#EscritoresArgentinos #PremioCervantes #SigloXX #1981 #LaCifra
Indigno de los astros y del ave que surca el hondo azul, ahora sec… de esas líneas que son el alfabeto que ordenan otros y del mármol gra… cuyo dintel mis ya gastados ojos
El general Quiroga va a su entier… Lo invita el mercenario Santos Pé… Y sobre Santos Pérez está Rosas, la recóndita araña de Palermo. Rosas, a fuer de buen cobarde, sab…
La noche es olorosa como un mate c… y es vagancia en las calles y vent… La tarde fue mi pena. La noche co… aduna la confianza de los patios a… Mis pasos haraganes comprenden bie…
Antes que el sueño (o el terror) t… mitologías y cosmogonías, antes que el tiempo se acuñara en… el mar, el siempre mar, ya estaba… ¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel…
Madre antigua y atroz de la incest… borrado sea tu nombre de la faz de… Tú que arrojaste al círculo del ho… la alta proa del viking, las lanza… En la Torre del Hambre de Ugolin…
La imagen de las tierras de Arizona, antes que ninguna otra imagen: la imagen de las tierras de Arizona y de Nuevo México, tierras con un ilustre fundamento de oro y de plata, tierras v...
El segundo crepúsculo. La noche que se ahonda en el sueño… La purificación y el olvido. El primer crepúsculo. La mañana que ha sido el alba.
Yo, que tantos hombres he sido, no… aquel en cuyo abrazo desfallecía M… Gaspar Camerarius, en Deliciae P…
La memoria del tiempo está llena de espadas y de naves y de polvo de imperios y de rumor de hexámetros y de altos caballos de guerra
Como ser humano, soy una especie de antología de contradicciones, de 'gaffes’, de errores, pero tengo sentido ético. Eso no quiere decir que yo sea mejor que los otros, sino simplemente...
Abel y Caín se encontraron después de la muerte de Abel. Caminaban por el desierto y se reconocieron desde lejos, porque los dos eran muy altos. Los hermanos se sentaron en la tierra, h...
Soy el que sabe que no es menos va… que el vano observador que en el e… de silencio y cristal sigue el ref… o el cuerpo (da lo mismo) del herm… Soy, tácitos amigos, el que sabe
Desde su sueño el hombre ve al gig… de un sueño que soñado fue en Bret… y apresta el corazón para la hazañ… y le clava la espuela a Rocinante. El viento hace girar las laboriosa…
El frontispicio del castillo adver… Ya estabas aquí antes de entrar y cuando salgas no sabrás que te q… Diderot narra la parábola. En ell… mis muchos días.
Recuerdo mío del jardín de casa: vida benigna de las plantas, vida cortés de misteriosa y lisonjeada por los hombres. Palmera la más alta de aquel cielo