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Tú, que estás la barba en la mano meditabundo, ¿has dejado pasar, hermano, la flor del mundo? Te lamentas de los ayeres
Buey que vi en mi niñez echando va… bajo el nicaragüense sol de encend… en la hacienda fecunda, plena de l… del trópico; paloma de los bosques… del viento, de las hachas, de pája…
El traje de los vicios son los harapos; que hoy andan las virtudes de guante blanco. Lugar común;
Argentina, el día que te vistes de gala, en que brillan tus calles y no hay aspectos ni almas tristes en alturas, pampas y valles; el día en que desde tus fuertes,
Por un momento, oh Cisne, juntaré… a los de tus dos alas que abrazaro… y a mi maduro ensueño, aun vestido… dirás, por los Dioscuros, la glori… Es el otoño. Ruedan de la flauta…
Sobre el caro despojo esta urna ci… un amable frescor de inmortal siem… que decore la greca de la urna vot… en la copa que guarda rocío del ci… una alondra fugaz sorprendida en s…
Amada, la noche llega; las ramas que se columpian hablan de las hojas secas y de las flores difuntas. Abre tus labios de ninfa,
El pensador llegó a la barca negra… y le vieron hundirse en las brumas del lago del Misteri… los ojos de los Cisnes. Su manto de poeta
¡Argentina! el cantor ha oteado desde la alta región tu futuro. Y vio en lo inmemorial del pasado las metrópolis reinas que fueron, las que por Dios malditas cayeron
Sobre el jarrón de cristal hay flores nuevas. Anoche hubo una lluvia de besos. Despertó un fauno bicorne tras un alma sensitiva.
¡Tras que la engaña el bribón, y le niega su cariño, le quiere quitar su niño, que es quitarle el corazón!
¿Eva era rubia? No. Con negros oj… vio la manzana del jardín: con lab… rojos probó su miel; con labios ro… que saben hoy más ciencia que los… Venus tuvo el azur en sus pupilas,
Hermano, tú que tienes la luz, dím… Soy como un ciego. Voy sin rumbo… Voy bajo tempestades y tormentas ciego de ensueño y loco de armonía… Ese es mi mal. Soñar. La poesía
Huye el año a su término como arroyo que pasa, llevando del poniente luz fugitiva y pálida. Y así como el del pájaro
¡Argentina! ¡Argentina! ¡Argentina! El sonoro viento arrebata la gran voz de oro… Ase la fuerte diestra la bocina, y el pulmón fuerte, bajo los crist…