(1994)
#Cantautores #EscritoresCubanos #TrovaCubana
En el borde del camino hay una sil… la rapiña merodea aquel lugar. La casaca del amigo esta tendida, el amigo no se sienta a descansar. Sus zapatos, de gastados, son espe…
Cuentan que cuando un silencio aparecía entre dos era que pasaba un ángel que les robaba la voz. Y hubo tal silencio el día
Cuando Pedro salió a su ventana no sabía —mi amor, no sabía— que la luz de esa clara mañana era luz de su último día. Y las causas lo fueron cercando
No hacen falta alas Para hacer un sueño Basta con las manos Basta con el pecho Basta con las piernas
La gota de rocío del cielo se cayó y en ella el amor mío la carita se lavó. Pero era tan temprano
Mucho más allá de mi ventana, las nubes de la mañana son una flor que le ha nacido a un… Un reloj se transforma en cangrejo y la capa de un viejo
Tú, sentada en una silla; yo, de pie con expresión de lord. Tú,
Llueve otra vez detrás de mis fron… Entre oreja y oreja nubes bajas, oscuras como cajas, se disfrazan de fieros animales. Una mujer he visto cuatro veces
Es día de frío y llegas a casa. Vienes de la tarde cansada de un j… Los muebles, tu perro y millones d… están como siempre esperando tu vu… en la que presientes que nada ha c…
Despierto en una erótica caricia y sin amanecer me estoy quemando. Ruego que antes del fin de la deli… la luz me diga quién estoy amando. Hago un café romántico o barroco,
Debiera bastar con inventar tus oj… debiera bastar con hacerlos vivir. Tus ojos abiertos son como tu hist… van solos contando mil cosas de ti… Los veo cual si viera la esfera de…
Como la muerte anda en secreto y no se sabe qué mañana, yo voy a hacer mi testamento, a repartir lo que me falta —pues lo que tuve ya está hecho,
Hoy viene a mí la damisela soledad… con pamela, impertinentes y botón de amapola en el oleaje de sus vue… Hoy la voluble señorita es amistad… y acaricia finalmente el corazón
Hay locuras para la esperanza, hay locuras también del dolor, y hay locuras de allá, donde el cu… locuras de otro color. Hay locuras que son poesía,
Amada, supón que me voy lejos tan lejos que olvidaré mi nombre. Amada, quizás soy otro hombre más alto y menos viejo que espera por sí mismo,