hoy voy con viejos muchachos a ese bar de los lamentos donde la pena empieza como un siglo desparejo se levanta la mirada y se pide una cerveza con el puño apretado mis manos hablan por ella como un tango al que confio mi pasión es una mezcla de un barrio clase baja y un tango de indiferencia he corrido ya las luces adelante la orquesta vamos con el dos por cuatro que otra mujer ya despierta despertando las esquinas de este barrio ya crecido mi defecto fue olvidarte ese bandoneón querido en aquel nuevo escenario mientras canto ya festejo que la copa del aplauso es un campeonato ganado hace tiempo no entristezcas ya tus labios con permiso de hombre viejo al volver por frias calles te besare en secreto si conocen ese nombre de la calle que la cruza ya cruzame mis dos venas que mi sangre es oscura es un bar de un siglo nuevo es un canto no rutina es saberse de uniformes de cantantes de por vida es la flecha de un ritmo que sobra a cien medidas es un poco una fiesta que sigue con dos caricias cuando no hay esperas largas cuando lo pobre es rico cuando el canto del invierno tiene un sol de a poquito cuando grito que la quiero y se destapa la luna como un canto de febrero mi cancion es su cintura y la rima son sus pechos que tienen cruz de acentos y me juego noche y dia a volverme ya tanguero no es muda tu historia que te nombra con soltura pardes dieron a luz embarazos de canciones este parto ya de tangos donde nacen horizontes con la estatura de un genio con el cronista que expresa su mas lento descontento con el mundo y su pobreza