#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #SigloXX #JRJCanción 1936
Hojita verde con sol, tú sintetizas mi afán; afán de gozarlo todo, de hacerme en todo inmortal.
Estaba derecha en una triste silla, blanca la cara y mate, cual un nardo ajado, en medio de la encalada y fría alcoba. Le había mandado el médico salir al campo, a que le diera el sol d...
Cuando el amor se va, parece que se inmensa. ¡Cómo le aumenta el alma a la carne la pena! Cuando se pone el sol
¡Qué miedo el azul del cielo! ¡Negro! ¡Negro de día en agosto! ¡Qué miedo! ¡Qué espanto en la siesta ardiente…
¡Esperar! ¡Esperar! Mientras, el… cuelga nubes de oro a las lluviosa… las espigas suceden a las rosas; las hojas secas a la espiga; el ye… sepulta la hoja seca; en largo due…
En mi duermevela matinal, me malhumora una endiablada chillería de chiquillos. Por fin, sin poder dormir más, me echo, desesperado, de la cama. Entonces, al mirar el campo por la ventan...
Te dehojé, como una rosa, para verte tu alma, y no la vi. Mas todo en torno —horizontes de tierras y de mares—…
Si tú vinieras, Platero, con los demás niños, a la miga, aprenderías el a, b, c, y escribirías palotes. Sabrías tanto como el burro de las Figuras de cera—el amigo de la Sirenita del Ma...
En el balcón, un instante nos quedamos los dos solos. Desde la dulce mañana de aquel día, éramos novios. —El paisaje soñoliento
Y en todo desnuda tú. He visto la aurora rosa y la mañana celeste, he visto la tarde verde y he visto la noche azul.
Darbón, el médico de Platero, es grande como el buey pío, rojo como una sandía. Pesa once arrobas. Cuenta, según él, tres duros de edad. Cuando habla, le faltan notas, cual a los pianos...
Aquí, en esta casa grande, hoy cuartel de la Guardia Civil, nací yo, Platero. ¡Cómo me gustaba de niño y qué rico me parecía este pobre balcón, mudéjar a lo maestro Garfia, con sus estr...
—No era nadie. El agua. —¿Nadie? ¿Que no es nadie el agua? —No hay nadie. Es la flor.
Las nubes y los árboles se funden y el sol les trasparenta su honda… Tan grande es la armonía del abraz… que la quiere gozar también el mar… el mar que está tan lejos, que se…
¡No te asustes, hombre! ¿Qué te pasa? Vamos, quietecito. Es que están matando a Judas, tonto. Sí. Están matando a Judas. Tenían puesto uno en el Monturrio, otro en la calle de Enmedio; ...