Rompa los aires el ferviente canto
y puro llegue a Vos en este día;
en él su parabien, Reina, os envía
esta España infeliz que os ama tanto.
Ved como corre por su faz el llanto,
legado amargo de la guerra impía;
trocad hoy su pesad en alegría;
sus lágrimas secad con vuestro manto.
Los hijos de este pueblo que os adora
con lealtad y valor solo desean
que os envidien desde hoy los soberanos.
La ventura y la paz dadles, Señora
y procurad que en adelante sean
españoles no más, todos hermanos.
