En realidad esta canción es
la despedida que Pedro Junco
dedicó a su amor el día
que le diagnosticaron tuberculosis.
En aquellos años no había
remedio para ese mal,
y él sabia que su enfermedad
era incurable y muy contagiosa,
que debía internarse en
un Hospital especializado
de la Habana para esperar la muerte,
y eso ocurrió cuando tenía
tan sólo 23 años.
Esta canción fue hit parade
en México durante dos años 1943-1945.