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A la gallinita ciega ayer tarde la curé: puse en aguas tres vicarias y los ojos le lavé. Hoy paseó con sus pollitos
Nene, vanos a dormir; no son horas de reír: duerme el viento, duerme el sol, duermen las gallinas
Escóndete, caracol: no asomes tus cuernos largos. Cuando salgas de paseo no saludes a los pájaros, ni con otro caracol
—¡Hola, Pinocho!, ¿qué haces ahí? —Busco una joya que ayer perdí. —Dime, Pinocho, ¿que joya?, di. —Un pedacito de mi nariz.
De la lunita nueva vuela una garza; tiene el cuello nevado, de azul las alas. Volando viene
Mi papalote, ¡qué lindo mi papalote! Vuela y vuela como un pájaro mi papalote. Un pájaro de papel
Yo tengo un sombrero alón donde cabe un aguacero, y botas que reconocen los caminos del vaquero. ¡Qué bien te sabré domar,
Aserrín Aserrán. Puñadito de violetas, limoncito verdemar, anillito de corales.
Ahí viene la gata de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano. Tírale una
Zapatero de mi pueblo: usa clavitos de plata en el par de botas nuevas que quiero para mañana. Han de ser de cuero rojo,
Abril es un niño rubio que junta flores y pájaros; tiene los ojos azules y va vestido de blanco. Mayo es un niño aguador
Caperucita Roja, juega conmigo: yo seré un día lunes y tú domingo. Juega conmigo:
En el río San Juan vive un pececito que aprende a nadar. Sobre el Yumirí —iris diminuto—
Cinta de arena para la nena. Gorro de sal para el coral. Y para el sol
—Venga, venga, salamandra: ¡abra la puerta, saque la gata, busque la escoba, limpie la casa!