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París, febrero 12. Ángela y Flora: Puesto que os santifica y os decor… el sol en esa playa en primavera y os perfuma y os dora,
En los dientes, la mañana, y la noche en el pellejo. ¿Quién será, quién no será? —El negro. Con ser hembra y no ser bella,
Mendoza la bien sembrada, ciudad de luz y arboleda, en roca viva engastada... Amor de Marianetti, el Señor
Desde la escuela Y aún antes... Desde el alba, cua… Era una brizna yo de sueño y llant… Desde entonces, Me dijeron mi nombre. Un santo y…
¿Te hablaron ya de Río, del Pan, del Corcovado y el sanguinario estío? ¿Te han hablado? De la boite encendida
Isla de Turiguanó, te quiero comprar entera y sepultarte en mi voz. ¡Oh luz de estrella marina, isla de Turiguanó!
La flauta gemía su melancolía. La flauta decía: no hay pena tan grande cual la pen… La flauta gemía
Conozco la azul laguna y el cielo doblado en ella. Y el resplandor de la estrella. Y la luna. En mi chaqueta de abril
En el acuario del Gran Zoo, nada el Caribe. Este animal marítimo y enigmático tiene una cresta de cristal,
Tú, que partiste de Cuba, responde tú, ¿dónde hallarás verde y verde, azul y azul, palma y palma bajo el cielo?
La rueda dentada, con un diente ro… si empieza una vuelta se detiene a… Donde el diente falta (o mejor no… sino que está roto) la rueda se traba, el diente no en…
La policía (paso de alfombra y ojo de gato) mira en la sombra. Vigila el gato.
Como un puñal, como un arpón, el banderón americano en tu costado de carbón. Sucio de sangre el banderón. Un yanqui allí, látigo en mano.
La sangre es un mar inmenso que baña todas las playas... Sobre sangre van los hombres, navegando en sus barcazas: reman, que reman, que reman,
Chile: una rosa de hierro, fija y ardiente en el pecho de una mujer de ojos negros. right—Tu rosa quiero. (De Antofagasta vengo,