#EscritoresEspañoles (1603) España Flores de de ilustres poetas
En crespa tempestad del oro undoso Nada golfos de luz ardiente y pura Mi corazón, sediento de hermosura, Si el cabello deslazas generoso. Leandro, en mar de fuego proceloso…
Bastábale al clavel verse vencido del labio en que se vio (cuando, e… con su propria vergüenza, lo encar… a tu rubí se vio más parecido), sin que, en tu boca hermosa, divid…
Tiempo, que todo lo mudas, tú, que con las horas breves lo que nos diste, nos quitas, lo que llevaste, nos vuelves: tú, que con los mismos pasos,
Nególe a la razón el apetito el debido respeto, y es lo peor que piensa que un del… tan grave puede a Dios estar secre… cuya sabiduría
Estábase la Efesia cazadora Dando en aljófar el sudor al baño, En la estación ardiente, cuando el… Con los rayos del Sol el Perro do… De sí (como Narciso) se enamora;
Diez años de mi vida se ha llevado En veloz fuga y sorda el Sol ardi… Después que en tus dos ojos vi el… Lísida, en hermosura duplicado. Diez años en mis venas he guardado
Es el amor, según abrasa, brasa; es nieve a veces puro hielo, hielo… es a quien yo pedir consuelo suelo… y saco poco de su escasa casa. Es un ardor que a quien traspasa,…
Todo tras sí lo lleva el año breve de la vida mortal, burlando el brí… al acero valiente, al mármol frío, que contra el tiempo su dureza atr… Antes que sepa andar el pie se mue…
Es hielo abrasador, es fuego helad… es herida que duele y no se siente… es un soñado bien, un mal presente… es un breve descanso muy cansado. Es un descuido que nos da cuidado,
¿Dónde Pondré, Señor, mis tristes… que no vea tu poder divino y santo… Si al cielo los levanto, del sol en los ardientes Rayos Ro… te miro hacer asiento;
Llegó a los pies de Cristo Magdal… De todo su vivir arrepentida; Y viéndole a la mesa, enternecida, Lágrimas derramó en copiosa vena. Soltó del oro crespo la melena,
Las Aves que, rompiendo el seno a… vuelan campos Diáfanos ligeras; moradoras del Bosque, incultas fie… sujetó tu piedad al hombre sólo. La Hermosa lumbre del lozano Apol…
Ya los pícaros saben en Castilla Cuál mujer es pesada y cuál livian… Y los bergantes sirven de Romana Al cuerpo que con más diamantes br… Ya llegó a Tabernáculo la silla,
«A los moros por dinero; a los cristianos de balde». ¿Quién es ésta que lo cumple? Dígasmelo tú, el romance. Yo, con mi fe de bautismo,
Si te alegra, Señor, el ruido ron… de este recibimiento que miramos, advierte que te dan todos los ramo… por darte el viernes más desnudo e… ¿A dónde vas, Cordero, entre las…