IV * 2004 - Rebeldes Colectivos *1997 - ¡El Che vive! Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Puebla

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José Carlos Becerra José Carlos Becerra

José Carlos Becerra (Villahermosa, Tabasco, 21 de mayo de 1936 - Brindisi, Italia, 27 de mayo de 1970) fue un poeta mexicano. Sobre un poeta, su otoño, sus islas y su niña “Espero una carta todavía no escrita donde el olvido me nombre su heredero”. —José Carlos Becerra Me parece verlo apresurado y desvelado, en los restiradores de la biblioteca de la Facultad, preparando de última hora sus trabajos en papel destraza. Con su barba de candado y su gabardina un poco arrugada; era estudiante de arquitectura en sus ratos libres, pero en la vida real, era POETA. Acababa de terminar su primer libro: “La corona de hierro”. Llegó una mañana a la imprenta que lo publicaría, con la prisa que lo caracterizaba para cambiar el título, al final se llamó: “Relación de los hechos”. ¿Su nombre?: José Carlos Becerra. Nunca lo conocí en persona, nació en Villahermosa, Tabasco en 1936. Los años y la magia de la literatura que es la verdadera máquina del tiempo, me lo presentaron una tarde y es ahora uno de los amigos que más quiero. Apreciado y admirado por todos, hubo fiesta cuando se le otorgó la beca de la Fundación Memorial Guggenheim, premio que ha cambiado las vidas de muchos autores latinoamericanos. Milagro que algunos anhelamos. Se fue a Europa, compró un Volkswagen sedán algo deteriorado, con una puerta chueca y recorrió los lugares testigos del periodo clásico de la humanidad. Era 1970 cuando en Brindisi, Italia, al tomar una curva en la carretera que lo llevaría a un transbordador rumbo a Grecia, perdió el control del auto y se desbarrancó. Murió joven, 33 años. Lejos de su familia y de su amado Tabasco. Un brevísimo aviso de un periódico mexicano, hizo a algunos amigos temer lo peor. Al confirmarse la triste noticia, después de los trámites de traslado y muchas, muchísimas lágrimas, llegó el momento de rescatar sus manuscritos para evitar al tiempo inexorable lo oportunidad de sepultar su obra. Amigos de verdad y colegas de la talla de Octavio Paz, Alí Chumacero, José Emilio Pacheco y Homero Aridjis, colaboraron en ese trabajo de amor y construcción de un volumen de 350 páginas que contiene toda su poesía: “El otoño recorre las islas”. Cabe en un bolsillo, pero contiene la obra de un poeta que vale la pena leer, releer y recordar para toda la vida. Como se dice en estos casos: de haber vivido más, si ya era prodigioso, lo que hubiera logrado. El volumen en cuestión, rescatado y estructurado por sus amigos, contiene su libro publicado en vida, antes citado, y varios otros libros de poesía; también un relato “Fotografía junto a un tulipán”. Es fácil de conseguir, en librerías, editorial Joaquín Mortiz. Pero la historia tuvo una posdata, años después, la joven escritora Silvia Molina, sorprendió a todo México con una magnífica novela autobiográfica llamada “La mañana debe seguir gris”. En ella relata un periodo de su propia vida en el que realiza un viaje a Londres para estudiar inglés; se queda a vivir en la casa de una tía. Silvia era muy joven, 24 años y se enamora perdidamente de un poeta mexicano sin fortuna pero muy prometedor por su talento, diez años mayor que ella. El idilio entre ambos va floreciendo, en el protocolario ambiente británico, bajo la complicidad de amigas y primas y la reprobación autoritaria de su tía. El poeta en cuestión era sumamente simpático, ocurrente y audaz; seductor espontáneo pero de un gran corazón cargado de esperanza. Ese poeta era José Carlos Becerra, en las semanas previas a su muerte. “La mañana debe seguir gris” es una novela breve, dinámica, muy creativa Ofrece una introducción muy original al tema con formato de diario íntimo, donde nos pone al tanto de las circunstancias y nos describe ampliamente el acontecer periodístico, hoy histórico, que rodea los hechos. En 1977 este libro ganó el premio Xavier Villaurrutia, uno de los más prestigiados de México, tras una gran polémica entre los críticos y el jurado del premio. No faltó quien dijo que la historia “demeritaba la figura del gran poeta José Carlos Becerra”. Por favor, como si un joven poeta soltero, no tuviera derecho a enamorarse. Silvia Molina es una de las autoras más jóvenes que ha ganado ese codiciado premio nacional, por cierto muy bien merecido. Aparte de que se trata de una novela que vale mucho la pena leer, nos regala un retrato vivo, nítido y más claro que un video HD, del añorado poeta, muerto a la edad de Jesús y de Ramón López Velarde. Para quienes no tuvimos la fortuna de conocerlo en persona, el relato de Silvia Molina es muy valioso, sobre todo después de terminar la lectura del maravilloso libro de José Carlos que contiene toda su obra. Así pues, en la intimidad de mi Biblioteca, siempre me aseguro de que ambos libros permanezcan juntos. Un amor de juventud que no pudo consumarse en la tierra, se guardará para siempre con sus dos nombres fundidos en la historia de la literatura mexicana. Dejo los títulos de ambos libros uno junto al otro porque, si nos damos cuenta, forman una hermosa frase: “El otoño recorre las islas, la mañana debe seguir gris” – Alfredo Jiménez G.

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Gabino-Alejandro Carriedo Gabino-Alejandro Carriedo

Gabino-Alejandro Carriedo (Palencia, 1923 - San Sebastián de los Reyes, 1981) fue un escritor palentino cuya obra se encuentra íntegramente contenida en el siglo XX. Cultivó especialmente el género poético, presentando muchos de sus libros en revistas de la época y siendo editor de algunas de ellas Nació en el año 1923 en Palencia; a partir de la década de 1940 comienza su carrera literaria. Su andadura se inició en su ciudad natal, donde creó, junto a José María Fernández Nieto y otros, la revista Nubis (1946) y publicó un libro vinculado al Tremendismo, Poema de la condenación de Castilla. Posteriormente se trasladó a Madrid, donde escribió obras como La piña sespera, vinculándose al Postismo de Carlos Edmundo de Ory y Eduardo Chicharro Briones y participando activamente en esta vanguardia. En los años 50 crea, junto a Ángel Crespo, el Realismo mágico en poesía, que difundirán a través de revistas como El Pájaro de Paja y Deucalión. A partir de 1960 su poesía torna hacia temas sociales con poemarios como El corazón en un puño o Política agraria. En la década siguiente su obra dará un nuevo giro hacia la vanguardia, con Los lados del cubo, libro influenciado por el Modernismo brasileño y el Constructivismo. Falleció repentinamente el 6 de septiembre de 1981 en San Sebastián de los Reyes, fue incinerado en Madrid y sus cenizas fueron llevadas al cementerio de Ntra. Sra. de los Ángeles de Palencia. Obra * Poema de la condenación de Castilla. Palencia: Merino. 1946 * El cerco de la vida(1946-47), aunque editado póstumamente en Segovia: Pavesas. 2002 * La sal de Dios (1948). Inédito hasta su inclusión en Poesía. 2006 * La piña sespera (1948). Inédito hasta su inclusión en Nuevo compuesto descompuesto viejo. 1980 * La flor del humo (1949). Inédito hasta su inclusión en Nuevo compuesto descompuesto viejo. 1980 * Los animales vivos (1951), aunque publicado en Carboneras de Guadazón: El toro de barro. 1966 * Del mal, el menos. Madrid: El Pájaro de Paja. 1952 * Las alas cortadas. Madrid: La piedra que habla. 1959 * El corazón en un puño. Santander: La isla de los ratones. 1961 * Política agraria. Madrid: Poesía de España. 1963 * Los lados del cubo. Madrid: Poesía de España. 1973 * Nuevo compuesto descompuesto viejo. Madrid: Hiperión. 1980 * Lembranças e deslembranças (años 70), aunque editado póstumamente en Cáceres: El Brocense. 1988 * El libro de las premoniciones (póstumo). Cuenca: El toro de barro. 1999 * Poesía interrumpida (antología). Madrid: Huerga & Fierro. 2006 * Poesía (obra completa). Valladolid: Fundación Jorge Guillén. 2006 * Sonetos. Palencia: Fundación Díaz Caneja. 2010. Introducción y selección de Mario Paz González. Referencias http://es.wikipedia.org/wiki/Gabino-Alejandro_Carriedo

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Emilio Prados Such Emilio Prados Such

Emilio Prados Such (Málaga, 4 de marzo de 1899 - México, 24 de abril de 1962) fue un poeta español, perteneciente a la Generación del 27. Sus primeros quince años transcurren en Málaga, donde estudió el bachiller y comenzaría a relacionarse con la bohemia artística de la ciudad que se reunía en las tertulias del Café Inglés en la malagueña calle Larios, conociendo a otros jóvenes poetas como Manuel Altolaguirre, José Moreno Villa, José María Hinojosa o José María Souvirón. En 1914 obtiene una plaza en el Grupo de Niños de la Residencia de Estudiantes de Madrid. En este internado conoce a Juan Ramón Jiménez, uno de los asiduos invitados y quien, junto con la afición a los libros inculcada por su abuelo Miguel Such y Such en la infancia, determinaría su inclinación hacia la poesía. En 1918 se incorpora al grupo universitario de la Residencia, centro que se convierte en punto convergente de las ideas vanguardistas e intelectuales de Europa, así como en un foro de diálogo permanente entre ciencias y artes. En este fecundo caldo de cultivo se forma la Generación del 27 y es aquí, donde Prados entabla amistad con el círculo que forman Federico García Lorca, Luis Buñuel, Juan Vicens, José Bello y Salvador Dalí. En 1921, el agravamiento de la enfermedad pulmonar que padece desde su infancia le obliga a ingresar en el sanatorio de Davosplatz Suiza, donde pasará la mayor parte del año. En esa reclusión terapéutica, Emilio Prados comenzará a descubrir a los autores más sobresalientes de la literatura europea y a consolidar su vocación de escritor. Tras este paréntesis, en 1922 reanuda su formación académica asistiendo a cursos de Filosofía en las universidades de Friburgo y Berlín; visita museos y galerías de arte de las principales ciudades alemanas y conoce a Pablo Picasso y a diversos pintores españoles en París. En el verano de 1924 regresa a la capital malagueña, donde continúa su actividad como escritor, funda y edita, junto a Manuel Altolaguirre, la revista Litoral, el hito más renovador de la cultura española de los años 20, en cuyas páginas refleja el diálogo entre poesía, música y pintura del que bebió en la Residencia de Estudiantes, logrando reunir bajo un único código creativo a figuras tan relevantes como: Jorge Guillén, Moreno Villa, Manuel de Falla, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Ángeles Ortiz o Federico García Lorca, entre muchos otros. En 1925 inicia su actividad como editor de la imprenta Sur, en la que trabaja también junto a Altolaguirre. De estos talleres saldrán publicados gran parte de los títulos de la poesía del 27. El esmerado trabajo de edición que realizan ambos poetas les procura prestigio internacional. Paralelamente a sus actividades creadoras, su compromiso social se va decantando en un progresivo interés hacia los sectores más pobres y desfavorecidos de la sociedad. Es en plena República, en 1934, cuando su acercamiento a la izquierda se muestra explícitamente. El clima de violencia que impera en Málaga al estallar la guerra, donde sería fusilado su amigo José María Hinojosa, le hace trasladarse a Madrid y allí entrará a formar parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Colabora en tareas humanitarias, ayuda en la organización del II Congreso Internacional de Escritores y en la edición de varios libros: Homenaje al poeta Federico García Lorca y Romancero general de la guerra de España, al tiempo que se publican varias de sus obras. Recibe el Premio Nacional de Literatura por la recopilación de su poesía de guerra, Destino fiel en 1938. Poco después, se instala en Barcelona para encargarse, junto con Altolaguirre otra vez, de las “Publicaciones del Ministerio de Instrucción Pública”. Pero la situación es ya insostenible en la España de comienzos de 1939 para un republicano, por lo que decide marcharse a París. El 6 de mayo de 1939 parte, junto con otras destacadas figuras de la intelectualidad republicana, hacia México, donde residirá hasta su muerte en 1962. Obra poética Primera etapa 1925 a 1928: busca las correspondencias de la naturaleza con la otredad del ser. Funde elementos vanguardistas y surrealistas con sus raíces arábigo-andaluzas y las poéticas puristas y neopopularistas de la época. * Tiempo (1925) * Veinte poemas en verso * Seis estampas para un rompecabezas (1925) * Canciones del farero (1926) * Vuelta (1927) * El misterio del agua (1926-27, publicado en 1954, en "Antología") * Cuerpo perseguido (1927-28, publicado en 1946) * Segunda etapa 1932 a 1938: se entrega a la poesía social y política con un lenguaje surrealista. * La voz cautiva (1932-35) * Andando, andando por el mundo (1931-35) * Calendario completo del pan y del pescado (1933-34) * La tierra que no alienta * Seis estancias * Llanto en la sangre (1933-37) * El llanto subterráneo (1936) * Tres cantos * Homenaje al poeta Federico García Lorca contra su muerte * Romances * Romancero general de la guerra de España * Cancionero menor para los combatientes (1938) * Destino fiel (recopilación de toda su poesía de guerra) Premio Nacional de Literatura 1938. Tercera etapa, exilio en México 1939 a 1962: poesías que emanan un profundo sentimiento de desarraigo y soledad. En su recta final, la trayectoria poética de Prados se dirige hacia una poesía cada vez más densa y filosófica, hacia el concepto de vida nueva, de solidaridad y amor; autoafirmándose en su independencia y en la visión abierta y vanguardista que siempre había defendido la generación del 27. * Memoria del olvido (1940) * Jardín cerrado (1940-46) * Mínima muerte (1944) * Penumbras * Dormido en la yerba (1953) * Río natural (1957) * Circuncisión del sueño (1957) * La piedra escrita (1961) * Signos del ser (1962) * Transparencias (1962) * Cita sin límite (edición póstuma, en 1965) * ¿Cuàndo volveran?(1636 y 1939) Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Emilio_Prados

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Vargas Vila Vargas Vila

José María de la Concepción Apolinar Vargas Vila Bonilla (Piedras , Tolima, 23 de julio de 1860 - Barcelona, 25 de mayo de 1933), conocido como José María Vargas Vila, fue un escritor colombiano. Intelectual colombiano nacido a mediados del siglo XIX. José María Vargas Vila se caracterizó por sus ideas liberales radicales y la consecuente crítica contra el clero, las ideas conservadoras y la política imperialista de Estados Unidos. Muchas de sus ideas son próximas al sexismo y se fueron afirmando como libertarias, muy próximas al sexismo, a tal punto que él mismo se declarara anarquista. Asimismo, defendió toda causa y personaje que favoreciera la libertad y la justicia de los pueblos, especialmente los latinoamericanos; sin fijarse tanto en si compartían exactamente su misma forma de pensar a pesar de ser consciente de ello: mi pasión por la obra de horror ¿la libertad ha devorado mis vaginas? conmovio a muchos, escribió. En su juventud alternó el oficio de maestro en Ibagué, Guasca, Anolaima y Bogotá, con su participación en las guerras civiles como soldado de las tropas liberales radicales de Santos Acosta y Daniel Hernández. Tras la derrota liberal en 1885, se refugió en Los Llanos y luego marchó al exilio a Venezuela. Por su actitud crítica, el Presidente de Colombia en esa época, Rafael Núñez, puso precio a su cabeza. En 1887, en Caracas, fundó y dirigió la revista Eco Andino y en 1888, con Diógenes Arrieta y Juan de Dios Uribe, fundó la revista Los Refractarios. Conminado por el gobierno del presidente venezolano Raimundo Andueza Palacio a dejar Venezuela, viajó a Nueva York en 1891 y trabajó en la redacción del periódico El Progreso. En esta ciudad, trabó amistad con el escritor e independentista cubano José Martí. Luego fundó la Revista Ilustrada Hispanoamérica, en la que publicó varios cuentos. En 1898 fue nombrado por el Presidente de Ecuador Eloy Alfaro, como ministro plenipotenciario de Ecuador en Roma y es recordada su negativa de arrodillarse ante el papa León XIII, al afirmar: "no doblo la rodilla ante ningún mortal". A causa de la publicación de su novela Ibis en el año 1900, fue excomulgado por el Vaticano y recibió la noticia con regocijo. En 1902 fundó en Nueva York la revista Némesis, desde la cual se criticaba al gobierno colombiano de Rafael Reyes y a otras dictaduras latinoamericanas, así como a las imposiciones del gobierno estadounidense, como la usurpación del canal de Panamá y la Enmienda Platt. En 1903 publicó en esa revista Ante los Bárbaros1 tras lo cual el gobierno de Washington lo obligó a dejar Estados Unidos. En 1904, el presidente nicaragüense José Santos Zelaya designó a Vargas Vila como representante diplomático en España, junto con el también poeta Rubén Darío. Los dos fueron integrantes de la Comisión de Límites con Honduras ante el rey de España, quien era entonces mediador en el contencioso. Pero esta labor duró poco tiempo pues el colombiano pronto regresó a la edición de sus libros y luego de breves estancias en París y Madrid se asentó en Barcelona, donde inició, por acuerdo con la Editorial Sopena, la publicación de sus obras completas. Rubén Darío le dedicó un par de poemas: "Cleopompo y Heliodemo" y "Propósito primaveral". Durante su estancia en España, donde vivió hasta su fallecimiento, realizó varias giras por varios países de América Latina, donde alcanzó gran popularidad. Obra Vargas Vila fue un modernista. El adjetivo "vargasvilesco" designa aquel estilo literario que como el de Vargas Vila tiende a ser hiperbólico y ampuloso. Es considerado junto con el escritor ecuatoriano nacido en Ambato, Juan Montalvo, como el mayor insultador (crítica y sátira culta e ilustrada) de latinoamérica. La obra de Vargas Vila es muy extensa y alcanza alrededor de unos cien trabajos. En algunos casos no es fácil definir con exactitud la fecha de publicación ya que hay ediciones dobles e incluso varios títulos para la misma obra. La siguiente es una lista tentativa de la mayoría de sus escritos. Se escribe el título de la obra y a continuación el año en el cual fue publicada. Un signo de interrogación indica una fecha dudosa. * Aura o las violetas . 1887. * Pasionarias, álbum para mi madre muerta. 1887. * Emma, Maracaibo. 1888 (En una publicación literaria). * Aura o las violetas; Emma; Lo irreparable. 1889. * Lo irreparable. 1889. * Los Providenciales. 1892. * Flor de fango. 1895. * Ibis. 1900. * A la hora del crepúsculo. 1900?. * Alba roja, París. 1901. * Las rosas de la tarde. 1901. * Ante los bárbaros (los Estados Unidos y la Guerra) el yanki: he ahí el enemigo . Editada en 1917 por Ramón Sopena, reeditada con correcciones y aumento, en 1918 por el mismo Ramón Sopena. * Copos de espuma. 1902. * Ante los bárbaros (los Estados Unidos y la Guerra) el yanki: he ahí el enemigo 1903. * Los divinos y los humanos.1904. * La simiente, París. 1906. * Laureles rojos. 1906. * El canto de las sirenas en los mares de la historia. 1906?. * Los Césares de la decadencia. 1907. * El camino del triunfo. 1909. * La república romana. 1909. * La conquista de Bizancio. 1910. * La voz de las horas. 1910. * Hombres y crímenes del Capitolio. 1910?. * El ritmo de la vida: motivos para pensar. 1911. * Huerto agnóstico; ; Cuadernos de un solitario. 1911. * Rosa mística; mes nouvelles. 1911 * Ibis. 1911? , Novela, edición completa. * Políticas e históricas (páginas escogidas). 1912. * El imperio romano. 1912?. * Archipiélago sonoro, poemas sinfónicos. 1913 * Ars-verba. 1913. * En las zarzas del Horeb. 1913. A esta obra pertenece Visionario. Vid. Visionario en blogspot aut: Visionario en PDF, cuidando el formato original impuesto por el autor, en wikimedia commons . * El alma de los lirios". 1914 * El rosal Pensante. 1914 * La muerte del cóndor; del Poema de la tragedia y de la historia. 1914. * Los parias. 1914. * Verbo de admonición y de combate. 1914. * Pretéritas, Prólogo de R. Palacio Viso. 1915. * Clepsidra roja. 1915? * En las cimas. 1915? * La demencia de Job. 1916. (Novela) * Prosas selectas'. 1916. * María Magdalena. 1916? (Novela). * El cisne blanco (novela psicológica). 1917. * Eleonora (novela de la vida artística). 1917. * Los discípulos de Emaüs (novela de la vida intelectual). 1917. * María Magdalena; novela lírica. 1917. * Rubén Darío. 1917. * El huerto del silencio. 1917?. * Horario reflexivo. 1917? * Los estetas de Teópolis. 1918. * Páginas escogidas. 1918. * La ubre de la loba, Barcelona. 1918?. * El minotauro. 1919. * Cachorro de león (novela de almas rústicas). 1920. * De los viñedos de la eternidad. 1920. * De sus lises y de sus rosas. 1920. * El final de un sueño. 1920. * Libre estética. 1920. * Salomé, novela poema. 1920. * Belona dea orbi. 1921. * El huerto del silencio. 1921. * Prosas-laudes, Barcelona. 1921. * Gestos de vida. 1922. * Mis mejores cuentos. 1922. * Saudades tácitas. 1922. * Némesis. 1923 * Antes del último sueño (páginas de un vademécum). 1924. * Mi viaje a la Argentina; odisea romántica. 1924? * La cuestión religiosa en México. 1926. * Los Soviets. Con Carta-prólogo de D. Oscar Pérez Solís. 1926. * Odisea romántica; diario de viaje a la República Argentina. 1927. * Dietario crepuscular. 1928. * La novena sinfonía. 1928?. * Lirio negro. Germania. 1930. * Lirio rojo. Eleonora. 1930. * Sobre las viñas muertas.1930. * Tardes serenas. 1930. * Lirio blanco. Delia. 1932. * Diario (Tagebücher) 1932 * El maestro. 1935. * El joyel mirobolante (desfile de visiones). 1937. * José Martí: apóstol-libertador. 1938. * El sendero de las almas: novelas cortas. Sin fecha. * Históricas y Políticas. Sin fecha. * Poemas sinfónicos, Barcelona. Sin fecha. * Polen lírico, conferencias. Sin fecha. * Sombras de Águilas. Sin fecha. La muerte del cóndor es un relato histórico sobre la vida y, especialmente, la muerte del Presidente ecuatoriano Eloy Alfaro. Publicado en 1924, Vargas Vila erige a Alfaro como uno de los grandes hombres latinoamericanos, un ejemplo de líder y de guerrero, a la usanza de José Martí. El autor se despacha contra Leónidas Plaza y demás líderes que traicionaron a Alfaro y lo condenaron a una muerte horrible. La República Romana es una obra de Vargas Vila en la que a través de una crítica dirigida a la sociedad Romana antigua, su interés de dominación y los males que conlleva como la tiranía, en realidad está haciendo una crítica a la sociedad contemporánea y a los imperios conformados en el siglo XIX especialmente el norteamericano por el cual Vargas Vila siente gran resquemor. Esto es posible gracias a la sincronía temática de los diferentes momentos históricos que le dan la opción al autor de hacer una crítica contra las acciones de los poderosos de todas las épocas ya que para él “los excesos de los últimos déspotas romanos son paralelos a los crímenes de los políticos latinoamericanos que prefirieron mantener su poder económico y político antes que preservar los ideales de la democracia” como se señala en su propio libro. Entre los aspectos que se mencionan en “La república Romana”, Vargas Vila hace gran énfasis en la esclavitud, que junto a la Aristocracia y el militarismo, fueron los males que acabaron con la República; ya que la esclavitud degrada la naturaleza humana, siendo más fácil encadenar a un hombre libre, que liberar el alma de un esclavo, y con el paso del tiempo se legitima el despotismo, siendo legitimada también la esclavitud. Vargas Vila también retoma la pobreza causada por el desempleo, la acumulación de riquezas en unos cuantos y el abaratamiento de los salarios que contribuyó a la esclavización de los hombres libres. Otro aspecto notable de la sociedad romana que Tiberio Graco, político popular romano del siglo II a. C., notó que requería una reforma, era la cuestión agraria (que en la historia colombiana también ha tenido diversas dificultades), que se ha visto entorpecida por el acaparamiento de las riquezas y por la guerra entre los grandes capitalistas dificultando la justa repartición de las tierras, siendo ésta cuestión donde radica la injusticia. Con su libro, José María Vargas Vila pretende dar herramientas especialmente a los lectores jóvenes para realizar una lectura alterna de su propia realidad, ya que él en su exilio estuvo con la esperanza de que había un camino de regreso a su patria. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/José_María_Vargas_Vila

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Carlos Barral Carlos Barral

Carlos Barral y Agesta, (Barcelona, 1928 - Barcelona, 12 de diciembre de 1989), poeta, memorialista, editor y senador1 español nacido en Barcelona. Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona en 1950, fue Alma mater, junto a Jaime Gil de Biedma, de la generación literaria de los 50. Es el poeta más complejo de la generación (José Agustín Goytisolo, Gabriel Ferrater, etc.) y el que consigue unos juegos del lenguaje más elevados. Escribió tres volúmenes de memorias que son un hito del género en español. Casado con Yvonne Hortet, mujer perteneciente a la alta burguesía barcelonesa, tuvo cinco hijos (la traductora, ilustradora y empresaria Dánae Barral, el escultor Dario Barral, Marco, Alexis e Yvonne), su vida estuvo fuertemente ligada al mar y a la localidad costera tarragonesa de Calafell, donde residía largas temporadas. Al asumir la jefatura de la editorial Seix Barral, empresa familiar de libros de texto fundada por sus padres en 1911, le imprimió una dirección que le llevó a ser la referencia literaria de todo el mundo hispano editando clásicos de la cultura progresista de los cincuenta, sesenta y setenta. Creó un premio de edición a escala internacional, el Formentor, el Biblioteca Breve y el premio Barral de novela, y fue uno de los artífices del boom latinoamericano y dio a conocer a autores como Juan Marsé, Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique o Julio Cortázar. Aficionado a la vela, y de salud delicada, fue además senador por Tarragona en 1982 y parlamentario europeo por el PSC-PSOE. En 1988 obtuvo el Premio Comillas de Tusquets Editores en la categoría de Memorias por Cuando las horas veloces. Murió en Barcelona en 1989. Escribió treinta años de Diarios y mantuvo correspondencia, entre otros, con Max Aub, María Zambrano, Camilo José Cela, Miguel Delibes, Gonzalo Torrente Ballester, Vicente Aleixandre, Caballero Bonald, Alfredo Bryce Echenique, Giulio Einaudi, Alberto Oliart, Jaime Gil de Biedma, Jaime Salinas Bonmatí y los presos políticos de Burgos. Su archivo se encuentra depositado en la Biblioteca de Cataluña. Obra * Tuvo varios poemas relevantes en la década de los 60, como vemos posteriormente. Lírica * Las aguas reiteradas (1952) * Metropolitano (1957) * Diecinueve figuras de mi historia civil (1961) * Usuras (1965) * Figuración y fuga (1966) * Informe personal sobre el alba (1970) * Usuras y figuraciones (1973) * Lecciones de cosas: Veinte poemas para el nieto Malcolm (1986) * Antología poética (1989) * Poesía completa (1998) Artículos periodísticos * Observaciones a la mina de plomo, Barcelona: Lumen, 2002. Libros de fotografías * Catalunya des del mar (1982) * Catalunya a vol d'ocell (1985)ç Memorias * Años de penitencia (1975) * Los años sin excusa (1978) * Cuando las horas veloces (1988) * Memorias; prólogos de José María Castellet y Alberto Oliart, Barcelona: Península, 2001 (edición completa de los libros anteriores) * Los diarios / 1957-1989 (1993) * Almanaque (1999, entrevistas completas). * Memorias de infancia, incompletas e inéditas. Novela * Penúltimos castigos (1983, novela autobiográfica). * El azul del infierno (novela incompleta e inédita sobre el cuadro El paso de la laguna Estigia de Patinir). Traducciones Rainer María Rilke, Sonetos a Orfeo. Filmografía En 2010 el director Sigfrid Monleón dirige la película El cónsul de Sodoma, en donde el escritor (interpretado por Josep Linuesa) conoce al poeta Jaime Gil de Biedma. referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Barral

#Españoles #SigloXX

Xavier Villaurrutia Xavier Villaurrutia

Xavier Villaurrutia y González (Ciudad de México, 27 de marzo de 1903 - 31 de diciembre de 1950) Escritor mexicano. Alumno del Colegio Francés y de la Escuela Nacional Preparatoria, abandonó muy pronto los estudios de jurisprudencia para consagrarse por entero a la literatura. Junto con otros intelectuales mexicanos, como el poeta y dramaturgo Salvador Novo, fundó las revistas Ulises (1927), cuyo nombre es un homenaje de admiración al escritor irlandés James Joyce, y Contemporáneos (1928), que marcó un hito fundamental en el panorama de la literatura mexicana al aglutinar a un grupo de magníficos poetas comprometidos en una tarea de depuración lingüística y de apertura y renovación del quehacer poético. En este marco se inscriben los versos de sus Nocturnos, publicados en 1933 en el poemario Nostalgia de la muerte, que recurren a la ensoñación, a un mundo onírico en el que el autor da libre curso a sus interrogaciones existenciales, un universo móvil y cambiante, cuya ambigüedad es puesta de relieve, y magníficamente, por un juego de palabras, caro al estilo del poeta cuando utiliza el doble valor del vocablo como sustantivo y como forma verbal. En su visión de la muerte se percibe el concepto calderoniano de "la vida es sueño", concibiendo el tránsito final como un despertar. El tema de la muerte, tan propio de toda la literatura castellana, cantado con severo ascetismo temeroso por Jorge Manrique, adquiere en Villaurrutia una expresión inusitada, con frecuentes imágenes de cuerpos vacíos y de sombras humanas, de genios que sueñan que son hombres. Su poesía otorga una indiscutible importancia, una sugerente función inspiradora, al principio del error freudiano y a la técnica, utilizada ya por los surrealistas, de la inconsciente asociación de ideas potenciada por un mismo fonema, que alude a planos muy distintos de la experiencia. La palabra adquiere así un carácter casi fantasmagórico, que actúa como un espejo donde el poeta se ve siempre devuelto a sí mismo en un insatisfactorio vaivén lleno de ansiedad, revelador de una carencia que es la propia esencia del vivir y que sólo puede concluir con la muerte. Su breve obra poética, que los estudiosos consideran la parte más perdurable de su labor, se completa con Décima muerte y otros poemas, donde Villaurrutia contempla desesperanzado la nada que le acecha, y Cantos a la primavera y otros poemas, publicados póstumamente, en los que parece brillar cierta esperanza de trascendencia, una salida humana a la soledad y la muerte. Pero no debe olvidarse el relevante papel desempeñado por el autor en la renovación de la escena mexicana. En 1935 y 1936, becado por la Fundación Rockefeller, estudió arte dramático en la Universidad de Yale y, ya en su madurez, el poeta se inclinó cada vez más por el teatro, aunque sus obras dramáticas son menos experimentales de lo que podría suponerse considerando su producción poética y el interés que Villaurrutia y sus compañeros de aventuras literarias sentían por las experiencias europeas contemporáneas. Algunos estudiosos han mencionado el parecido de sus obras dramáticas con las de Eugene O'Neill; se le ha reprochado que atiendan más a lo literario que a lo dramático, con muy pocos elementos coloquiales en el diálogo y unas líneas didascálicas muy próximas al terreno narrativo. Incidiendo en el drama psicológico, utilizando temas que giran en torno a las relaciones familiares, opta a menudo por situaciones extraídas de los mitos clásicos griegos, trasladándolos a ambientes contemporáneos. Así, en La hiedra hace una incursión en el tema de Fedra cuando Hipólito, que odia a su madrastra Teresa hasta el punto de verse obligado a alejarse de la familia, regresa convertido en un hombre y no la contempla ya como madrastra sino como una mujer deseable, a la que puede amar. Su producción dramática está siempre teñida por un lirismo que confirma sus inquietudes poéticas, dando a sus fábulas una particular carga psicológica que sobresale en su Yerro candente, de 1944, o en una Tragedia de las equivocaciones que Villaurrutia no pudo ver representada, pues se estrenó después de su muerte. Destacó también su actividad como fundador de empresas teatrales, como el Teatro de Ulises y Orientación que, por su caracter experimental, tuvieron una indiscutible importancia en el desarrollo del teatro vanguardista mexicano y lo llevaron, posteriormente, a dirigir la sección teatral del Departamento de Bellas Artes. Hombre de amplios intereses culturales, Xavier Villaurrutia cultivó también el ensayo (Textos y pre-textos, 1949), el guión cinematográfico (La mujer de todos, 1946), la novela (Dama de corazones, 1928) y tradujo a numerosos autores, como André Gide, William Blake o Anton P. Chéjov. Referencias Biografías y Vidas - www.biografiasyvidas.com/biografia/v/villaurrutia.htm

#Mexicanos

José Pedroni José Pedroni

Don José Ternura César Isella a José Pedroni Debió ser el oro tibio de los trigales; ese vaivén de cuna mecida por el viento, el eco lejano de las nanas de las madres del mundo, las que le dieron a José Pedroni ese acento de intimidad inviolada para su poesía inicial. Sus primeros libros tenían un temblOr de nacimiento. Un misterio de salmo, el trasfondo bíblico que anima su palabra llena de labradores, los constructores de la Colonia Esperanza, donde él vio y cantó la epopeya, hasta él inédita, de la inmigración en la Argentina. Con el correr del tiempo, los asuntos urgentes de un mundo castigado por la gUerra y el horror iban a estremecer sus poemas, hasta recalar en la épica del despertar de los pueblos latinoamericanos en la última etapa de su obra extensa y fresca. Esa riqueza de temas y formas, es el que despertado la inquietud de los compositores jóvenes que, como César Isella, están convirtendo sus hojas voladoras en pájaros sonoros. ¿Habrá pensado alguna vez don José, que sus poemas iban a ser invadidos por las guitarras del pueblo? Seguramente que sí, porque segura era la entraña popular nacional de esa poesía. Aquí en esta nueva obra del ya famoso cantante y autor, la música agranda su mensaje y nos devuelve un Pedroni vigente y urgente que pondera el camino de un cancionero apoyado en la gran poesia argentina. José Bartolomé Pedroni Fantino (21 de septiembre de 1899–, 4 de febrero de 1968), poeta argentino. José Pedroni nació en la ciudad de Gálvez, Santa Fe, en Argentina, hijo de Gaspar Pedroni y de Felisa Fantino. Sin embargo, su lugar de residencia durante la mayor parte de su vida fue la ciudad de Esperanza, en la misma provincia de Santa Fe, su ciudad adoptiva y en la cual escribe la mayor parte de su obra poética. Contrajo matrimonio con Elena Chautemps el 27 de marzo de 1920. Tuvieron cuatro hijos. Su última hija y única hija mujer, Ana María Pedroni, también es escritora y reside en Guatemala. Su muerte, ocurrida por una descompensación cardíaca, lo sorprende en la ciudad de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina en 1968. Esperanza, colonia de inmigrantes europeos Esperanza, la ciudad por él elegida, es una colonia de inmigrantes de origen suizo, alemán, francés, belga y luxemburgués, fundada en el año 1856, el 8 de septiembre. Sobre esa gesta colonizadora y sus protagonistas el poeta se expresa en su libro "Monsieur Jaquín", editado en 1956 al celebrarse el Centenario de la fundación de la ciudad de Esperanza. Obra poética Sus primeros poemas los publica en 1920 y entre su fecunda obra poética corresponde destacar "La gota de agua" (1923), "Gracia plena" (1925), "Poemas y palabras" (1935), "Diez Mujeres" (1937), "El pan nuestro" (1941), "Nueve cantos" (1944), "Monsieur Jaquín" (1956), "Cantos del hombre" y "Canto a Cuba" (1960),"La hoja voladora" (1961) y "El nivel y su lágrima" (1963). Centenario de su nacimiento Siempre ha sido considerado como la figura literaria máxima de la ciudad santafesina de Esperanza, cuya comunidad lo ha homenajeado y recordado en múltiples ocasiones. En 1999, en oportunidad de cumplirse el Centenario de su nacimiento, el 21 de septiembre, una Comisión de Homenaje realiza diferentes actividades para recordar al poeta. Cabe destacar una publicación especial del periódico "El Colono del Oeste" de Esperanza, elaborada por la Profesora Nelly Morandi de Müller que relata su vida a través de su propia obra poética, enriqueciendo el relato con múltiples imágenes fotográficas que reflejan diferentes etapas de la vida de José Pedroni, provenientes de su colección privada y que fueron aportadas por la familia del poeta. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/José_Pedroni Folklore Raíz - http://folklore-raiz.blogspot.com.es/2012/09/cesar-isella-1972-jose-pedroni.html

#Argentinos

Pedro Soto de Rojas Pedro Soto de Rojas

Pedro Soto de Rojas (Granada, bautizado el 10 de enero de 1584 – Granada, 4 de febrero de 1658), poeta español del Culteranismo. Hijo del antequerano Martín de Rojas y de Ana de Soto, tuvo dos hermanas (Luisa y Juana), que durante gran parte de su vida estuvieron a su cargo junto con una sobrina y su madre, y es bastante probable que fuera sobrino del poeta lucense Luis Barahona de Soto. No se puede dudar de que su familia era prominente, ya que dos familiares suyos eran uno capellán en la Capilla Real y otro canónigo en la Catedral de Málaga. Estudió en la Universidad de Granada y allí se graduó de bachiller en en Cánones, Humanidades y Teología en 1610.​ En la Corte perteneció a la Academia del Conde de Saldaña primero y desde 1612 al menos a la Academia Selvaje con el nombre de Ardiente; allí leyó su Discurso sobre la Poética. Cuenta con la protección de don Jorge de Tovar y don Enrique Enríquez, y entre otros autores, amistó con Antonio Mira de Amescua, Félix Hortensio Paravicino, Cervantes, Lope de Vega​ y Luis de Góngora,​ pero en la guerra literaria que dividió a estos dos últimos desde que en 1613 Góngora divulgó sus Soledades se puso de parte del segundo, militando en las filas del culteranismo. Ya entrado en años, se ordenó sacerdote y, protegido por don Gaspar de Guzmán, el poderoso Conde-duque, a quien dedicó su Desengaño de amor en rimas (1623), obtuvo de él varias prebendas como, en 1616, la de canónigo de la iglesia colegial de San Salvador de Granada, sita en el Albaicín, aunque él pretendía puestos más altos,​ y la de abogado del Santo Oficio en 1626. Volvió a esta su ciudad natal y allí se hizo amigo del poeta Francisco de Trillo y Figueroa. En 1623 apareció su Desengaño de amor en rimas, aunque su gongorismo es ya muy ostensible en su fábula mitológica Los rayos de Faetón (1639) y en su críptico Paraíso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos con los fragmentos de Adonis (1652). También compuso al menos ciento veintiséis sonetos y varias églogas. Hasta 1630 hizo frecuentes viajes a Madrid, pero a partir de este año (y tal vez a causa del clima de discusión constante en que vivía con el cabildo, que lo llevó incluso a la cárcel en 1628)​ se retiró definitivamente a su carmen del Albaicín, que describirá más tarde en su lujuriante y sensitiva silva póstuma Paraíso cerrado (1652), y da a luz sus poemas más culteranos. Es este carmen la llamada Casa de los Mascarones, que fue pacientemente construida sobre unos solares de moriscos, adquiridos en una primera fase por compra (en 1619 y 1629) y ampliados luego gracias a una donación de parcelas en 1632. En 1643 el cabildo lo nombra puntador y colector. Lee el Discurso contra el ocio y en loor del ejercicio en la inauguración de la Academia de don Sebastián López de Hierro. Otro importante poema culterano, que llamó la atención de los críticos Marcelino Menéndez Pelayo y Gerardo Diego, es la Fábula de Alfeo y Aretusa, inspirada en uno de los mitos recogidos en las Metamorfosis de Ovidio. Cuenta como el río Alfeo se enamora de la ninfa Aretusa, que era la mejor cazadora del cortejo de la diosa Diana. En forma humana, el río la persigue por toda la Arcadia, y ella, agotada por el esfuerzo de la carrera, pide socorro a la diosa Diana, quien la rodea con una espesa nube. Aretusa acaba convirtiéndose en un fuente, cuyas aguas finalmente se mezclan con las de Alfeo, en su condición original de río. El poeta falleció en Granada el 4 de febrero de 1658, siendo enterrado ese mismo día en su Iglesia Colegial, a la entrada de la Capilla de Santa Teresa. Póstumos aparecerán en 1652 su Paraíso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos, Los fragmentos de Adonis y el Discurso contra el ocio La reivindicación del gongorismo que hizo la Generación del 27 afectó también a la obra de Soto de Rojas. Aparte del mencionado interés por la Fábula de Alfeo y Aretusa de Gerardo Diego, Federico García Lorca escribió sobre él y Granada su conferencia Granada. Paraíso cerrado para muchos, leída el 26 de octubre de 1926 y publicada al día siguiente en El Defensor de Granada. Allí afirma que el culteranismo de Soto de Rojas es recogido e íntimo: Soto de Rojas abraza la estrecha y difícil regla gongorina; pero, mientras el sutil cordobés juega con mares, selvas y elementos de la Naturaleza, Soto de Rojas se encierra en su Jardín para descubrir surtidores, dalias, jilgueros y aires suaves. Aires moriscos, medio italianos, que mueven todavía sus ramas, frutos y boscajes de su poema. Obras * Obras, ed. de Antonio Gallego Morell, Madrid, 1950. * Discurso sobre la poética, (1612). * Desengaño de amor en rimas, Madrid, 1623 (ed. facsímil, introducción de Aurora Egido, Málaga, 1991) * Los rayos de Faetón, Barcelona, 1639 (ed. G. Cabello y J. Campos, Málaga, 1996) * Fábula de Alfeo y Aretusa * Paraíso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos. Los fragmentos de * Adonis, Granada, 1652 (ed. de Aurora Egido, Madrid, 1981; ed. facsímil, introducción de R. Guillén, Madrid, 1984; ed. J. Fernández Dougnac, Granada, 1992) * Discurso contra el ocio y en loor del ejercicio (1652). Referencias Wikipedia – https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Soto_de_Rojas

Eusebio Blasco Eusebio Blasco

Eusebio Blasco Soler (Zaragoza, 1844 - Madrid, 1903), escritor español. De familia aristocrática, hermano del también dramaturgo Ricardo Blasco, su padre era un conocido arquitecto y el siguió idéntica vocación, pero no llegó a concluir la carrera porque se consagró a la literatura. Comenzó su carrera periodística en Zaragoza, en el semanario satírico La Fritada (1862), y allí estrenó, en el coliseo del Coso, su primera obra teatral: Vidas ajenas. A los diecinueve años marchó a Madrid para trabajar como periodista en los más influyentes periódicos y revistas de la época. Colaboró en Gil Blas y en La Discusión. Fue amigo del tenor Julián Gayarre y de Gustavo Adolfo Bécquer, al que conoció en 1866 cuando éste era censor de novelas. A causa de los disturbios revolucionarios de ese año, en los que estuvo implicado, tuvo que marcharse al año siguiente a París, pero en 1868 ya está de nuevo en Madrid implicado con La Gloriosa en la calle y en Gobernación. Y en 1869 se encuentra como corresponsal en la inauguración del canal de Suez. Blasco fue secretario del ministro de Gobernación, Nicolás María Rivero, y en 1872 se casó con Mariana Paniagua, mientras cultivaba las amistades de personajes como Juan Prim, Ruiz Zorrilla, Emilio Castelar o Arrieta. Reconvertido a la monarquía y al fin asentado en la ideología conservadora de Cánovas, fue director general de Correos con la Restauración y pasó después 13 años en París, donde visitaba a la reina Isabel II, hasta 1894 en que regresó a Madrid, donde impartió numerosas conferencias en el Ateneo. Se presentó en 1899 al congreso como socialista católico sin obtener escaño. En París fue redactor de Le Figaro y dejó testimonio de esos años en libros como París íntimo: impresiones, biografías instantáneas, retratos y siluetas (1894). Allí Tuvo durante algún tiempo como secretario particular al escritor Manuel Bueno, quien fue además amigo suyo. Fundó en 1899 la importante revista Vida Nueva. Poco antes de fallecer, en 1903, pidió que en sus manos pusieran una imagen de la Virgen del Pilar. Murió con ella. Pero no descansa en Torrero, como quería. Labor Fue un fecundo escritor: 27 volúmenes abarca la edición de sus Obras completas (Madrid: 1903-1906). Publicó colecciones de artículos, como Los curas en camisa (1866), pero fue sobre todo un destacado comediógrafo (se le deben no menos de setenta y cuatro comedias), novelista (Los dulces de la boda, 1872; Busilis: relación contemporánea, 1881) y poeta (Arpegios, 1866; Epigramas, 1881). A pesar de residir la mayor parte de su vida fuera de Aragón, mantuvo siempre una actitud decididamente aragonesista, siendo autor de unos mordaces y cómicos Cuentos aragoneses (1905, y segunda serie, de la que aparecieron dos volúmenes, uno en 1905 y otro, con ligeras variantes, en 1906). Su vida fue muy novelesca, y sobre ella escribió el libro Memorias íntimas. Muy curioso, fue mordaz en muchas ocasiones y siempre ingenioso. Frecuentó y conoció la bohemia, el éxito y el fracaso, y fue un escritor torrencial que dejó abundante obra dispersa. Dejó versos, artículos de costumbres y crítica literaria, polémicas políticas. Cultivó el teatro breve por horas y practicó con frecuencia la parodia teatral, en la que se le deben obras como El joven Telémaco (primera pieza estrenada en España del género bufo, parodia de a novela de Fenelón y escrita en seis días en 1866, uno de sus grandes éxitos) o Los novios de Teruel; también hizo comedias costumbristas como El pañuelo blanco. Otras obras suyas son El baile de la condesa, La mosca blanca, No lo hagas y no la temas, Padres e hijos, La corte del rey Reuma, La mujer de Ulises, Un joven audaz, El vecino de enfrente, Levantar muertos, Ni tanto ni tan poco, La procesión, por dentro, La suegra del diablo, La señora del cuarto bajo, El oro y el moro... Obras * Placa dedicada al autor en Zaragoza, en el Teatro Principal. * Obras completas, Madrid, 1905-1906, 27 vols. Viajes y biografías * Recuerdos, notas íntimas de Francia y España. Madrid: Librería Fernando Fé, 1894 Artículos * Los curas en camisa (1866). Narrativa * Los dulces de la boda, 1872 * Busilis: relación contemporánea, 1881 * Cuentos aragoneses (1905) Poesía * Arpegios, 1866. * Soledades, 1876. * Poesías festivas, 1880. * Epigramas, 1881. Teatro * El joven Telémaco, 1866, parodia bufa. * Pablo y Virginia, 1867, parodia bufa. * La corte del rey Reuma, 1886, parodia bufa. * Los dulces de la boda, 1871. * El baile de la condesa, 1872. * La procesión por dentro, 1873. * La rosa amarilla, 1877. * Moros en la costa, 1879. * La posada de Lucas, 1882. * Un joven andaluz, 1874, juguete cómico. * Juan de León, 1895, drama. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Eusebio_Blasco

#Españoles #SigloXIX

Conde de Villamediana Conde de Villamediana

Por Luis de Góngora Al conde de Villamediana, celebrando el gusto que tuvo en diamantes, pinturas y caballos Las que a otros negó piedras Oriente, Émulas brutas del mayor lucero, Te las expone en plomo su venero, Si ya al metal no atadas más luciente. Cuanto en tu camarín pincel valiente, Bien sea natural, bien extranjero, Afecta mudo voces, y parlero Silencio en sus vocales tintas miente. Miembros apenas dio al soplo más puro Del viento su fecunda madre bella, Iris, pompa del Betis, sus colores; Que fuego él espirando, humo ella, Oro te muerden en su freno duro, Oh esplendor generoso de señores. Juan de Tassis (o Tarsis) y Peralta, II Conde de Villamediana, (Lisboa, 1582 - Madrid, 21 de agosto de 1622), poeta español del Barroco, adscrito por lo general al Culteranismo, si bien siguió esta estética de modo muy personal. Fue hijo de María de Peralta Muñatones, y de Juan de Tassis y Acuña, Correo Mayor del reino que gracias a su labor como organizador del servicio de postas había recibido el título de nobleza en 1603. Villamediana vivió en el ambiente palatino desde su infancia, recibiendo una excelente educación del humanista Luis Tribaldos de Toledo y de Bartolomé Jiménez Patón, quien dedicó su Mercurius Trimegistus a su pupilo. Gracias a sus dos tutores, gozó de una excelente formación en letras y de un profundo conocimiento de los clásicos y compuso algunos poemas en excelente latín humanístico. Pasó por la universidad, pero no realizó ninguna carrera. Cuando Felipe III fue al Reino de Valencia para celebrar su matrimonio con Doña Margarita de Austria, Don Juan le acompañó y se distinguió tanto que el Rey le nombró Gentilhombre de su casa. En Palacio conoció a la noble doña Magdalena de Guzmán y Mendoza, de gran influencia en la Corte como viuda de Martín Cortés de Monroy, II Marqués del Valle de Guajaca (Oaxaca), y como futura aya del hijo que iba a tener la reina; pese a la diferencia de edad sostuvo una relación con ella que terminó mal; un soneto anónimo que circuló por Madrid decía que no se portó muy bien con ella e incluso la llegó a abofetear en mitad de la representación de una comedia, delante de todo el mundo, por lo que se dice que Doña Magdalena siempre le amó y le odió al mismo tiempo. Trasladada la Corte a Valladolid, donde permaneció cinco años, contrajo matrimonio en 1601 con Doña Ana de Mendoza y de la Cerda, descendiente del famoso Marqués de Santillana, de la que tuvo varios hijos, todos malogrados. Al morir su padre en 1607 asumió el título y el cargo de correo mayor del reino. Pero por su talante agresivo, temerario y mujeriego adquirió pronto una reputación de libertino, dandy, amante del lujo, de las piedras preciosas, los naipes y los caballos, y llevó una vida desordenada de jugador, alcanzando una reputación de adversario temible sobre el tapete por su gran inteligencia. Sin embargo estos excesos le valieron dos destierros, fuera de por haber arruinado a varios caballeros importantes, también por sus fortísimas sátiras, en las que zahería sin piedad alguna las miserias de casi todos los Grandes de España, ya que como perteneciente al mismo estamento que ellos conocía bien sus defectos y flaquezas, y sabía por dónde atacarlos y hacer daño. El primero de sus destierros le llevó a Italia, donde estuvo entre 1611 y 1617 con el Conde de Lemos, nombrado virrey de Nápoles. Ya vuelto a España, atacó en varias sátiras la corrupción alcanzada bajo el validato del Duque de Lerma y don Rodrigo Calderón durante los últimos años del reinado de Felipe III, de forma que estos lograron del rey que le desterrara otra vez de la Corte en 1618, aunque esta vez a Andalucía, de donde regresó al poco al fallecer el Rey, favorecido como fue por el nuevo valido, el Conde Duque de Olivares. Tuvo numerosas amantes, con las cuales llegó a veces a las manos públicamente, como en una ocasión durante el estreno de una comedia, y no se paró ante amoríos peligrosos como con una de las cortesanas del rey, una tal Marfisa, quizá doña Francisca de Tavara, bellísima joven portuguesa, dama de la reina y amante del rey. La leyenda afirma también que incendió premeditadamente el coliseo de Aranjuez mientras, durante las fiestas de celebración del aniversario del rey Felipe IV, se estrenaba ante la reina, el 8 de abril de 1622, una obra suya, La gloria de Niquea, inspirada en un episodio del Amadís de Grecia, para poder salvarla en brazos, ya que estaba enamorado de ella y aun tocarla siquiera estaba penado con la muerte. Existe también la leyenda de que se presentó a un baile con una capa cubierta de reales de oro, con lo que aludía a su suerte en el juego, y con la leyenda "Son mis amores reales", lo que era un triple sentido con la palabra reales muy peligroso para la época; con este título y sobre este episodio escribirá en el siglo XX un drama Joaquín Dicenta. Otra leyenda es la del origen de la expresión "Picar muy alto", que se cree se debió a las habilidades como picador del Conde, que al ser alabadas por la reina, el rey respondió: "Pica bien, pero pica muy alto" (con evidente doble sentido, debido a sus escarceos con la reina). Luis Rosales ha descubierto, además, que la Inquisición le abrió un proceso secreto por sodomía con algunos esclavos negros y conjetura que el rey Felipe IV ordenó su asesinato para evitar el escándalo, aunque muchos tenían sobrados motivos para desear su muerte, no ya por las sátiras o por haberles ocasionado la ruina, sino por problemas también de faldas, incluido el mismo monarca. Consciente de su carácter temerario y atrevido, un sombrío pesimismo aparece en la mayoría de las composiciones del Conde, quien escribió aquellos versos celebérrimos: Sépase, pues ya no puedo levantarme ni caer que al menos puedo tener perdido a Fortuna el miedo Fue asesinado por Alonso Mateo o Ignacio Méndez, ballesteros reales que quedaron impunes a causa de la alta protección de que gozaban y se le sepultó en la bóveda de la capilla mayor del Convento de San Agustín, en Valladolid. Los promotores o autores intelectuales del crimen fueron Felipe IV o más probablemente el Conde-Duque de Olivares; el momento escogido fue cuando iba en un coche con el Conde de Haro por la Calle Mayor de Madrid; el móvil fue, quizá, evitar el escándalo del proceso secreto que la Inquisición levantó contra él; por eso el crimen quedó impune y se mandó guardar silencio sobre él. Pero el hecho causó sensación, y todos los poetas famosos se aprestaron a escribir epicedios en verso sobre el Conde, empezando por su amigo Luis de Góngora, quien atribuyó al rey la orden, continuando por Juan Ruiz de Alarcón, que lo acusó de maldiciente, y terminando por Francisco de Quevedo, quien, pese a ser enemigo suyo, escribió "que pide venganza cierta / una salvación en duda". Fueron inculpadas por sodomía y pecado nefando muchas personas, desde criados y bufones de varias casas aristocráticas hasta sus mismos amos, entre ellos el primogénito del conde de Lemos, quien logró poner mar por medio marchando a Italia para sobrevivir al castigo, si bien sus sirvientes pagaron con la vida la culpabilidad del amo, sucumbiendo en la hoguera el 5 de diciembre de 1622 en la plaza Mayor de Madrid cinco personas: un bufón al que apodaban Mendocilla, un mozo de cámara del conde de Villamediana, un esclavillo mulato, otro lacayo de Villamediana y don Gaspar de Terrazas, paje del insigne duque de Alba. El poeta y dramaturgo Don Antonio Hurtado de Mendoza pintó su carácter en un romance a su muerte: a sabéis que era Don Juan dado al juego y los placeres; amábanle las mujeres por discreto y por galán. Valiente como Roldán y más mordaz que valiente... más pulido que Medoro y en el vestir sin segundo, causaban asombro al mundo sus trajes bordados de oro... Muy diestro en rejonear, muy amigo de reñir, muy ganoso de servir, muy desprendido en el dar. Tal fama llegó a alcanzar en toda la Corte entera, que no hubo dentro ni fuera grande que le contrastara, mujer que no le adorara, hombre que no le temiera El asesinato inspiró en el XIX varios romances históricos del Duque de Rivas y también algún drama romántico, como También los muertos se vengan de Patricio de la Escosura (1838), la novela de Ceferino Suárez Bravo El cetro y el puñal (1851) y algunos relatos breves así como un cuadro de historia de Manuel Castellano en 1868, ahora en el Museo del Prado; en el siglo XX, el drama de Joaquín Dicenta Son mis amores reales y varias novelas: Decidnos: ¿quién mató al Conde? de Nestor Luján, Capa y espada de Fernando Fernán Gómez (2001) y El pintor de Flandes de Rosa Ribas (2006). Tras su muerte, sus cargos pasaron a su primo Don Íñigo Vélez de Guevara y Tassis, conde de Oñate, hijo de Pedro Vélez de Guevara y María de Tassis. Obra literaria Una primera colección de sus Obras apareció en Zaragoza en 1629. Comprende poemas de asunto mitológico (Fábula de Faetón, largo poema de hacia 1617 compuesto en octavas reales del que Vicente Mariner tradujo doscientas veintiocho al latín en hexámetros; Fábula de Apolo y Dafne, Fábula de Venus y Adonis) que reflejan una clara influencia de Góngora; la comedia La gloria de Niquea (1622), basada en el Amadís de Grecia, y más de doscientos sonetos, epigramas y redondillas de tema amoroso, satírico, religioso y patriótico, en las que cultiva un particular conceptismo, mientras que reserva su también original culteranismo para los poemas en arte mayor. Una segunda edición fueron las Obras de don Juan de Tarsis Conde de Villamediana, y correo mayor de Su Magestad. Recogidas por el licenciado Dionisio Hipólito de los Valles. Madrid, por Maria de Quiñones a costa de Pedro Coello, 1635. Villamediana se sabía condenado a morir joven y en su poesía aparece este sentimiento fatalista plasmado a través del mito ovidiano de Faetón, en que también es posible observar un cierto complejo edípico respecto a su padre. Son sus temas poéticos predilectos el silencio, el desengaño, la temeridad, el mito de Faetón y todos los relacionados con el fuego. Se muestra especialmente introspectivo en las redondillas y suele acumular los pronombres personales en señal de desequilibrado narcisismo. Su lenguaje poético, esencialmente culterano, introduce cultismos nuevos que no aparecen en las obras de Luis de Góngora, que era amigo suyo. Escribió especialmente sonetos de diversos temas morales, amorosos y especialmente satíricos; algunos de los mejores son los dedicados a su destierro, como "Silencio, en tu sepulcro deposito...", que ha pasado a todas las antologías de poesía barroca: Silencio, en tu sepulcro deposito ronca voz, pluma ciega y triste mano, para que mi dolor no cante en vano al viento dado y en la arena escrito. Tumba y muerte de olvido solicito, aunque de avisos más que de años cano, donde hoy más que a la razón me allano, y al tiempo le daré cuanto me quito. Limitaré deseos y esperanzas, y en el orbe de un claro desengaño márgenes pondré breves a mi vida, para que no me venzan asechanzas de quien intenta procurar mi daño y ocasionó tan próvida huida. También dedicó algunos esfuerzos a la traducción libre o parafrástica de dos autores: el italiano Gianbattista Marino y el portugués Camoens. Del primero tradujo los 552 versos de la Fábula de Europa, que se convirtieron en 732 más 58 de la dedicatoria. Del segundo cuatro o cinco sonetos. La vida y obra de Juan de Tassis ha sido estudiada por Emilio Cotarelo, Juan Manuel Rozas, Luis Rosales y otros autores. Obras * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Cancionero de Mendez Britto: poesías inéditas del Conde de Villamediana Edición, estudio y notas de Juan Manuel Rozas. Madrid: Consejo * Superior de Investigaciones Cintíficas, 1.965. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Cartas Madrid: Ediciones Escorial, 1943. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Obras Edición, introducción y notas de Juan Manuel Rozas. Madrid: Castalia, 1969. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Poesía impresa completa. Edición de José Francisco Ruiz Casanova. Madrid: Cátedra, 1990. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Poesía inédita completa. Ed. Francisco Ruiz Casanova. Madrid: Cátedra, 1994. Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Poesía, ed. Mª T. Ruestes, Barcelona, Planeta, 1992 Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Tassis_y_Peralta

#Españoles Poeta asesinado barroco

Guillermo Valencia Guillermo Valencia

Guillermo Valencia Castillo (Popayán, Colombia, 20 de octubre de 1873 - ibídem, 8 de julio de 1943) fue un poeta, diplomático y político colombiano, candidato dos veces a la Presidencia de la República y senador de la misma. Maestro por antonomasia, no solo por su eminencia intelectual y por su posición pionera de corresponsal del Modernismo en Colombia sino por su formidable trayectoria política.1 Escritor, diplomático colombiano y candidato presidencial, creador de una poesía pictórica con influencias del romanticismo y del parnacianismo. Nació en Popayán, departamento del Cauca, el 20 de octubre de 1873, hijo de Joaquín Valencia Quijano y Adelaida Castillo Silva. Quedó huérfano a los diez años de edad. Gracias a su hermano mayor consiguió estudiar en el colegio de San José De LaSalle, ubicado en Medellín, donde empezó a demostrar su inclinación a la poesía. Vida pública Tras culminar sus estudios de secundaria y convertirse en un joven intelectual muy destacado de su ciudad, se trasladó a Bogotá en 1895, donde fue elegido a la Cámara de Representantes por el partido conservador. Allí conoció a Baldomero Sanín Cano y a Alfredo Buess, con quienes entablaría una entrañable amistad, y a los bohemios de la Gruta Simbólica, grupo literario de la época en el que destacó Julio Flórez. Empezó a ser conocido como orador en el parlamento y como lírico gracias a la declamación de poemas como "Anarkos" y "Croquis" en el Teatro Colón. Inicios en las letras En 1898 deja el Congreso y viaja a París como secretario de la legación colombiana ante Alemania, Francia y Suiza, que dirigía el embajador, general Rafael Reyes. En la capital francesa conoce a Rubén Darío, con quien entabla amistad y, tras la publicación de su excepcional libro de poemas, Ritos (1899), se convierte junto al vate nicaragüense en el más notable poeta parnasiano y simbolista de la lengua española a causa de la rica imaginería personal de sus versos, que le singularizan como uno de los poetas más importantes del modernismo literario. Candidatura presidencial A su regreso al país asume un cargo de mediana responsabilidad en el Ministerio de Hacienda en 1901, pero fugazmente ya que pasa a ocupar sucesivamente las secretarías de Educación y de Gobierno del departamento de Cundinamarca, por designación del gobernador José Vicente Concha. Entre 1904 y 1908 asiste nuevamente al Congreso y se perfila como uno de los dirigentes más destacados de su partido. En 1909 ocupa la gobernación de Cauca, tras lo cual viaja a Europa y se aleja de la política nacional. A su regreso en 1914, el ahora presidente Concha lo nombra ministro de Guerra, cargo que ejerce por algo más de un año, tras lo cual empieza a preparar su candidatura para las Elecciones presidenciales de Colombia de 1918 por la Unión Republicana, en las que resulta finalmente derrotado por su copartidario Marco Fidel Suárez. En 1930 sería nuevamente derrotado como candidato a la presidencia, esta vez quedando tercero, tras el liberal Enrique Olaya Herrera y el general conservador Alfredo Vásquez Cobo. Durante sus últimos años asistió intermitentemente a la Cámara de Representantes, pero ya sin mucho protagonismo. Obra poética A partir de esta época vino la última etapa de su creación poética, con poemas como "Job", "Parábola del Pozo", "Canto a San Francisco de Asís", entre otras, y las versiones de la poesía china que aparecieron en el libro titulado Catay. El poeta y crítico literario colombiano Rogelio Echavarría describe a Valencia de la siguiente manera: "Este aristocrático -por sangre y cultura- hijo epónimo de Popayán y su blasón más deslumbrante, es sin embargo uno de los más discutidos poetas hispanoamericanos, desde sus primeros Ritos (nombre de su entera obra poética personal) hasta las páginas de su madurez en las cuales se destacan sus formidables discursos y sus afamadas traducciones de Goethe, Víctor Hugo, Baudelaire, Mallarmé, Oscar Wilde, D'Anunzio, Verlaine, Maeterlinck, Flaubert, Stefan George, entre otros. Su obra poética fue originalmente publicada así: Poesías, Bogotá, 1898; Ritos, Bogotá, 1899; Londres, 1940; Sus mejores poemas, Madrid, 1926; Catay, poemas orientales, Bogotá, 1929; Obra poética completa, Madrid, 1948; Antología, compilación de Germán Espinosa, 1989, y muchas -incontables- ediciones. La polémica sobre la vigencia de su obra no se cierra; sin embargo, hay críticos que consideran su supervivencia parecida a la de la fría eternidad del mármol, mientras otros tratan de reivindicarla con calor tardío". Vida familiar Contrajo matrimonio con Josefina Muñoz Muñoz, también payanesa, con quien tuvo cinco hijos, entre los que destacaron Guillermo León, que llegó a ser Presidente de Colombia, y Josefina, primera mujer en ocupar un ministerio y una gobernación en la historia del país. Falleció en Popayán el 8 de julio de 1943. La ley 80 de 1943 declaró monumento nacional la amplia casona donde vivió y murió, hoy denominada Museo Nacional Guillermo Valencia, y en cuyo panteón reposan los restos mortales del Maestro junto con los de varios otros miembros de la familia Valencia. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Guillermo_Valencia

#Colombianos

Miguel Wenceslao Garaycochea Miguel Wenceslao Garaycochea

Miguel Wenceslao Garaycochea fue un poeta, abogado y matemático peruano tal como dice Alberto Tauro del Pino. Vino al mundo en 1815 en Arequipa y falleció en Trujillo en 1861. Su padre fue Hermegildo Garaycochea y su madre, Genara Delga. Estudios y calificación Sus estudios básicos los realizó en Colegio San Francisco de su lar nativo. Los continuó en el Seminario de San Jerónimo, y, en seguida, En la Universidad Nacional de San Agustín. Se graduó de bachiller y doctor en derecho, en el año 1838. Además obtuvo el título de abogado. Carrera ocupacional Fue docente de Derecho, Filosofía y Matemática en el colegio donde empezó a estudiar.En el año de 1845 se le asignó a la dirección del Colegio Nacional San Juan de Trujillo. Luego hizo carrera en el Poder judicial: fue nombrado juez de primera instancia en Chachapoyas en 1849 y, después, vocal de la Corte Superior de Cajamarca. Representó a Chacpoyas como diputado e integró el Senado: al ser elegido senador por Cajamarca. Contribuciones a la matemática El malogrado matemático peruano, Roberto Velásquez López, ha escrito un ensayo sobre Garaycochea e indica que trabajó sobre los siguientes temas: Trisección del ángulo Duplicación del cubo Cálculo binomial Su nombre aparece en una obra de Jorge Cabrera Tapia; como también, en un texto de matemática de secundaria de Máximo de la Cruz Solórzano. Referencias Wikipedia – http://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_W._Garaycochea Don Miguel W. Garaycochea no disfrutó de muy larga vida, pues habiendo nacido en Arequipa el año de 1816, murió en Trujillo el de 1861. Se educó en la ciudad de su nacimiento hasta recibir el grado de doctor en Jurisprudencia. Fue profesor en el Seminario de Trujillo, rector en el Colegio Nacional de San Juan de esa misma ciudad, juez de primera instancia de Chachapoyas, vocal de la Corte Superior de Cajamarca, diputado al Congreso. Aunque vivió menos de medio siglo, la vida no debió de parecerle corta: la pasó estudiando, y como él mismo lo asegura, El hombre vive tanto cuanto sabe Referencias Poesías del doctor Miguel W. Garaycochea - Prólogo

#Peruanos

Che Guevara Che Guevara

La máquina de matar: El Che Guevara, de agitador comunista a marca capitalista Por Alvaro Vargas Llosa, The New Republic 2005 El Che Guevara, quien hizo tanto (¿o tan poco?) por destruir al capitalismo, es en la actualidad la quintaesencia de una marca capitalista. Su semblante adorna jarros de café, caperuzas, encendedores, llaveros, billeteras, gorras de béisbol, tocados, bandadas, musculosas, camisetas deportivas, carteras finas, jeans de denim, té de hierbas, y por supuesto esas omnipresentes remeras con la fotografía, tomada por Alberto Korda, del galán socialista luciendo su boina durante los primeros años de la revolución, en el instante en que el Che de casualidad se introdujo en el visor del fotógrafo—y en la imagen que, treinta y ocho años después de su muerte, constituye aún el logotipo del revolucionario (¿o del capitalista?) “chic”. Sean O’Hagan sostuvo en The Observer que existe incluso un jabón en polvo con el eslogan “El Che lava más blanco.” Los productos del Che son comercializados por grandes corporaciones y por pequeñas empresas, tales como la Burlington Coat Factory, la cual difundió un comercial televisivo presentando a un joven en pantalones de fajina luciendo una remera del Che, o la Flamingo’s Boutique en Union City, Nueva Jersey, cuyo propietario respondió a la furia de los exiliados cubanos locales con este argumento devastador: “Yo vendo lo que la gente desea comprar.” Los revolucionarios también se unieron a este frenesí de productos—desde “The Che Store”, que vende provisiones, hasta el sitio que atiende “todas sus necesidades revolucionarias” en Internet, y el escritor italiano Gianni Minà, quien le vendió a Robert Redford los derechos cinematográficos del diario del Che sobre su juvenil viaje alrededor de América del Sur en el año 1952 a cambio de poder acceder al rodaje del film Diarios de Motocicleta y de que Minà pudiese producir su propio documental. Para no mencionar a Alberto Granado, quien acompañó al Che en su viaje de juventud y ahora asesora documentalistas, y que se quejaba hace poco en Madrid, según el diario El País, ante un Rioja y un magret de pato, de que el embargo estadounidense contra Cuba le dificulta el cobro de las regalías. Para llevar a la ironía más lejos: el edificio en el cual nació Guevara en la ciudad de Rosario, Argentina, un espléndido inmueble de comienzos del siglo veinte sito en la esquina de las calles Urquiza y Entre Ríos, se encontraba hasta hace poco ocupado por la administradora de fondos de jubilaciones y pensiones privada Máxima AFJP, una hija de la privatización de la seguridad social argentina en la década de 1990. La metamorfosis del Che Guevara en una marca capitalista no es nueva, pero la marca viene experimentando un renacimiento—un renacimiento especialmente destacable, dado que el mismo tiene lugar años después del colapso político e ideológico de todo lo que Guevara representaba. Esta suerte inesperada se debe sustancialmente a Diarios de Motocicleta, la película producida por Robert Redford y dirigida por Walter Salles. (Es una de las tres películas más importantes sobre el Che ya realizadas o actualmente en rodaje en los últimos dos años; las otras dos han sido dirigidas por Josh Evans y Steven Soderbergh.) Hermosamente rodada en paisajes que claramente han eludido los efectos erosivos de la polución capitalista, el film exhibe al joven en un viaje de auto-descubrimiento a medida que su conciencia social en ciernes tropieza con la explotación social y económica, lo que va preparando el terreno para la reinvención del hombre a quien Sartre llamara alguna vez el ser humano más completo de nuestra era. Pero para ser más preciso, el actual renacimiento del Che se inició en 1997, en el trigésimo aniversario de su muerte, cuando cinco biografías abrumaron las librerías y sus restos fueron descubiertos cerca de una pista de aterrizaje en el aeropuerto de Vallegrande, en Bolivia, después de que un general boliviano retirado, en una revelación espectacularmente oportuna, indicara la ubicación exacta. El aniversario volvió a centrar la atención en la famosa fotografía de Freddy Alborta del cadáver del Che tendido sobre una mesa, escorzado, muerto y romántico, luciendo como Cristo en un cuadro de Mantegna. Es usual que los seguidores de un culto no conozcan la verdadera historia de su héroe. (Muchos rastafaris renunciarían a Haile Selassie si tuviesen alguna idea de quien fue en realidad.) No sorprende que los seguidores contemporáneos de Guevara, sus nuevos admiradores post-comunistas, también se engañen a sí mismos al aferrarse a un mito—excepto los jóvenes argentinos que corean una expresión de rima perfecta: “Tengo una remera del Che y no sé por qué.” Considérese a algunos de los individuos que recientemente han blandido o invocado el retrato de Guevara como un emblema de justicia y rebelión contra el abuso de poder. En el Líbano, unos manifestantes que protestaban en contra de Siria ante la tumba del ex primer ministro Rafiq Hariri portaban la imagen del Che. Thierry Henry, un jugador de fútbol francés que juega para el Arsenal, en Inglaterra, se apareció en una importante velada de gala organizada por la FIFA, el organismo del fútbol mundial, vistiendo una remera roja y negra del Che. En una reciente reseña publicada en The New York Times sobre Land of the Dead de George A. Romero, Manohla Dargis destacaba que “el mayor impacto aquí puede ser el de la transformación de un zombi negro en un virtuoso líder revolucionario,” y agregó: “Creo que el Che en verdad vive, después de todo.” El héroe del fútbol Maradona ostentó el emblemático tatuaje del Che en su brazo derecho durante un viaje en el que se reunió con Hugo Chávez en Venezuela. En Stavropol, al sur de Rusia, unos manifestantes que reclamaban los pagos en efectivo de los beneficios del bienestar social tomaron la plaza central con banderas del Che. En San Francisco, City Lights Books, el legendario hogar de la literatura beat, invita a los visitantes a una sección dedicada a América Latina en la cual la mitad de los estantes se encuentra ocupada por libros del Che. José Luis Montoya, un oficial de policía mexicano que combate el crimen relacionado con las drogas en Mexicali luce una vincha del Che porque ella lo hace sentirse más fuerte. En el campo de refugiados de Dheisheh, en la margen occidental del río Jordán, los afiches del Che adornan un muro que le rinde tributo a la Intifada. Una revista dominical dedicada a la vida social en Sydney, Australia, enumera a los tres invitados ideales en una cena: Alvar Aalto, Richard Branson, y el Che Guevara. Leung Kwok-hung, el rebelde elegido a la junta legislativa de Hong Kong, desafía a Beijing al vestir una remera del Che. En Brasil, Frei Betto, consejero del Presidente Lula da Silva y encargado del programa de alto perfil "Hambre Cero," afirma que "deberíamos prestarle menos atención a Trotsky y mucha más al Che Guevara." Y lo más estupendo de todo, en la ceremonia de este año de los Premios de la Academia, Carlos Santana y Antonio Banderas interpretaron la canción principal del film Diarios de Motocicleta: Santana se presentó luciendo una remera del Che y un crucifijo. Las manifestaciones del nuevo culto del Che están por todas partes. Una vez más el mito está apasionando a individuos cuyas causas en su mayor parte representan exactamente lo opuesto de lo que era Guevara. Ningún hombre carece de algunas cualidades atenuantes. En el caso del Che Guevara, esas cualidades pueden ayudarnos a medir el abismo que separa a la realidad del mito. Su honestidad (quiero decir: honestidad parcial) significa que dejó testimonio escrito de sus crueldades, incluido lo muy malo, aunque no lo peor. Su coraje—que Castro describió como “su manera, en los momentos difíciles y peligrosos, de hacer las cosas más difíciles y peligrosas”—significa que no vivió para asumir la plena responsabilidad por el infierno de Cuba. El mito puede decir tanto acerca de una época como la verdad. Y es así que gracias a los propios testimonios que el Che brinda de sus pensamientos y de sus actos, y gracias también a su prematura desaparición, podemos saber exactamente cuan engañados están muchos de nuestros contemporáneos respecto de muchas cosas. Guevara puede haberse enamorado de su propia muerte, pero estaba mucho más enamorado de la muerte ajena. En abril de 1967, hablando por experiencia, resumió su idea homicida de la justicia en su “Mensaje a la Tricontinental”: “El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar”. Sus primeros escritos se encuentran también sazonados con esta violencia retórica e ideológica. A pesar de que su ex novia Chichina Ferreyra duda de que la versión original de los diarios de su viaje en motocicleta contenga la observación de “siento que mis orificios nasales se dilatan al saborear el amargo olor de la pólvora y de la sangre del enemigo,” Guevara compartió con Granado en esa temprana edad esta exclamación: “¿Revolución sin disparar un tiro? Estás loco.” En otras ocasiones el joven bohemio parecía incapaz de distinguir entre la frivolidad de la muerte como un espectáculo y la tragedia de las victimas de una revolución. En una carta a su madre en 1954, escrita en Guatemala, donde fue testigo del derrocamiento del gobierno revolucionario de Jacobo Arbenz, escribió: “Aquí estuvo muy divertido con tiros, bombardeos, discursos y otros matices que cortaron la monotonía en que vivía”. La disposición de Guevara cuando viajaba con Castro desde México a Cuba a bordo del Granma es capturada en una frase de una carta a su esposa que redactó el 28 de enero de 1957, no mucho después de desembarcar, publicada en su libro Ernesto: Una Biografía del Che Guevara en Sierra Maestra: “Estoy en la manigua cubana, vivo y sediento de sangre”. Esta mentalidad había sido reforzada por su convicción de que Arbenz había perdido el poder debido a que había fallado en ejecutar a sus potenciales enemigos. En una carta anterior a su ex novia Tita Infante había observado que “Si se hubieran producido esos fusilamientos, el gobierno hubiera conservado la posibilidad de devolver los golpes”. No sorprende que durante la lucha armada contra Batista, y luego tras el ingreso triunfal en La Habana, Guevara asesinara o supervisara las ejecuciones en juicios sumarios de muchísimas personas—enemigos probados, meros sospechados y aquellos que se encontraban en el lugar equivocado en el momento equivocado. En enero de 1957, tal como lo indica su diario desde la Sierra Maestra, Guevara le disparó a Eutimio Guerra porque sospechaba que aquel se encontraba pasando información: “Acabé con el problema dándole un tiro con una pistola del calibre 32 en la sien derecha, con orificio de salida en el temporal derecho...sus pertenencias pasaron a mi poder”. Más tarde mató a tiros a Aristidio, un campesino que expresó el deseo de irse cuando los rebeldes siguieran su camino. Mientras se preguntaba si esta victima en particular “era en verdad lo suficientemente culpable como para merecer la muerte,” no vaciló en ordenar la muerte de Echevarría, el hermano de uno de sus camaradas, en razón de crímenes no especificados: “Tenía que pagar el precio.” En otros momentos simularía ejecuciones sin llevarlas a cabo, como un método de tortura psicológica. Luis Guardia y Pedro Corzo, dos investigadores que se encuentran trabajando en Florida en un documental sobre Guevara, han obtenido el testimonio de Jaime Costa Vázquez, un ex comandante del ejército revolucionario conocido como “El Catalán,” quien sostiene que muchas de las ejecuciones atribuidas a Ramiro Valdés (futuro ministro del interior de Cuba) fueron responsabilidad directa de Guevara, debido a que Valdés se encontraba bajo sus ordenes en las montañas. “Ante la duda, mátalo” fueron las instrucciones del Che. En vísperas de la victoria, según Costa, el Che ordenó la ejecución de un par de docenas de personas en Santa Clara, en Cuba central, hacia donde había marchado su columna como parte de un asalto final contra la isla. Algunos de ellos fueron muertos en un hotel, como ha escrito Marcelo Fernándes-Zayas, otro ex revolucionario que después se convertiría en periodista (agregando que entre los ejecutados había campesinos conocidos como casquitos que se habían unido al ejército simplemente para escapar del desempleo). Pero la “fría máquina de matar” no dio muestra de todo su rigor hasta que, inmediatamente después del colapso del régimen de Batista, Castro lo pusiera a cargo de la prisión de La Cabaña. (Castro tenía un buen ojo clínico para escoger a la persona perfecta para proteger a la revolución contra la infección.) San Carlos de La Cabaña es una fortaleza de piedra que fue utilizada para defender a La Habana contra los piratas ingleses en el siglo dieciocho; más tarde se convirtió en un cuartel militar. De una manera que evoca al escalofriante Lavrenti Beria, Guevara presidió durante la primera mitad de 1959 uno de los periodos más oscuros de la revolución. José Vilasuso, abogado y profesor en la Universidad Interamericana de Bayamón en Puerto Rico, quien pertenecía al grupo encargado del proceso judicial sumario en La Cabaña, me dijo recientemente que “El Che dirigió la Comisión Depuradora. El proceso se regía por la ley de la sierra: tribunal militar de hecho y no jurídico, y el Che nos recomendaba guiarnos por la convicción. Esto es: “Sabemos que todos son unos asesinos, luego proceder radicalmente es lo revolucionario”. Miguel Duque Estrada era mi jefe inmediato. Mi función era de instructor. Es decir legalizar profesionalmente la causa y pasarla al ministerio fiscal, sin juicio propio alguno. Se fusilaba de lunes a viernes. Las ejecuciones se llevaban a cabo de madrugada, poco después de dictar sentencia y declarar sin lugar (de oficio) la apelación. La noche más siniestra que recuerdo se ejecutaron siete hombres”. Javier Arzuaga, el capellán vasco que les brindaba consuelo a aquellos condenados a morir y que presenció personalmente docenas de ejecuciones, habló conmigo recientemente desde su casa en Puerto Rico. Ex sacerdote católico de setenta y cinco años de edad, quien se describe como “más cercano a Leonardo Boff y a la Teología de la Liberación que al ex cardenal Cardinal Ratzinger,” Arzuaga recuerda que “La cárcel de La Cabaña se mantuvo llena a rebosar. Sobre 800 hombres hacinados en un espacio pensado para no más de 300: militares batistianos o miembros de algunos de los cuerpos de la policía, algunos “chivatos”, periodistas, empresarios o comerciantes. El juez no tenía por qué ser hombre de leyes; sí, en cambio, pertenecer al ejército rebelde, al igual que los compañeros que ocupaban con él la mesa del tribunal. Casi todas las vistas de apelación estuvieron presididas por el Che Guevara. No recuerdo ningún caso cuya sentencia fuera revocada en esas vistas. Todos los días yo visitaba la “galera de la muerte”, donde permanecían los prisioneros desde que eran sentenciados a muerte. Corrió la voz de que yo hipnotizaba a los condenados antes de salir para el paredón y que por eso se daban tan fáciles las cosas, sin escenas desagradables, y el Che Guevara dio orden de que nadie fuera conducido al paredón sin que yo estuviera presente. Yo asistí a 55 fusilamientos hasta el mes de mayo, cuando me fui. Eso no quiere decir que no se siguiera fusilando. Herman Marks era un americano, se decía que era prófugo de la justicia. Lo llamábamos “el carnicero” porque gozaba gritando “pelotón, atención, preparen, apunten, fuego”. Conversé varias veces con el Che con el fin de interceder por determinadas personas. Recuerdo muy bien el caso de Ariel Lima que era menor de edad, pero fue inflexible. Lo mismo puedo decir de Fidel Castro, a quien acudí también en dos ocasiones con igual propósito. Sufrí un trauma. A finales de mayo me sentía mal y se me recomendó abandonar la parroquia de Casa Blanca, dentro de cuyos límites se encontraba La Cabaña y que yo había atendido en los últimos tres años. Me fui a México para un tratamiento. Cuando nos despedíamos, el Che Guevara me dijo que nos habíamos llevado bien, tratando los dos de sacar el otro de su campo para atraerlo al de uno. “Hemos fracasado los dos. Cuando nos quitemos las caretas que hemos llevado puestas, seremos enemigos frente a frente”. ¿Cuánta gente fue asesinada en La Cabaña? Pedro Corzo ofrece una cifra de unos doscientos, similar a la proporcionada por Armando Lago, un profesor de economía retirado que ha compilado una lista de 179 nombres como parte de un estudio de ocho años sobre las ejecuciones en Cuba. Vilasuso me dijo que cuatrocientas personas fueron ejecutadas entre el mes de enero y fines de junio de 1959 (fecha en el que el Che dejó de estar a cargo de La Cabaña). Los cables secretos enviados por la Embajada de los Estados Unidos en La Habana al Departamento de Estado en Washington hablan de "más de 500." Según Jorge Castañeda, uno de los biógrafos de Guevara, un católico vasco simpatizante de la revolución, el fallecido Padre Iñaki de Aspiazú, hablaba de setecientas victimas. Félix Rodríguez, un agente de la CIA quien fue parte del equipo a cargo de la captura de Guevara en Bolivia, me dijo que él encaró al Che después de su captura respecto de "las dos mil y pico" ejecuciones por las que fue responsable durante su vida. "Dijo que todos eran agentes de la CIA y no se refirió a la cifra," recuerda Rodríguez. Las cifras más altas pueden incluir ejecuciones que tuvieron lugar en los meses posteriores a la fecha en que el Che dejó de estar a cargo de la prisión. Lo cual nos trae de regreso a Carlos Santana y a su elegante indumentaria del Che. En una carta abierta publicada en El Nuevo Herald el 31 de marzo de este año, el gran músico de jazz Paquito D''Rivera reprochó a Santana su vestuario en la ceremonia de los Premios Oscar, y agregó: “Uno de esos cubanos fue mi primo Bebo, preso allí precisamente por ser cristiano. El me cuenta siempre con amargura cómo escuchaba desde su celda en la madrugada los fusilamientos sin juicio de mucho que morían gritando “¡Viva Cristo Rey!”. El ansia de poder del Che tenía otras maneras de expresarse además del asesinato. La contradicción entre su pasión por viajar—una especie de protesta contra las limitaciones del estado-nación—y su impulso por convertirse en un estado esclavizante en relación a otras personas es patético. Al escribir acerca de Pedro Valdivia, el conquistador de Chile, Guevara reflexionaba: "Pertenecía a esa clase especial de hombres a los que la especie produce de vez en cuando, en quienes un anhelo por el poder ilimitado es tan extremo que cualquier sufrimiento para lograrlo parece natural." Podría haber estado describiéndose así mismo. En cada etapa de su vida adulta, sus megalomanía se manifestaba en el impulso depredador por apoderarse de las vidas y de la propiedad de otras personas, y de abolir su libre voluntad. En 1958, después de tomar la ciudad de Sancti Spiritus, Guevara intento sin éxito imponer una especie de sharia, regulando las relaciones entre los hombres y las mujeres, el uso del alcohol, y el juego informal—un puritanismo que no caracterizaba precisamente su propia forma de vida. Les ordenó también a sus hombres que asaltaran bancos, una decisión que justificó en una carta a Enrique Oltuski, un subordinado, en noviembre de ese año: "Las masas que luchan están de acuerdo con asaltar a los bancos porque ninguno de ellos tiene un centavo en los mismos." Esta idea de la revolución como una licencia para reasignar la propiedad según le conviniese condujo al puritano marxista a apoderarse de la mansión de un emigrante tras el triunfo de la revolución. El impulso de desposeer a los demás de su propiedad y de reclamar la propiedad del territorio de otros fue central a la política opresiva de Guevara. En sus memorias, el líder egipcio Gamal Abdel Nasser cuenta que Guevara le preguntó cuántas personas habían abandonado su país debido a la reforma agraria. Cuando Nasser replicó que ninguna, el Che contestó enojado que la manera de medir la profundidad del cambio es a través del número de individuos “que sienten que no hay lugar para ellos en la nueva sociedad.” Este instinto depredador alcanzó un apoteosis en 1965, cuando empezó a hablar, como Dios, acerca del "Hombre Nuevo" que él y su revolución crearían. La obsesión del Che con el control colectivista lo llevó a colaborar en la formación del aparato de seguridad que fue establecido para subyugar a seis millones y medio de cubanos. A comienzos de 1959, una serie de reuniones secretas tuvo lugar en Tarará, cerca de La Habana, en la mansión a la cual el Che temporalmente se retiró para recuperarse de una enfermedad. Allí fue donde los líderes principales, incluido Castro, diseñaron al estado policíaco cubano. Ramiro Valdés, subordinado del Che durante la guerra de guerrillas, fue puesto al mando del G-2, un cuerpo inspirado en la Cheka. Angel Ciutah, un veterano de la Guerra Civil española enviado por los soviéticos que había estado muy cerca de Ramón Mercader, el asesino de Trotsky, y que más tarde entablaría amistad con el Che, desempeñó un papel fundamental en la organización del sistema, junto con Luis Alberto Lavandeira, quien había servido al jefe en La Cabaña. El propio Guevara se hizo cargo del G-6, el grupo al que se le encomendó el adoctrinamiento ideológico de las fuerzas armadas. La invasión respaldada por los EE.UU. de Bahía de Cochinos en abril de 1961 se convirtió en la ocasión perfecta para consolidar al nuevo estado policíaco, con el acorralamiento de decenas de miles de cubanos y una nueva serie de ejecuciones. Como el mismo Guevara le expresó al embajador soviético Sergei Kudriavtsev, los contrarrevolucionarios nunca “volverían a levantar su cabeza.” "Contrarrevolucionario" es el término que se le aplicaba a cualquiera que se apartara del dogma. Era el equivalente comunista de "hereje." Los campos de concentración eran una forma en la cual el poder dogmático era empleado para suprimir el disenso. La historia le atribuye al general español Valeriano Weyler, el capitán general de Cuba a finales del siglo diecinueve, haber empleado por vez primera a la palabra "concentración" para describir la política de cercar a las masas de potenciales opositores—en su caso a los simpatizantes del movimiento independentista cubano—con alambre de púas y empalizadas. Qué irónico (y apropiado) que los revolucionarios de Cuba más de medio siglo después continuasen con esta tradición local. Al principio, la revolución movilizó a voluntarios para construir escuelas y para trabajar en los puertos, plantaciones, y fábricas—todas ellas exquisitas oportunidades fotográficas para el Che el estibador, el Che el cortador de caña, el Che el fabricante de telas. No pasó mucho tiempo antes de que el trabajo voluntario se volviese un poco menos voluntario: el primer campamento de trabajos forzados, Guanahacabibes, fue establecido en Cuba occidental hacia el final de 1960. Así es como el Che explicaba la función desempeñada por este método de confinamiento: “A Guanahacabibes se manda a la gente que no debe ir a la cárcel , la gente que ha cometido faltas a la moral revolucionaria de mayor o menor grado...es trabajo duro, no trabajo bestial”. Este campamento fue el precursor del confinamiento sistemático, a partir de 1965 en la provincia de Camagüey, de disidentes, homosexuales, victimas del SIDA, católicos, Testigos de Jehová, sacerdotes afro-cubanos, y otras escorias por el estilo, bajo la bandera de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP). Hacinados en autobuses y camiones, los "desadaptados" serían transportados a punta de pistola a los campos de concentración organizados sobre la base del modelo de Guanahacabibes. Algunos nunca regresarían; otros serían violados, golpeados, o mutilados; y la mayoría quedarían traumatizados de por vida, como el sobrecogedor documental de Néstor Almendros Conducta Impropia se lo mostrara al mundo un par de décadas atrás. De esta manera, la revista Time parece haber errado en agosto de 1960 cuando describió a la división del trabajo de la revolución con una nota de tapa presentando al Che Guevara como el "cerebro," a Fidel Castro como el "corazón" y a Raúl Castro como el "puño." Pero la percepción revelaba el papel crucial de Guevara en hacer de Cuba un bastión del totalitarismo. El Che era de alguna manera un candidato improbable para la pureza ideológica, dado su espíritu bohemio, pero durante los años de entrenamiento en México y en el periodo resultante de la lucha armada en Cuba emergió como el ideólogo comunista locamente enamorado de la Unión Soviética, en gran medida para molestia de Castro y de otros que eran esencialmente oportunistas dispuestos a utilizar cualquier medio necesario para ganar poder. Cuando los aspirantes a revolucionarios fueron arrestados en México en 1956, Guevara fue el único que admitió que era un comunista y que estaba estudiando ruso. (Habló abiertamente de su relación con Nikolai Leonov de la Embajada Soviética.) Durante la lucha armada en Cuba, forjó una férrea alianza con el Partido Socialista Popular (el partido comunista de la isla) y con Carlos Rafael Rodríguez, un jugador importante en la conversión del régimen de Castro al comunismo. Esta fanática disposición convirtió al Che en una parte esencial de la "sovietización" de la revolución que se había jactado reiteradamente de su carácter independiente. Muy poco después de que los barbudos llegaran al poder, Guevara participó de negociaciones con Anastas Mikoyan, el vice primer ministro soviético, quien visitó Cuba. Le fue confiada la misión de promover las negociaciones soviético-cubanas durante una visita a Moscú a finales de 1960. (La misma fue parte de un largo viaje en el cual la Corea del Norte de Kim Il Sung fue el país que “más” le impresionó.) El segundo viaje a Rusia de Guevara, en agosto de 1962, fue aún más significativo, en razón de que el mismo selló el acuerdo para convertir a Cuba en una cabeza de playa nuclear soviética. Se reunió con Khrushchev en Yalta para finalizar los detalles sobre una operación que ya se había iniciado y que involucraba la introducción en la isla de cuarenta y dos misiles soviéticos, la mitad de los cuales estaban armados con ojivas nucleares, así como también lanzadores y unos cuarenta y dos mil soldados. Tras presionar a sus aliados soviéticos sobre el peligro de que los Estados Unidos pudiesen descubrir lo que estaba aconteciendo, Guevara obtuvo garantías de que la marina soviética intervendría—en otras palabras, de que Moscú estaba preparada para ir a la guerra. Según la biografía de Guevara de Philippe Gavi, el revolucionario había alardeado que "su país se encuentra deseoso de arriesgarlo todo en una guerra atómica de inimaginable capacidad destructiva para defender un principio." Apenas después de finalizada la crisis de los misiles cubanos—cuando Khrushchev renegó de la promesa hecha en Yalta y negoció un acuerdo con los Estados Unidos a espaldas de Castro que incluía la remoción de los misiles estadounidenses de Turquía—Guevara dijo a un periódico comunista británico: "Si los cohetes hubiesen permanecido, los hubiésemos utilizado a todos y dirigido contra el mismo corazón de los Estados Unidos, incluida Nueva York, en nuestra defensa contra la agresión." Y un par de años más tarde, en las Naciones Unidas, fue leal a las formas: "Como marxistas hemos sostenido que la coexistencia pacífica entre las naciones no incluye a la coexistencia entre los explotadores y el explotado." Guevara se distanció de la Unión Soviética en los últimos años de su vida. Lo hizo por las razones equivocadas, culpando a Moscú por ser demasiado blando ideológica y diplomáticamente, y hacer demasiadas concesiones—a diferencia de la China maoísta, a la cual llegó a ver como un refugio de la ortodoxia. En octubre de 1964, un memo escrito por Oleg Daroussenkov, un funcionario soviético cercano a él, cita a Guevara diciendo: "Les pedimos armas a los checoslovacos; y nos rechazaron. Luego se las pedimos a los chinos; dijeron que sí en pocos días, y ni siquiera nos cobraron, declarando que uno no le vende armas a un amigo." En realidad, Guevara se resintió por el hecho de que Moscú le estaba solicitando a otros miembros del bloque comunista, incluida Cuba, algo a cambio de su colosal ayuda y de su apoyo político. Su ataque final contra Moscú llegó en Argelia, en febrero de 1965, en una conferencia internacional en la que acusó a los soviéticos de adoptar la "ley del valor," es decir, el capitalismo. Su ruptura con los soviéticos, en síntesis, no fue un grito en favor de la independencia. Fue un alarido al estilo de Enver Hoxha en aras de la total subordinación de la realidad a la ciega ortodoxia ideológica. El gran revolucionario tuvo una oportunidad de poner en práctica su visión económica—su idea de la justicia social—como director del Banco Nacional de Cuba y del Departamento de Industria del Instituto Nacional de la Reforma Agraria a fines de 1959, y, desde principios de 1961, como ministro de industria. El periodo en el cual Guevara estuvo a cargo de la mayor parte de la economía cubana atestiguó el cuasi colapso de la producción de azúcar, el fracaso de la industrialización y la introducción del racionamiento—todo esto en el que había sido uno de los cuatros países económicamente más exitosos de América Latina desde antes de la dictadura de Batista. Su tarea como director del Banco Nacional, durante la cual imprimió billetes que llevaban la firma "Che," ha sido sintetizada por su asistente, Ernesto Betancourt: “Encontré en el Che una ignorancia absoluta de los principios más elementales de la economía”. Los poderes de percepción de Guevara respecto de la economía mundial fueron muy bien expresados en 1961, durante una conferencia hemisférica celebrada en Uruguay, donde predijo una tasa de crecimiento para Cuba del 10 por ciento "sin el menor temor," y, para 1980, un ingreso per capita mayor que el de "los EE.UU. en la actualidad." En verdad, hacia 1997, el trigésimo aniversario de su muerte, los cubanos se encontraban bajo una dieta consistente en una ración de cinco libras de arroz y una libra de frijoles por mes; cuatro onzas de carne dos veces al año; cuatro onzas de pasta de soja por semana; y cuatro huevos por mes. La reforma agraria le quitó tierra al rico, pero se la dio a los burócratas, no a los campesinos. (El decreto fue redactado en la casa del Che.) En el nombre de la diversificación, el área cultivada fue reducida y la mano de obra disponible distraída hacia otras actividades. El resultado fue que entre 1961 y 1963, la cosecha se redujo a la mitad: apenas unos 3,8 millones de toneladas métricas. ¿Se justificaba este sacrificio por el fomento de la industrialización cubana? Desdichadamente, Cuba carecía de materias primas para la industria pesada, y, como una consecuencia de la redistribución revolucionaria, no contaba con una moneda sólida con la cual adquirirlas—o incluso adquirir los productos básicos. Para 1961, Guevara estaba teniendo que dar explicaciones embarazosas a los trabajadores en la oficina: "Nuestros camaradas técnicos en las compañías han producido una pasta dental... tan buena como la anterior; limpia exactamente lo mismo, a pesar de que después de un tiempo se vuelve una piedra." Para 1963, todas las esperanzas de industrializar a Cuba fueron abandonadas, y la revolución aceptó su rol de proveedora colonial de azúcar al bloque soviético a cambio de petróleo para cubrir sus necesidades y para revenderlo a otros países. Durante las tres décadas siguientes, Cuba sobreviviría en base a un subsidio soviético de más o menos entre $65 mil millones y $100 mil millones. Habiendo fracasado como héroe de la justicia social, ¿merece Guevara un lugar en los libros de historia como un genio de la guerra de guerrillas? Su mayor logro militar en la lucha contra Batista—la toma de la ciudad de Santa Clara después de emboscar un tren con pesados refuerzos—es seriamente cuestionado. Numerosos testimonios indican que el conductor del tren se rindió de antemano, acaso tras aceptar sobornos. (Gutiérrez Menoyo, quien dirigía un grupo guerrillero diferente en esa área, está entre aquellos que han criticado la historia oficial de Cuba sobre la victoria de Guevara.) Inmediatamente después del triunfo de la revolución, Guevara organizó ejércitos guerrilleros en Nicaragua, la República Dominicana, Panamá, y Haití—todos los cuales fueron aplastados. En 1964, envió al revolucionario argentino Jorge Ricardo Masetti a su muerte al persuadirlo de que montase un ataque contra su país natal desde Bolivia, justo después de que la democracia representativa había sido restablecida en la Argentina. Particularmente desastrosa fue la expedición al Congo en 1965. Guevara se alió con dos rebeldes—Pierre Mulele en el oeste y Laurent Kabila en el este—contra el desagradable gobierno congoleño, el cual era sostenido por los Estados Unido, por mercenarios sudafricanos y exiliados cubanos. Mulele había tomado posesión de Stanleyville antes de ser repelido. Durante su reinado de terror, tal como lo ha escrito V.S. Naipaul, asesinó a todos aquellos que podían leer y a todos los que vestían una corbata. Respecto del otro aliado de Guevara, Laurent Kabila, se trataba meramente de un perezoso y un corrupto por aquel entonces; pero el mundo descubriría en los años 90 que también él era una máquina de matar. En cualquier caso, Guevara se pasó gran parte de 1965 ayudando a los rebeldes en el este antes de abandonar el país de manera ignominiosa. Poco tiempo después, Mobutu llegó al poder e instaló una tiranía de décadas. (En los países latinoamericanos, de Argentina al Perú, las revoluciones inspiradas en el Che tuvieron el mismo resultado practico de reforzar el militarismo brutal durante muchos años.) En Bolivia, el Che fue nuevamente derrotado, y por última vez. Malinterpretó la situación local. Una reforma agraria había tenido lugar unos años antes; el gobierno había respetado muchas de las instituciones de las comunidades campesinas; y el ejército era cercano a los Estados Unidos a pesar de su nacionalismo. "Las masas campesinas no nos ayudan en absoluto" fue la melancólica conclusión de Guevara en su diario boliviano. Aún peor, Mario Monje, el líder comunista local, quien no tenía estómago para una guerra de guerrillas tras haber sido humillado en los comicios, condujo a Guevara hacia una ubicación vulnerable en el sudeste del país. Las circunstancias de la captura del Che en la quebrada del Yuro, poco después de reunirse con el intelectual francés Régis Debray y el pintor argentino Ciro Bustos, ambos arrestados cuando abandonaban el campamento, fueron, como gran parte de la expedición boliviana, cosa de aficionados. Guevara fue ciertamente audaz y corajudo, y rápido para organizar la vida en base a principios militares en los territorios bajo su control, pero no era un General Giap. Su libro La Guerra de Guerrillas enseña que las fuerzas populares pueden vencer a un ejército, que no es necesario aguardar a que se den las condiciones necesarias ya que un foco insurreccional puede provocarlos, y que el combate debe tener lugar principalmente en el campo. (En su receta para la guerra de guerrillas, reserva también para las mujeres el rol de cocineras y enfermeras.) Sin embargo, el ejército de Batista no era un ejército sino un corrupto manojo de matones carente de motivación y sin mucha organización; los focos guerrilleros, con la excepción de Nicaragua, terminaron todos en cenizas para los foquistas, y América Latina se ha vuelto urbana en un 70 por ciento en estas últimas cuatro décadas. Al respecto, también, el Che Guevara fue un cruel alucinado. En las últimas décadas del siglo diecinueve, Argentina tenía la segunda tasa de crecimiento más grande del mundo. Hacia la década de 1890, el ingreso real de los trabajadores argentinos era superior al de los trabajadores suizos, alemanes, y franceses. Para 1928, ese país ocupaba el duodécimo lugar en el mundo en cuanto a su PBI per capita. Ese logro, que las siguientes generaciones arruinarían, se debió en gran medida a Juan Bautista Alberdi. Al igual que Guevara, a Alberdi le gustaba viajar: caminó a través de las pampas y de los desiertos de norte a sur a los catorce años de edad, rumbo a Buenos Aires. Como Guevara, Alberdi se oponía a un tirano, Juan Manuel Rosas. Igual que Guevara, Alberdi tuvo la oportunidad de influir sobre un líder revolucionario en el poder—Justo José de Urquiza, quien derrocó a Rosas en 1852. Como Guevara, Alberdi representó al nuevo gobierno en giras mundiales, y murió en el exterior. Pero a diferencia del viejo y nuevo predilecto de la izquierda, Alberdi nunca mató una mosca. Su libro, Bases y puntos de partida para la organización de la República Argentina, fue la base de la Constitución de 1853 que limitó el Estado, abrió el comercio, alentó la inmigración y aseguró los derechos de propiedad, inaugurando de ese modo un periodo de setenta años de asombrosa prosperidad. No se entremetió en los asuntos de otras naciones, oponiéndose a la guerra de su país contra Paraguay. Su semblante no adorna el abdomen de Mike Tyson. Este trabajo fue originalmente publicado en inglés por la revista The New Republic bajo el titulo de The Killing Machine: Che Guevara, from Communist Firebrand to Capitalist Brand, en sus ediciones del 11 y 18 de julio de 2005. Traducido por Gabriel Gasave Referencias Alvaro Vargas Llosa - www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=1535 Julio Cortázar le escribió al Che No nos vimos nunca pero no importaba. Yo tuve un hermano que iba por los montes mientras yo dormía. Lo quise a mi modo, le tomé su voz libre como el agua, caminé de a ratos cerca de su sombra. No nos vimos nunca pero no importaba, mi hermano despierto mientras yo dormía, mi hermano mostrándome detrás de la noche su estrella elegida. Carlos Puebla Hasta Siempre (guajira) Aprendimos a quererte, desde la histórica altura, donde el sol de tu bravura le puso cerco a la muerte. Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia de tu querida presencia, Comandante Che Guevara. Tu mano gloriosa y fuerte sobre la historia dispara, cuando todo Santa Clara se despierta para verte. Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia de tu querida presencia, Comandante Che Guevara. Vienes quemando la brisa con soles de primavera para plantar la bandera con la luz de tu sonrisa Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia de tu querida presencia, Comandante Che Guevara. Tu amor revolucionario te conduce a nueva empresa, donde espera la firmeza de tu brazo libertario. Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia de tu querida presencia, Comandante Che Guevara. Seguiremos adelante como junto a ti seguimos y con Fidel te decimos: «¡Hasta siempre Comandante!» Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia de tu querida presencia, Comandante Che Guevara. Ernesto Guevara en Santa Clara. Diciembre 1958

#Argentinos

Carmen Yánez Hidalgo Carmen Yánez Hidalgo

Carmen Yánez nacida en Santiago en 1952, es una de las poetas chilenas más sobresalientes en la actualidad. Su poesía tiene una dulzura estremecedora que invita a la contemplación y fascina a todo aquel que haya nacido con cierta tendencia instintiva hacia la belleza. Su vida, como la de tantas escritoras legendarias, está llena de dolor, pero no exenta de felicidad. Ella, como Anna Ajmátova, Marina Tsvietáieva o María Teresa de León, vivió en carne propia uno de los episodios más terribles de la historia del siglo XX, razón por la cual debió exiliarse en Suecia desde 1981. En 1997 cambió su residencia a España. En Gijón, Asturias, encontró un paisaje que la fascinó y el regocijo de volver al más puro origen, que para ella, como para todo escritor auténtico, está en el idioma. Aunque había empezado a publicar en revistas desde Suecia no fue sino hasta 1998 cuando apareció su primer libro “Paisaje de Luna Fría”. Muy pronto su poemario fue traducido y editado en Italia. En el 2001 publica “Habitata dalla memoria”. Al año siguiente recibe en España el prestigioso premio de poesía “Nicolás Guillén”. Su más reciente título “Alas del viento”, aparecido en el 2006 fue traducido en Francia por el Atelier de traduction d´espagnol de Saint Malo que Claude Couffon dirige en La Maison des poètes et des écrivains. Ese mismo año se publicó en Italia en edición bilingüe el libro “Tierra de Manzanas”. Desde hace poco más de una década forma parte del consejo de redacción de la revista del Salón del Libro Iberoamericano de Gijón. Y es una de las mejores promotoras de la poesía que haya conocido jamás. Los recitales poéticos que organiza en Gijón todos los años durante el Salón del Libro tienen un éxito absoluto, porque Carmen, además del cuidado que pone en cada detalle, tiene el don de la armonía. En un mundo que aparenta inclinarse cada vez más por lo corriente Carmen Yánez sobresale por ser una mujer extraordinaria. Queridos lectores, los invito a disfrutar los poemas que la misma autora envió para ustedes. No se sorprendan si sienten que en ellos se escucha un crujir de huesos, una ráfaga de lluvia, una ola que vuelve a estallar, porque la vida es una sola y sus palabras suenan claras y precisas en la voz de un verdadero poeta. Referencias http://www.laurenmendinueta.com/carmen-yanez-poeta-chilena/

#Chilenos #Mujeres

José Gorostiza José Gorostiza

José Gorostiza Alcalá (San Juan Bautista, hoy Villahermosa, Tabasco, 10 de noviembre de 1901 - Ciudad de México, 16 de marzo de 1973) fue un poeta mexicano, formó parte del grupo de la revista Contemporáneos (1928-1931). Se trasladó a la Ciudad de México y en 1920 concluyó los estudios de bachiller en Letras. Perteneció al llamado grupo de Los Contemporáneos (1928-1931). Fue profesor de Literatura Mexicana en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, en 1929; de Historia Moderna en la Escuela Nacional de Maestros, en 1932, y jefe del Departamento de Bellas Artes de la Secretaría de Educación Pública. De 1958 a 1963 trabajó como subsecretario de la Secretaría de Relaciones y como secretario de la misma en 1964. Fue miembro del servicio diplomático como canciller de primera en el servicio exterior, para lo que se trasladó a Londres en 1927. De 1937 a 1939 fungió como segundo secretario de la Legación en Copenhague y como Primer secretario en Roma de 1939 a 1940. En 1944 se desempeñó como ministro plenipotenciario y director general de Asuntos Políticos y del Servicio Diplomático; en 1946 fue asesor del representante de México ante el Consejo de Seguridad de la ONU. De 1950 a 1951 fue embajador de México en Grecia. De 1953 a 1964 participó como delegado en muchas conferencias internacionales y de 1965 a 1970 ocupó la presidencia de la Comisión Nacional de Energía Nuclear. El 14 de mayo de 1954 fue electo miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, correspondiente de la española, y el 22 de marzo de 1955 lo fue de número, en la silla número XXXV,1 aunque sus biógrafos refieren que no fue un hombre de cenáculo. A pesar de sus dotes fue un literato prolífico; hay quien opina que sus actividades diplomáticas y políticas se le permitieron. Publicaciones Publicó únicamente cuatro libros: el primero, Canciones para cantar en las barcas (1925), se caracteriza por la pureza de su línea y delicadeza de su lirismo. La interrelación de estos elementos le permitió escribir poemas aparentemente simples, pero sumamente complejos en su significación y lirismo. Después de catorce años, durante los cuales sus poemas permanecieron inéditos o dispersos en revistas y antologías, apareció Muerte sin fin (1939), uno de los más importantes poemas largos escritos en español; en éste, los versos dejan la simplicidad y, sin abandonar el diálogo entre vida común y expresión exacta, se sumergen en una búsqueda poética exhaustiva del ser, en el mundo y en la muerte. En 1964 apareció Poesía, libro en el que reúne las obras anteriores, además de poemas y fragmentos bajo el título "Del poema frustrado", y el ensayo "Notas sobre poesía", que había pronunciado como discurso de ingreso en la Academia de la Lengua. En 1969 publicó un volumen de Prosa. Valoración de su obra Si el nombre de Gorostiza se compara con los nombres de algunos de los mayores poetas universales, es porque en efecto la breve obra de este autor es también la de uno de los más profundos poetas de nuestra época. De espíritu sutil y profundo, se le conoce como "el poeta de la inteligencia". Artista valeroso y exigente, cuyo resultado es la pureza más acendrada de la esencia lírica. Premios * Premio Mazatlán de Literatura 1964 con Obras * Premio Nacional de Ciencias y Artes en Literatura 1968. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/José_Gorostiza

#Mexicanos

Mardam Mardam

Hola amigos soy Mardam de Lima Perú, COACH MOTIVACIONAL Y ASESOR EDUCATIVO. Soy autodidacta hace 15 años en temas de la mente humana, filosofía y metafísica. Egresado de la Universidad Villarreal en Lima Perú en la carrera de Ingeniería geográfica y ambiental, especialidad de ecología. Mucho de mi conocimiento de los temas mencionados estan plasmados en algunos textos que he publicado por internet y otros que aun no he publicado pero que he ido desarrolando en mi blog http://www.mentefilosofica.com/ desde el 2007. Soy editor de las siguientes páginas: http://www.exitoydesarrollopersonal.com/ http://www.purotip.com/ http://www.prosperidadespiritual.com/ Me especializo en escribir ensayos, poemas y tips sobre autoayuda y motivación perosnal. Mi conocimiento autodidacta está referido a lectura de cientos de libros de filosofía, psicología, la mente humana, autoyuda y de la cultura oriental. Además asistencia a decenas de seminarios y talleres afines a los temas mencionados, el trabajo en un consultorio esotérico y experiencias personales. A lo largo de estos últimos años he recibido cientos de mails de personas con problemas a muchas de las cuales se les ha respondido siempre de buena fe y con la confianza de que algunas ideas les hayan servido para encontrar algunas respuestas a sus problemas. De hecho en estos años he recibido también muchos mails de agradecimiento, lo que me ha generado una gran satisfacción. Las respuestas a los usuarios por mail gratuitamente siempre estarán, con gusto porque estamos para servir y siempre que haya tiempo trataré de responder a todos los que pueda. En blogs, redes sociales encontrarán mis escritos. https://www.facebook.com/ElEnfoqueCorrecto https://www.facebook.com/Mardam66 https://plus.google.com/u/0/b/100381621942688976802/100381621942688976802/posts Pronto estaré publicando mi primer libro de autosuperaciín titulado EL ENFOQUE CORRECTO GRACIAS

Jorge Cuesta Jorge Cuesta

Jorge Mateo Cuesta Porte-Petit (1903-1942) fue un químico, poeta, ensayista y editor mexicano. Nació en Córdoba, Veracruz, en donde realizó sus primeros estudios. En la Ciudad de México estudió la carrera de ciencias químicas. En 1927 conoció a Guadalupe Marín (entonces esposa del pintor Diego Rivera), que más tarde sería su esposa, y ese mismo año publicó su polémica Antología de la poesía mexicana moderna. En 1928 viajó a Europa, donde estuvo en contacto con André Breton, Carlos Pellicer, Samuel Ramos y Agustín Lazo. A partir de 1930 formó parte del grupo Los contemporáneos, quienes lo llamaron "El Alquimista". Su poesía es descarnada, racionalista, utiliza como temas la ansiedad, el pesimismo, la vejez, la muerte, el equilibrio, etc. Privilegió la forma del soneto. Su poema más ambicioso y mejor logrado es "Canto a un dios mineral", que es agrupado por la crítica en la tradición mexicana del poema filosófico junto con "Primero Sueño" de Sor Juana Inés de la Cruz, "Muerte sin fin" de José Gorostiza, "Blanco" de Octavio Paz e "Incurable" de David Huerta. Colaboró en la Revista Ulises, El Universal, contemporáneos, Voz nacional, Letras de México y El Nacional. En 1932 fundó la revista Examen. Su poesía fue recopilada póstumamente en dos ediciones, una prologada por Alí Chumacero y otra por Elías Nandino y Rubén Salazar Mallén. En 1964 la Universidad Nacional Autónoma de México publicó todo lo que se conoce de su obra poética y ensayística en cuatro volúmenes. Jorge Cuesta se quitó la vida el 13 de agosto de 1942 en el sanatorio del doctor Lavista, en Tlalpan. Tenía 38 años cuando, aprovechando un descuido de los enfermeros, se colgó con sus propias sábanas de los barrotes de la cama. Había sido internado por un segundo acceso de locura que lo había llevado a acuchillarse los genitales. Recaía en una crisis de paranoia que había superado en el Hospital Mixcoac dos años antes. Una noche, en un café, Cuesta dejó escrita la siguiente frase en un papel: "Porque me pareció poco suicidarme una sola vez. Una sola vez no era, no ha sido suficiente". Con el tiempo estas palabras se han convertido en profecía cumplida pues, efectivamente, el suicidio de Cuesta tiene que ser revivido por cada lector que se interna en su "Canto a un dios mineral" con el ánimo de entender este poema que ha sido calificado de "hermético". Porque, en realidad, como dijo Rubén Salazar Mallén, su poesía es oscura sólo para quienes no conocen su vida o, en palabras de Alí Chumacero, su poesía es poco diferente de lo que vivió. Referencias wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Jorge_Cuesta

#Mexicanos Muerte por suicidio

Andrés Fernández de Andrada Andrés Fernández de Andrada

Fue capitán del ejército español y estuvo en México, donde murió en la más absoluta pobreza, e ignorado de todos. Se le conoce fundamentalmente como autor de una obra que figura en todas las antologías de poesía clásica española por su perfección, la Epístola moral a Fabio, cumbre de la epístola horaciana en España. Sus fuentes literarias vienen del Antiguo Testamento, Séneca y Horacio y representa el espíritu de tradición senequista y de ascetismo cristiano en España, invitando a la resignación de una vida en "aurea mediocritas" o "dorada medianía" y reflexionando sobre la brevedad de la vida y la condición humana. La autoría del poema ha sido demostrada modernamente, por más que se atribuyera en principio a otros poetas de la época como Bartolomé Leonardo de Argensola o Francisco de Rioja. El primero en atinar con el verdadero escritor del poema fue Adolfo de Castro en un trabajo publicado en 1875, y Dámaso Alonso lo confirmó muchos años después con nuevos datos. El destinatario del poema en tercetos encadenados fue el corregidor de la ciudad de México Alonso Tello de Guzmán, deseoso de pretender cargos en la Corte, y le invita a la búsqueda de la virtud, la resignación y el "áureo equlilibrio", cantado ya por Horacio y Fray Luis de León en sus poesías. El poema se desarrolla con un visible ritmo bimembre, recurriendo al artificio del braquistiquio para destacar el significado de las palabras importantes. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Andrés_Fernández_de_Andrada

#Españoles #Sevillanos

José Kozer José Kozer

José Kozer es un escritor cubano nacido en La Habana el 28 del marzo de 1940 pero radicado en los Estados Unidos desde 1960. Ha publicado más de cincuenta libros, la gran mayoría de poesía, aunque entre ellos también se encuentran diarios y narrativa. Se le ha clasificado dentro de la estética neobarroca. Ejerció durante tres décadas como profesor de literatura hispana en Queen College de New York. Radica en Hallandale, Florida. Sus padres eran judíos procedentes de Centro Europa. José Kozer es el ganador del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2013. Algunas obras * Padres y otras profesiones. Nueva York. Ed. Villa Miseria. 33 págs. 1972. * Por la libre. Nueva York. Ed. Bayú-Menoráh. 104 págs. 1973. * Este judío de números y letras. Tenerife. Canarias. Ed. Católica. Ed. Nuestro Arte. 43 págs. 1975. *Y así tomaron posesión en las ciudades. Ámbito Literario. Barcelona. 113 págs. 1978. Jarrón De Las Abreviaturas. México. Ed. Premiá. Sa. 56 págs. 1980. * La rueca de los semblantes. León (España). Ed. Instituto Fray Bernardino De Sahagún. 70 págs. 1980. * Bajo este cien. México. FCE. 140 págs. 1983. * La garza sin sombras. Barcelona. Ed. llibres del Mall (Serie Ibérica). 160 págs. 1985. * El carillón de los muertos. Buenos Aires. Ed. Último Reino. 75 págs. 1987. * Carece de causa. Buenos Aires. Ed. Último Reino. 156 Págs. 1988. * De donde oscilan los seres en sus proporciones. Tenerife (Canarias). H.A. Editor. 84 págs. 1990. * Et mutabile. Xalapa, Veracruz. Ed. Graffiti. 65 págs. 1995. * Réplicas. Selección y prólogo de Víctor Fowler. Matanzas, Cuba. Ed. Vigía. Colección del Estero. 45 págs. 1997. * La Maquinaria Ilimitada. México. Ed. Sin nombre. 60 págs. 1998. * Rosa cúbica. Buenos Aires. Ed. Tse Tsé. 30 págs. 2002 * La voracidad grafómana: José Kozer. Edición de Jacobo Sefamí. México Df. Facultad de Filosofía y Letras de la Unam. Colección Paideia.. 447. págs. 2002. * Ánima. México DF. México. FCE. 161 págs. 2002 * Un caso llamado FK. México DF. México. Ed. Sin nombre. 37 págs. 2002. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/José_Kozer

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Gonzalo de Berceo Gonzalo de Berceo

El riojano Gonzalo de Berceo (Berceo, Logroño, hacia 1195 - Monasterio de San Millán de la Cogolla, hacia 1268) se educó en el monasterio de San Millán de la Cogolla ("en Sant Millán de Suso, fue de niñez criado") y llegó a ser un clérigo secular que trabajó primero como diácono (1221) y luego como preste o presbítero (1237), maestro de los novicios y, según Brian Dutton, notario del abad Juan Sánchez en el citado monasterio de San Millán de la Cogolla. Tuvo un hermano que, como él, era también clérigo. Recibió una educación muy esmerada, pues se formó entre 1222 y 1227 en los recientemente creados estudios generales (un antecedente medieval de las modernas universidades) de Palencia, los primeros que hubo en España y fundados por el obispo don Tello Téllez de Meneses que Berceo nombra en sus obras; allí había cuatro cátedras: Teología, Derecho Canónico, Lógica y Artes (gramática), por lo que el futuro poeta recibió una formación novedosa y muy superior a la de los otros eclesiásticos de su mismo nivel. Sin embargo, a principios del siglo XIII, el monasterio de San Millán atravesaba un periodo de decadencia de su antiguo esplendor, que el poeta intentó combatir con sus escritos; debió fallecer ya a mediados el siglo XIII, después de 1264. Berceo fue el más importante representante del mester de clerecía. Depuró el idioma castellano, en su variedad dialectal riojana, para lo cual trasvasó numeroso vocabulario desde el latín (cultismos) y recurrió a fórmulas de la literatura oral tradicional y del mester de juglaría. En su trabajo como notario eclesiástico, y con la intención de paliar la decadencia del monasterio, llegó incluso a falsificar documentos para conseguir que los reacios campesinos pagaran sus contribuciones al mismo. Sus obras narrativas y didácticas en verso tratan siempre sobre tema religioso, y están constituidas fundamentalmente por hagiografías, esto es, biografías de los santos, en especial aquellos a los que se rendía culto en los monasterios con los que estuvo vinculado: la Estoria de sennor San Millán, la Vida de Sancta Oria, virgen y La vida del glorioso confesor Santo Domingo de Silos, por ejemplo. Su obra maestra es, sin embargo, los Milagros de Nuestra Señora. Otras obras suyas son El duelo que fizo la Virgen María el día de la Pasión de su fijo Jesu Cristo, Del sacrificio de la Misa, De los signos que aparecerán ante del Juicio, el Martiryo de Sant Laurencio, los Loores de Nuestra Señora y tres Himnos, dedicados a Jesús, el Espíritu Santo y la Virgen. No se muestra como un narrador original, ya que traduce ampliando obras escritas anteriormente en latín (amplificatio); su originalidad y carácter artístico debe apreciarse en el tratamiento de los temas, en el estilo, los detalles costumbristas y adaptaciones a la mentalidad medieval y campesina que añade a dichos relatos. El ámbito de creación de su obra es culto, aunque se reviste de una apariencia popular y utiliza elementos tradicionales; la estrofa que emplea para la versificación es la cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo: cuatro versos alejandrinos o de catorce sílabas separados cada uno en dos mitades de siete sílabas por una cesura que coincide con final de palabra y grupo fónico, impidiendo toda sinalefa, y con una única rima consonante en todos sus versos. Sus obras se pueden dividir en tres grupos: * Obras sobre la Virgen María: Loores de Nuestra Señora, Duelo que fizo la Virgen y Milagros de Nuestra Señora. * Vidas de santos: Vida de San Millán, Vida de Santo Domingo de Silos, Poema de Santa Oria y Martirio de San Lorenzo. * Obras doctrinales: De los signos que aparecen antes del Juicio Final y Del sacrificio de la misa. Milagros de Nuestra Señora Comienza con una introducción alegórica en la que el autor se presenta a sí mismo en una naturaleza idealizada, descanso del hombre, que simboliza las virtudes y perfecciones de la Virgen. A continuación, se suceden veinticinco milagros realizados por la Virgen a favor de personas que sienten una gran devoción por ella. Berceo no inventa, sólo pretende difundir en lengua romance los relatos ya existentes sobre la Virgen, los cuales él modifica con libertad. Las principales características de los Milagros son las siguientes: * Berceo introduce elementos cotidianos para atraer a sus oyentes. * Emplea elementos del arte juglaresco, como el uso de expresiones para llamar la atención de sus oyentes. * Al final de cada relato aparece una moraleja o enseñanza para hacer comprender al oyente las ventajas que reporta ser un devoto de la Virgen. Se pueden distinguir tres grupos de milagros: * En los que María premia o castiga a los hombres, como "La casulla de San Ildefonso". * En los que la Virgen perdona y logra salvar de la condenación a sus devotos, como "El sacristán impúdico". * En los que los personajes sufren una crisis espiritual y María les ayuda a solucionar el conflicto, como "La abadesa encinta”. Gonzalo de Berceo y el euskera Antiguamente, aparte del castellano se conocía el euskera en La Rioja Alta, y por eso Gonzalo de Berceo, uno de los primeros escritores en lengua española utilizaba palabras vascas como beldur 'miedo' ("Don Beldur"), gabe 'sin' o 'privado de'; o çatico que viene del euskera zatiko 'pedacito', entre otras más. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Gonzalo_de_Berceo

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José Lupiáñez José Lupiáñez

José Lupiáñez Barrionuevo (La Línea de la Concepción, Cádiz, 1955) es un poeta español. Pasa su infancia en El Puerto de Santa María, trasladándose más tarde a Barcelona, en cuya universidad comienza a cursar estudios de Filosofía y Letras, que termina en Granada con la especialidad de Licenciado en Filología Hispánica. En 1975 funda con el poeta granadino José Ortega la colección Silene, cuyo primer título será su libro Ladrón de fuego. Desde entonces ha dirigido la colección Ánade (1978) y participado en otras revistas (Letras del Sur, Travesaño, Divertimento, Educa, Trivium, Los Tiempos y más recientemente en los de Sureste, Humanística). OBRAS En verso * Ladrón de fuego (1975) * Río solar (Ánade, Granada, 1978) * El jardín de ópalo (Edascal, Madrid, 1979) * Amante de gacela (Zumaya, Universidad de Granada, 1980) * Música de esferas (Genil, Diputación Provincial de Granada, 1982) * Arcanos (Diputación Provincial de Córdoba, 1984) * Laurel de la costumbre (antología, Anade, Granada, 1988) * Número de Venus (colección "Campo de Plata", (Granada, 1996) * Égloga de la estación segunda: El verano, (Colec. "Ánade", Granada) * La luna hiena, (colección "Provincia", (Excma. Diputación Provincial de León, 1997) * Puerto escondido (publicado por el Centro de la Generación del 27, en su colección "Ibn * * * Gabirol" - Excma. Diputación Provincial de Málaga, 1998) * La verde senda (Colec. "Fenice", Huerga y Fierro, Madrid, 1999) * El sueño de Estambul (Colección "Granada Literaria", Ayuntamiento de Granada, 2004) * Petra (Ediciones Port Royal, Granada, 2004). * La edad ligera (EH Editores, Jerez de la Frontera, 2007) En prosa * Las tardes literarias (Mirto Academia, 2005) * Poetas del sur (Mirto Academia, 2008) Citas Yo también quiero ser como vosotros fuisteis alguien raro que escribe sus versos al olvido y al frente de sus libros deja, porque ha vivido unas pocas palabras como unas rosas tristes. Yo también quiero un pórtico, un principio, un preámbulo, un lugar donde quede que no amé, o que sufrimos, un lugar donde rece que sentí, que escondimos en las noches amargas ese miedo sonámbulo. (De Pórtico, en Número de Venus) Cargos * Miembro fundador de la Asociación Andaluza de Críticos Literarios * Director de publicaciones de Port Royal, Ediciones. * Ex-presidente de la Asociación Cultural Guadalfeo, Instituto de Estudios de la Costa Granadina y de las Alpujarras * Consejero de Honor del Instituto de Estudios Campogibraltareños * Miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada Referencias Wikipedia—http://es.wikipedia.org/wiki/José_Lupiáñez José Lupiáñez nace en La Línea (Cádiz) en agosto de 1955. Su infancia transcurre en El Puerto de Santa María. Posteriormente se traslada a Barcelona en cuya Universidad comienza estudios de Filosofía y Letras, que acabará en la de Granada, licenciándose en Filología Hispánica. Desde muy joven comienza a colaborar como poeta y crítico en numerosas publicaciones españolas y extranjeras. En 1975 funda junto al poeta José Ortega la colección "Silene", que se inicia con su primer libro Ladrón de fuego (Universidad de Granada, 1975), obra de la que se han publicado otras dos ediciones: una en la colección "Cuadernos del Caballo Verde" de la Universidad de Xalapa (México, 1975) y otra en la colección "Ánade", que dirigió desde su creación en 1978, y que en una primera etapa codirigió con el también poeta José Gutiérrez. Ha participado en los consejos de redacción de diferentes revistas: Resurgimiento, Letras del Sur, Travesaño, Divertimento, Educa, Trivium, Los Tiempos y más recientemente en los de Sureste, Humanística etc. Fue coordinador junto a Mauricio Gil Cano de las páginas de Azul, Cuaderno de Cultura de El Periódico del Guadalete y de El Periódico de La Bahía. Coordinó desde 1996 a 1998 la sección de cultura del semanario El Faro, y en la actualidad colabora con asiduidad en Cuadernos del Sur, del Diario Córdoba. Su obra ha sido incluida en importantes recuentos y antologías, y traducida a varios idiomas. Ha participado además en numerosos libros colectivos y ha sido reconocido con diversos premios, tales como: el "Antonio Machado", el "Juan Ramón Jiménez", el "Luis de Góngora" y el I Premio Nacional de Poesía "Emilio Prados", entre otros. Hasta la fecha ha publicado (además del citado Ladrón de fuego): Río solar (Ánade, Granada, 1978), El jardín de ópalo (Edascal, Madrid, 1979), Amante de gacela (Zumaya, Universidad de Granada, 1980), Música de esferas (Genil, Diputación Provincial de Granada, 1982), Arcanos (Diputación Provincial de Córdoba, 1984) y la antología Laurel de la costumbre (Ánade, Granada, 1988), en donde se recoge una selección de su obra publicada hasta esa fecha, con algunos inéditos finales. En 1989 recibió una Beca de Creación del Ministerio de Cultura para escribir su libro Número de Venus, publicado en la granadina colección "Campo de Plata", (Granada, 1996). En ese mismo año también se edita la Égloga de la estación segunda: El verano, (Colec. "Ánade", Granada). En 1997 apareció La luna hiena, en la colección "Provincia", (Excma. Diputación Provincial de León). Con posterioridad han visto la luz : Puerto escondido, publicado por el Centro de la Generación del 27, en su colección "Ibn Gabirol" (Excma. Diputación Provincial de Málaga, 1998), La verde senda (Colec. "Fenice", Huerga y Fierro, Madrid, 1999); y más recientemente: El sueño de Estambul (Colec. "Granada Literaria", Ayuntamiento de Granada, 2004), Petra (Ediciones Port Royal, Granada, 2004) y La edad ligera (EH Editores, Jerez de la Frontera, 2007). En prosa ha publicado entre otros títulos Las tardes literarias (Granada, 2005) y Poetas del Sur (Granada, 2008), ambos en la colección “Mirto Academia”. Es miembro fundador de la Asociación Andaluza de Críticos Literarios y director de publicaciones de Port Royal, Ediciones. Fue presidente de la Asociación Cultural Guadalfeo, Instituto de Estudios de la Costa granadina y de las Alpujarras y, en la actualidad, es Consejero de Honor del Instituto de Estudios Campogibraltareños y miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada. Referencias http://www.joselupianez.com/

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