Mario Benedetti
Cuando no tengas manos
ni sexo
ni pulmones
ni mirada
y con un deleznable tinguiñazo
estos labios se vuelvan
ceniza
o aserrín
aspiraré a quedarme
sin embargo
en una voz tan breve
de una sola palabra que podría ser No
o Dios
o Cuándo
 
o más probablemente
un hipo
sin memoria.
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