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En invernales horas, mirad a Caro… Medio apelotonada, descansa en el… envuelta con su abrigo de marta ci… y no lejos del fuego que brilla en… El fino angora blanco junto a ella…
Vamos por partes: comenzará muy puro, pero, al fin... ¡carne!
¿Qué pude yo hacer para merecer la ofrenda de ardor de aquella mujer a quien, como Ester,
Soy sabio, soy ateo; no creo en diablo ni en Dios... (...pero, si me estoy muriendo, que traigan el confesor).
Dio luz a sus estrofas el cielo az… Le atrajo con su inmenso fulgor el… Ciñeron su cabeza los lauros de la… Y fueron sus hermanos los hijos de… Las máscaras le dieron las Gracia…
¡Qué piropo! Escalda y pincha. ¡Qué obscenidad! ¡Qué baldón! ¿Quién lo dijo? Ese mocito del flamante redingot. A la pobre muchachuela
El amor está en las rosas, las rosas son el amor, cupido anda entre las cosas, y hace de ellas una flor. A veces despierta un nido,
¿Tienes, joven amigo, ceñida la co… para empezar, valiente, la divina… ¿Has visto si resiste el metal de… la furia del mandoble y el peso de… ¿Te sientes con la sangre de la ce…
Se ha casado el buen Antonio, y es feliz con su mujer, pues no hay otra más hermosa, ni más dulce, ni más fiel, ni más llena de cariño,
Gerón, rey de Siracusa, inmortalizado en sonoros versos griegos, tenía un huerto privilegiado por favor de los dioses, huerto de tierra ubérrima que fecundaba el gran sol. En él permití...
¡Un pensamiento! Cosa que harto me ha hecho pensar. ¿Hab… como esta flor, regalo de una herm… que me tiene cautivo el pensamient… Primero en el ojal de la levita,
Yo persigo una forma que no encuen… botón de pensamiento que busca ser… se anuncia con un beso que en mis… al abrazo imposible de la Venus de… Adornan verdes palmas el blanco pe…
¿Que no hay alma? ¡Insensatos! Yo la he visto: es de luz... (Se asoma a tus pupilas cuando me miras tú.) ¿Que no hay cielo? ¡Mentira!
¿Qué signo haces, oh Cisne, con t… al paso de los tristes y errantes… ¿Por qué tan silencioso de ser bla… tiránico a las aguas e impasible a… Yo te saludo ahora como en versos…
El alba aun no aparece en su glori… Canta el mar con la música de sus… Y el aliento del campo se va cuaja… Teje la náyade el encaje de su esp… Y el bosque inicia el himno de sus…
