Rubén Darío
¡Oh, luz mía! Te adoro
con toda el alma; tu recuerdo es la vida
de mi esperanza.
Corazón mío,
¡vieras, con mi silencio,
cuánto te digo!
Y con tus ansias
y tu silencio,
¡vieras, corazón mío,
cuánto sospecho!
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