Pon el amor a compartir tu casa
siéntalo a tu mesa “que coma que beba
que hable de cuanta cosa se le ocurra”
ofrécele tus ropas tus planes inmediatos
prométele consejos almuerzos
artículos sobre el tercer mundo
pero el amor rehúsa tus ofertas
mueve negativamente la cabeza
se tapa los oídos los ojos
no manifiesta el menor interés por tus asuntos
el tiempo de disparo de un relay no le preocupa
las cápsulas trasmisoras receptoras el polvo de carbón
los electroimanes
no lograrían entusiasmarlo
la espeleología los clásicos los problemas del
estructuralismo
y la cibernética
no figuran entre sus planes
la manipulación de frecuencia no ocupa lugar en sus meditaciones
pero si tienes una camisa azul
si tienes un caracol donde se escucha el mar
con peces ciegos grabados con aves de colores revoloteando
bajo el cielo
si tienes el mapa de una isla
un tatuaje en el pecho
cualquier leyenda que conozcas
si notas que te llaman
si grupos de muchachos
desde los malecones
o desde los muros de los grandes edificios
te llaman con amplias señas en la tarde
no temas
acude a su llamada
sal a la calle
confúndete entre los que pasen
trafica con sonrisas con signos con saludos
di tu amor a las gentes a los afiches en los cines
llégate por las ferias por las exposiciones
por las improvisadas orquestas de música moderna
comparte el baile de los adolescentes
intenta con las chicas
tómales las manos la cintura la nuca
que te enseñen los bailes
pero si tienes la certeza
de que la realidad es mucho más intolerable más absurda
si tienes un aullido entre los dientes
un grito a medio pecho
si te persiguen
si constantemente te asedian
si a cada paso te exigen credenciales
si apalean tus canciones delante de tus ojos
si escupen sobre las canciones de tu adolescencia
si te han puesto un hierro duro sobre el corazón
ofrécelo al amor
ofrécele también algunas cosas simples
cigarros
jaiboles
dos maracas
una gran rosa de papel
dale a leer las cartas de tu madre
pero no pierdas tiempo
porque el amor ya se ha vestido
se alisa los cabellos
porque el amor se ha puesto los zapatos
y echa una ojeada entre tus cosas
y da unos pasos todavía
sin avanzar hacia la puerta
sin abrirla
antes de que se cierre pesadamente a tus espaldas
y te sorprendas en la calle
a solas