—No era nadie. El agua. —¿Nadie? ¿Que no es nadie el agua? —No hay nadie. Es la flor.

La puerta está abierta, el grillo cantando. ¿Andas tú desnuda por el campo? Como un agua eterna,

Este año, Platero, ¡qué pocos burros han venido con uva!. Es en balde que los carteles digan con grandes letras: A seis reales. ¿Dónde están aquellos burros de Lucena, de Almonte, de Pa...

No sé a qué comparar el malestar aquél, Platero... Una agudeza grana y oro que no tenía el encanto de la bandera de nuestra patria sobre el mar o sobre el cielo azul... Sí. Tal vez una ...

Fue el alba neblinosa y cruda, buena para las brevas, y, con las seis, nos fuimos a comerlas a la Rica. Aún, bajo las grandes higueras centenarias, cuyos troncos grises enlazaban en la ...

Por fuera luz de plata, por dentro fuego rojo, como los cuerpos mundos del eterno tesoro.

Dulce Platero trotón, burrillo mío, que llevaste mi alma tantas veces—¡sólo mi alma!—por aquellos hondos caminos de nopales, de malvas y de madreselvas; a ti este libro que habla de ti,...

¡Mira por los chopos de plata cómo trepan al cielo niño… Y van mirando al cielo y suben, los ojos en el azul, con… ¡Mira por los chopos

Nada me importa vivir con tal de que tú suspires, (por tu imposible yo, tú por mi imposible) Nada me importa morir

Siempre, después, qué contento cuando me quedo conmigo. Lo que iba a ser mi minuto, es, corazón, mi infinito.

No sé con qué decirlo, porque aún no está hecha mi callada palabra.

No sé si tú, Platero, sabrás ver una fotografía. Yo se las he enseñado a algunos hombres del campo y no veían nada en ella. Pues éste es Lord, Platero, el perrillo fox-terrier de que a ...

Abril venía, lleno todo de flores amarillas: amarillo el arroyo, amarillo el vallado, la colina, el cementerio de los niños,