#EscritoresChilenos
Yo no canto por cantar ni por tener buena voz, canto porque la guitarra tiene sentido y razón. Tiene corazón de tierra
Herminda de la Victoria murió sin haber luchado derecho se fue a la gloria con el pecho atravesado. Las balas de los mandados
Las casitas del barrio alto con rejas y antejardín, una preciosa entrada de autos esperando un Peugeot. Hay rosadas, verdecitas,
Muchacho chileno fulgor de la nueva brigada las calles del pueblo despiertan con tu claridad. Tu brocha es el canto
Ven, ven, conmigo ven, ven, ven, conmigo ven. Vamos por ancho camino, nacerá un nuevo destino, ven. Ven, ven, conmigo ven,
Voy Vengo Subo Bajo Todo para qué
Con su mejor vestido bien planchad… temblando de ansiedad sus lágrimas… a los lejos gemidos de perros y de… el parque estaba oscuro y la ciuda… Apenas quince años y su vida march…
En tu cuerpo a flor de fuego tiene… un temblor de primaveras palomitai un volcan corre tu venas Y mi sangre como grasa tiene palom… en tu cuerpo quiero hundirme palom…
Partimos para una fiesta en mi yegüita rocilla, y le dije a mi negrita: agárrate Catalina. El perro de mi negrita
Donde cayó Camilo nació una cruz, pero no de madera sino de luz. Lo mataron cuando iba
Yuca de San Borja samorengue sa para ir a saña ¡ay! qué rico está. A la Molina no voy más
Estaba la beata un día enferma del mar de amor el que tenía la culpa, era el fraile confesor. Chiribiribiribiri,
Frágil como un volantín en los techos de Barrancas jugaba el niño Luchín con sus manitos moradas con la pelota de trapo
En mis pagos hay un árbol, que del olvido se llama, al que van a despenarse, vidalitay… los moribundos del alma. Para no pensar en vos,
Somos cinco mil aquí en esta pequeña parte la ciudad. Somos cinco mil. ¿Cuántos somos en total en las ciudades y en todo el país?