EL DESCENSO
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La entrada del otoño es para mí, Platero, un perro atado, ladrando limpia y largamente, en la soledad de un corral, de un patio o de un jardín, que comienzan con la tarde a ponerse frío...
Vestido de luto, con mi barba nazarena y mi breve sombrero negro, debo cobrar un extraño aspecto cabalgando en la blandura gris de Platero. Cuando, yendo a las viñas, cruzo las últimas ...
Ya viene la primavera. ¡Lo ha dicho la estrella! La primavera sin mancha. ¡Lo ha dicho la agua! Sin mancha y viva de gloria
Rosa completa en olor. Sol terminante en ardor. Serenidad de lo uno. (Rompevida del amor). Tú queriendo y sin poder.
¡Madre mía, tierra, otra vez más verde, más plena, más bella! (Y yo, mientras, hijo tuyo, con más secas
Era la comida de los niños. Soñaba la lámpara su rosada lumbre tibia sobre el mantel de nieve, y los geranios rojos y las pintadas manzanas coloreaban de una áspera alegría fuerte aquel...
Era negro, con tornasoles granas, verdes y azules, todos de plata, como los escarabajos y los cuervos. En sus ojos nuevos rojeaba a veces un fuego vivo, como en el puchero de Ramona, la...
Delante está el carmín de la emoci… Y al fondo de la vida, por el suave azul nublado, entre las cobres hojas últimas que se curvan en éstasis de gloria…
¡Deprisa, tierra, deprisa! ¡Muévete, cuajado sol! ¡Descomponed el sistema, que me espera a mí el amor! ¿Qué importa que el universo
Yo no seré yo, muerte, hasta que tú te unas con mi vida y me completes así todo; hasta que mi mitad de luz se cierr… con mi mitad de sombra
Tira la piedra de hoy, olvida y duerme. Si es luz, mañana la encontrarás ante la aurora, hecha sol.
Se vistió la nieve de vagos carmines. ¿Me quieres?- me dijo ¡Te quiero!- le dije. Me besó en la boca
Pajarillo cojido, de tu pecho dulc… por el águila negra de la muerte, ¡cómo me miras con tu ojito triste… (negro plenor sangriento de luz dé… Desde debajo de la garra inmensa,
Estaba derecha en una triste silla, blanca la cara y mate, cual un nardo ajado, en medio de la encalada y fría alcoba. Le había mandado el médico salir al campo, a que le diera el sol d...
Para la vendimia, estando yo una tarde grana en la viña del arroyo, las mujeres me dijeron que un negrito preguntaba por mí. Iba yo hacia la era, cuando él venia ya vereda abajo: Era Sa...