#EscritoresArgentinos #SigloXX
Es una intensísima corriente un relámpago ser de lecho una dona mórbida ola un reflujo zumbo de anestesia una rompiente ente florescente
¡Se celebra el adulterio de María con la Paloma Sacra! Una lluvia pulverizada lustra La Plaza de las Verduras, se hincha en globitos que navegan por la vereda y de repente estallan sin...
De vértices quemados de subsueño de cauces de preausenc… de complejos de niebla de gris san… de soterráneas ráfagas de ratas de… con su animal doliente cabellera d…
Si hubiera sospechado lo que se oye después de muerto, no me suicido. Apenas se desvanece la musiquita que nos echó a perder los últimos momentos y cerramos los ojos para dormir la ete...
Abandoné las carambolas por el calambur, los madrigales por los mamboretás, los entreveros por los entretelones, los invertidos por los invertebrados. Dejé la sociabilidad a causa de lo...
Entre un bosque de mástiles, y con sus muelles empavesados de c… Chioggia fondea en la laguna, ensangrentada de crepúsculo
¿Te molesta que roa tu techo, tu silencio? Pero dime —si puedes— ¿qué haces,
Con frecuencia voy a visitar a un pariente que vive en los alrededores. Al pasar por alguna de las estaciones —¡no falla ni por casualidad!—el tren salta sobre el andén, arrasa los equi...
Tardará, tardará. Ya sé que todavía los émbolos, la usura, el sudor,
Serán videntes demasiado nadie colindantes opacos orígenes del tedio al ritmo gota topes digo que ingieren el desgano… Son borra viva cato descompases ti…
De oleaje tú de entrega de rediviv… en el la maramor plenamente amada tu néctar piel de pétalo desnuda tus bipanales senos de suave plena…
¡Todo era amor... amor! No había nada más que amor. En todas partes se encontraba amor… No se podía hablar más que de amor… Amor pasado por agua, a la vainill…
No sólo el fofo fondo los ebrios lechos légamos telúrico… y sus líquenes no sólo el solicroo
Cobayo lívido engendro digo de puna que enquena el aire y en uniqueja isola su yo cotudo d… Yo cobayo de altura
Mis nervios desafinan con la misma frecuencia que mis primas. Si por casualidad, cuando me acuesto, dejo de atarme a los barrotes de la cama, a los quince minutos me despierto, indefect...