#Escritoras #EscritoresCubanos #EscritoresHabaneros
Ah, sabias cucharas, tenedores de madera, nobles jarros… aprenda vuestras texturas, vuestras fieles y viejas amistades con el fuego de la tarde
¿No sentías que ardía tu corazón cuando nos hablaba de las Escritur… Los peregrinos de Enmaús Huésped me fue palabra misteriosa. Huésped es el que viene de muy lej…
¿De qué silencio eres tú silencio? ¿De qué voz, qué clamor, qué quién… Abismo del azul, ¿qué hacemos en t… hijos de la palabra como somos? ¿Qué tienes tú que ver, di, con no…
Ella no sabe bien lo que ha pasado… Él era su amigo, y ahora le ha dicho adiós. ¡Ella que lo veía como el padre, el esposo
Quién sirve como un romano —ese monarca natural—una cena? A quién no merma
Ahora que estamos solos, infancia mía, hablemos, olvidando un momento los extraños retratos
Simpatizando con los oros gastados de la tarde, después del ruido de la fábrica, del ring voceante, de la extraña persecución intermin…
¿Por qué, Señora, el aire, el desafío, pierna y botín robustos y pecho de paloma? ¿Por qué, conquistadora,
Y sin embargo sé que son tinieblas las luces del hogar a que me aferr… me agarro a una mampara, a un hond… y sin embargo sé que son tinieblas… Porque he visto una playa que no o…
Ama la superficie casta y triste. Lo profundo es lo que se manifiest… La playa lila, el traje aquel, la… pobre y dichosa de lo que ahora ex… Sé el que eres, que es ser el que…
En Roma, la Madona. En Florencia, la Doncella. La Pasión,
Creíamos que la cruz era sólo de amargura y ahora vemos las palomas poblando sus travesaños. (Verdad que es en San Clemente
No es que le falta el sonido, es que tiene el silencio.
Uno vuelve a subir las escaleras de su casa perdida (ya no llevan a ningún sitio), alguien nos llama con una voz querida, familiar. Pero ya no hace falta contestarle.