La flauta gemía su melancolía. La flauta decía: no hay pena tan grande cual la pen… La flauta gemía

Un blue llora con lágrimas de músi… en la mañana fina. El sur blanco sacude su látigo y golpea. Van los niños negros entre fusiles pedagógicos

Chévere del navajazo, se vuelve él mismo navaja: Pica tajadas de luna, mas la luna se le acaba; pica tajadas de canto,

Siento que se despega tu recuerdo de mi mente, como una vieja estamp… tu figura no tiene ya cabeza y un brazo está deshecho, como en… calcomanías desoladas

Brizna, pequeño tallo verde, en la tierra oscura. ¿de qué selva minúscula eres baobab, de cuántos pájaros-pulgas guardan

Tu vientre sabe más que tu cabeza y tanto como tus muslos. Ésa es la fuerte gracia negra de tu cuerpo desnudo.

Alta noche en el Cielo... Sosegad… como quien vive (y con razón) cont… sin futuro, presente ni pasado y en blanco el pensamiento, duerme Dios en su nube,

Mendoza la bien sembrada, ciudad de luz y arboleda, en roca viva engastada... Amor de Marianetti, el Señor

Así como después de la tormenta el guardabosque sale para saber cuál ácana, cuál guayacán, cuál ébano cayó desarraigado por el viento,

¡Ay, señora, mi vecina, se me murió la gallina! Con su cresta colorada y el traje amarillo entero, ya no la veré ataviada,

París, febrero 12. Ángela y Flora: Puesto que os santifica y os decor… el sol en esa playa en primavera y os perfuma y os dora,

Van a fusilar a un hombre que tiene los brazos a… Hay cuatro soldados para disparar. Son cuatro soldados

Elvio Romero, mi hermano, yo partiría en un vuelo de avión o de ave marina, mar a mar y cielo a cielo, hacia el Paraguay lejano,