#EscritoresUruguayos #SigloXX #SigloXXI #1973 #LetrasDeEmergencia
En las pausas insomnes en los ojos glaciales en el gesto ritual de la amenaza el vocero del odio estrena sus eni… hinca roedor sus dientes en el hum…
Un tal Lázaro Vélez se incorporó en su tumba, se despojó lentamente de su sudario, abandonó el camposanto y empezó a caminar en dirección a su casa. A medida que iba siendo reconocido, ...
—Esta mañana—dijo el profesor—haremos un ejercicio de zoomiótica. Ustedes ya conocen que en el lenguaje popular hay muchos dichos, frases hechas, lugares comunes, etcétera, que incluyen...
Lo que conoces es tan poco lo que conoces de mí lo que conoces
Una de las lamentables carencias de información que han padecido los hombres y mujeres de todas las épocas se relaciona con el sexo de los ángeles. El dato, nunca confirmado, de que los...
Era un vampiro que sorbía agua por las noches y por las madrugada… al mediodía y en la cena. Era abstemio de sangre y por eso el bochorno
Bajé al mercado y traje tomates diarios aguacero endivias y envidias gambas grupas y amenes
Ésta debe ser la trigésima despedida. Es un trámite que Fernando Varengo conoce de sobra. Como testigo, claro; no como viajero. Asistir a la normal y apasionada discusión de Migue...
La noche en que colocan a Osvaldo (tres años recién cumplidos) por primera vez frente a un televisor (se exhibe un drama británico de hondas resonancias), queda hipnotizado, la boca ent...
Ché banquero gobernante mírá que la historia es terca y está vez sí se te acerca la obligación del espiante andá haciendo el equipaje
Éste es el epicentro del insomnio… la luna que atraviesa las persiana… pone rejas en la pared del sur / el cielo raso está desvanecido repaso los centímetros del día
La tristeza del mundo es decir mi tristeza empezó hace treinta años en una noche hueca. Por entonces los ángeles
Cuando Mambrú se fue a la guerra, llevaba una almohadilla y un tirabuzón. La almohadilla para descansar después de las batallas y el tirabuzón para descorchar las efímeras victorias. T...
La rosa de oro no se marchita ni tiene aroma el cielo ajeno que te envenena
Mujer estatua / tu historia azul verde malva roja quedó blanca de congoja extenuada y sin memoria mujer estatua / por suerte