Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fi...
Que te vas a acordar Isabel de la rayuela bajo el mamoncillo d… de las muñecas de trapo que eran n… de la baranda donde llegaban los b… Habana cargados de…
La pena… La melancolía… La tarde siniestra y sombría… La lluvia implacable y sin fin… La pena… La melancolía… La vida tan gris y tan ruin.
Es la mañana llena de tempestad en el corazón del verano. Como pañuelos blancos de adiós via… el viento las sacude con sus viaje… Innumerable corazón del viento
Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas. Desde mi boca llegará hasta el cie… lo que estaba dormido sobre tu alm… Es en ti la ilusión de cada día.
Mata su luz un fuego abandonado. Sube su canto un pájaro enamorado. Tantas criaturas ávidas en mi sile… y esta pequeña lluvia que me acomp…
Cebolla luminosa redoma, pétalo a pétalo se formó tu hermosura, escamas de cristal te acrecentaron
¿En dónde tejemos la ronda? ¿La haremos a orillas del mar? El mar danzará con mil olas haciendo una trenza de azahar. ¿La haremos al pie de los montes?
El niño que no vino tiene los labios fuertes tiene las manos tiernas el alma como nube no es nadie
Mira gaucho salvajón que no pierdo la esperanza y no es chanza de hacerte probar que cosa es «Tin Tin y Refalosa»
Habré de levantar la vasta vida que aún ahora es tu espejo: cada mañana habré de reconstruirla… Desde que te alejaste, cuántos lugares se han tornado van…
El porvenir es tan irrevocable como el rígido ayer. No hay una co… que no sea una letra silenciosa de la eterna escritura indescifrab… cuyo libro es el tiempo. Quien se…
Si quisieras oír lo que me digo en… el rubor de tu rostro sería la rec… Son palabras tan íntimas como mi p… que padece el dolor de tu implacab… Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un…
Simón el bobito llamó al pastelero… ¡a ver los pasteles, los quiero pr… —Sí, repuso el otro, pero antes yo… ver ese cuartillo con que has de p… Buscó en los bolsillos el buen Si…
El olvido no es victoria sobre el mal ni sobre nada y si es la forma velada de burlarse de la historia para eso está la memoria
Por culpa de los números estuve siempre mal en todo cálculo… Por no poder usar los logaritmos la cuenta de mi vida se fue al sue… Jamás hallé mi siete
La oscuridad engendra la violencia y la violencia pide oscuridad para cuajar el crimen. Por eso el dos de octubre aguardó… para que nadie viera la mano que e…
Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos mi táctica es
¿Quién los ve andar por la ciudad si todos están ciegos? Ellos se toman de la mano: algo ha… entre sus dedos, lenguas dulces lamen la húmeda palma, corren por…
Tu cabellera tiene más años que mi… Pero sus ondas negras aun no han h… Y tu mirada es buena para quitar l… Y tu palabra es música que al cora… Tu mano fina y larga de Belkis, m…
El elefante lloraba porque no queria dormir... —Duerme elefantito mío, que la luna te va a oir... —Papá elefante está cerca,
Oye: bajo las ruinas de mis pasion… en el fondo de ésta alma que ya no… entre polvo de ensueños y de ilusi… brotan entumecidas mis flores negr… Ellas son mis dolores, capullos he…
Me gusta ver el cielo con negros nubarrones y oír los aquilones horrísonos bramar, me gusta ver la noche
No persigo tu beso Aunque tu beso sea Como una Fiesta. Ando en busca de un sitio
Margarita está linda la mar, y el viento, lleva esencia sutil de azahar; yo siento en el alma una alondra cantar;
Partir en cuerpo y alma partir. Partir deshacerse de las miradas
Intentas sonreír Y un soplo amargo asoma Quieres decir amor y dices lejos Ternura y aparecen dientes Cansancio y saltan los tendones
Nueva Inglaterra y la mañana. Doblo por Craigie. Pienso (yo lo he pensado) que el nombre Craigie es escocés y que la palabra crag es de origen…
Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad....
Gracias quiero dar al divino Laberinto de los efectos y de las… Por la diversidad de las criaturas Que forman este singular universo, Por la razón, que no cesará de soñ…
La noche cae, brumosa ya y morada. Vagas claridades malvas y verdes perduran tras la torre de la iglesia. El camino sube, lleno de sombras, de campanillas, de fragancia de hierba, de ca...
La princesa está triste... ¿qué te… Los suspiros se escapan de su boca… que ha perdido la risa, que ha per… La princesa está pálida en su sill… está mudo el teclado de su clave s…
Todas íbamos a ser reinas, de cuatro reinos sobre el mar: Rosalía con Efigenia y Lucila con Soledad. En el valle de Elqui, ceñido
De niño te conocí entre mis sueños queridos. Por eso cuando te vi reconocí mi destino. Cuando pensaba que ya no iba ser
Hoy te saludo brutalmente: con un golpe de tos o una patada. ¿Dónde te metes, a dónde huyes con tu caja loca
Cuando tus manos salen, amor, hacia las mías, qué me traen volando? Por qué se detuvieron en mi boca, de pronto,
Miradme aquí, clavada en una silla, escribiendo una carta a las paloma… Miradme aquí, s que ahora podéis mirarme.
Yo quiero ser llorando el hortelan… de la tierra que ocupas y estercol… compañero del alma, tan temprano. Alimentando lluvias, caracolas y órganos mi dolor sin instrumento…
Cuando los vientos murmuradores llevan los ecos de mi laúd con los acentos de mis amores resuena un nombre, que de rumores pasa llenando la esfera azul.
Y si este fuera mi último poema, insumiso y triste, raído pero entero, tan solo una palabra escribiría:
... En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo,...
Me vio como se mira al través de u… o del aire o de nada. Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte
La rosa, la inmarcesible rosa que no canto, la que es peso y fragancia, la del negro jardín en la alta noc… la de cualquier jardín y cualquier…
El primer puente de Constitución… Fragor de trenes que tejían laberi… Humo y silbatos escalaban la noche… Que de golpe fue el juicio Univer… Y desde el centro de mi ser, una v…
En esta tarde, Cristo del Calvari… vine a rogarte por mi carne enferm… pero, al verte, mis ojos van y vie… de tu cuerpo a mi cuerpo con vergü… ¿Cómo quejarme de mis pies cansado…
Las calles de Buenos Aires ya son mi entraña. No las ávidas calles, incómodas de turba y ajetreo, sino las calles desganadas del bar…
Me muero por preguntarte si es igual o es diferente querer y amar, y si es cierto que yo te amo y tú me quieres. —Amar y querer se igualan
¡Es con voz de la Biblia, o verso… que habría que llegar hasta ti, Ca… ¡Primitivo y moderno, sencillo y c… con un algo de Washington y cuatro… Eres los Estados Unidos,
Iba y venía, delicado y fatal, cargado de infinita energía, del otro lado de los firmes barrotes y todos lo mirábamos. Era el tigre de esa mañana, en Palermo, y el tigre del Oriente y e...
Ustedes cuando aman exigen bienestar una cama de cedro y un colchón especial nosotros cuando amamos
Desmayarse, atreverse, estar furio… áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y…
País verde y herido comarquita de veras patria pobre país ronco y vacío tumba muchacha
El infierno de Dios no necesita el esplendor del fuego. Cuando el… Universal retumbe en las trompetas y la tierra publique sus entrañas y resurjan del polvo las naciones
Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba, que sólo se sustentaba de unas hierbas que cogía. ¿Habrá otro, entre sí decía,
Desde la mujer que soy, a veces me da por contemplar aquellas que pude haber sido: las mujeres primorosas, hacendosas, buenas esposas,
[1] Tú vives siempre en tus actos. Con la punta de lus dedos Pulsas e mundo, le arrancas auroras, triunfos, colores,
Lo han despojado del diverso mundo… de los rostros, que son lo que era… De las cercanas calles, hoy distan… y del cóncavo azul, ayer profundo. De los libros le queda lo que deja
Aunque hoy cumplas trescientos treinta y seis meses la matusalénica edad no se te nota… en el instante en que vencen los c… entrás a averiguar la alegría del…
Plantemos nuevos árboles, la tierra nos convida: Plantando cantaremos los himnos de la vida, los cánticos que entonan
Árbol bello, ¿quién te trajo a estas campiñas risueñas que con tu copa decoras y tu sombra placentera? Dicen que el dulce Dalmiro,