#EscritoresUruguayos #SigloXX #SigloXXI #1973 #LetrasDeEmergencia
En el silencio universal por compacto que sea siempre se escucha el llanto de un niño en su burbuja.
Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta un charco era un océano la muerte lisa y llana no existía
Estarás como siempre en alguna fro… jugándote en tu sueño lindo y desv… recordando los charcos y el confor… tan desconfiado pero nunca incrédu… nunca más que inocente nunca menos
De carrasco a aeroparque y vicever… vas y venís con libros y bufandas y encargos y propósitos y besos tenés gusto a paisito en las mejil… y una fe contagiosa en el augurio
Al espantapájaros no le importa el… más bien lo hastía su obligación g… y además se siente desolado con su sombrero roto y sus andrajo… al espantapájaros no le importan l…
No te quedes inmóvil al borde del camino no congeles el júbilo no te salves ahora ni nunca
De todos los laberintos el mejor es el que no conduce a nada y ni siquiera va sembrando indicio… ya que aquellos otros esos pocos que llevan a alguna par…
El hecho de ser la única mujer entre seis hermanos me había mantenido siempre en un casillero especial de la familia. Mis hermanos me tenían (todavía me tienen) afecto, pero se ponían b...
En aquel otro exilio me sentí extranjero hasta que llegó la manifestación y me vi caminando
El sol pesa menos que una sombra en pena La luna se esconde la tarde se enmienda el sol pesa menos
Si estaremos curados de espanto si habremos barajado salmodias con… sepultado alegrías conjeturas deli… en el descalabro y en el camposant… si habremos añorado nuestras azote…
¿Qué remoto corpúsculo de amor se abrirá paso entre las fobias de… ¿llegará como pájaro aterido? ¿como nube moribunda de lluvia? ¿como rayo sin trueno?
Señor que no me mira mire un poco yo tengo una pobreza para usté limpia nuevita
Prohibidos los silencios y los gri… las minifaldas y los sindicatos artigas y gardel la oreja en radio habana el pelo largo la condena corta
Aliiiirio. Aliiiirio Bengoa. Demasiado clamor para ser escuchado a las siete y media de la mañana. Pero allí está el hombre, agitando los brazos desde la vereda de enfrente y gritando A...