#EscritoresUruguayos #SigloXX #SigloXXI #1995 #ElOlvidoEstáLlenoDeMemoria
Compañera usted sabe puede contar conmigo no hasta dos o hasta diez sino contar conmigo si alguna vez advierte
España si algún cronista te acusa de maniquea torpe inculta pobre y fea y al término de esa lista te llama tercermundista
Todavía tengo casi todos mis dient… casi todos mis cabellos y poquísim… puedo hacer y deshacer el amor trepar una escalera de dos en dos y correr cuarenta metros detrás de…
Vamos mengana a usar la maravilla esa vislumbre que no tiene dueño afilá tu delirio armá tu sueño en tanto yo te espero en la otra o…
La desgarradura del intelectual es un tema que suele desvelar a intelectuales poco desgarrados pero de todos modos hay desgarraduras
Viene la crisis ojo guardabajo un pan te costará como tres panes tres panes costarán como tres hijo…
Soltar una paloma no siempre es algo fácil de imaginar la paloma es la clave de tantos sueños
Mientras aquí en la noche sin perc… pienso en mis ruinas bajo a… inmóvil en su dulce anonimato el grillo canta nuevas certidumbre… mientras hago balance de mis yugos
El senador murió y sus viudas lloran por orden de alfabeto es la emulsión de muchas dudas de buen humor y de respeto llora Alejandra sin empaque
Oh marine oh boy una de tus dificultades consiste e… distinguir el ser del estar para ti todo es to be
Hace apenas dos años que nos junta… para hacer algo aunque fuera bien poco por la patria doméstica la pobrecita jodida
Al principio ella fue una serena c… un rostro que no fingía ni siquier… unas manos que de a poco inventaba… una piel memorable y convicta una mirada limpia sin traiciones
Cuando corres al ómnibus y trepas no sabes que noviembre va contigo el punguista noviembre va a quitar… el voto que aún ignoras, ese voto pensarás pensaremos qué trabajo
Ésta debe ser la trigésima despedida. Es un trámite que Fernando Varengo conoce de sobra. Como testigo, claro; no como viajero. Asistir a la normal y apasionada discusión de Migue...
Oiga, che—me dijo Medardo Robles, a eso de las dos de la madrugada, en el Café y Bar La Redoblona, mientras empinaba despacito su quinto o sexto espinillar—, ¿por qué no escribe un cuen...