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La garcita campesina polainas de tierra y alitas de harina. Pañuelo al viento se ve la garza.
Tiene la vaca bermeja un ternerito de nata. Se lo encontró en el corral un jueves por la mañana. Quiso llevarlo a pasear
Miniatura marinera, filigrana de madera, ámbar, jade verdemar. Caballito de sal fina, bailarín, aguamarina,
Prende tus luces cocuyo de marzo: esta es la noche de hablar con el gallo. Compartiremos
En un caracol rosado de la playa de Girón sobre el nácar hay grabado: “¡Cada cubano un soldado; cada soldado un león!”
Volando sobre el Moncada un zunzuncito llegó; lo saludó con su vuelo, volando se despidió. A la sierra fue el zunzún,
En el río San Juan vive un pececito que aprende a nadar. Sobre el Yumirí —iris diminuto—
Torito camagüeyano y de la sabana rey, he venido de muy lejos queriéndote conocer. Debajo del algarrobo
En su casa de hojas despierta el pájaro porque, anunciado el día, se entona el gallo. Canta seguido,
¡Limón, limón! Limón agrio, limón criollo, limón dulce, limón chino,
¡Tilín! ¡Tilán! Campana de oro de la mañana. ¡Tilín!
Le doy al niño de Chile la nueva patria que tengo: limpia y olorosa a limpio, patria dispuesta a quererlo como me quiere ella a mí,
Subes a la portada, ¡quiquiriquí! entusiasmado cantas, ¡cucurucú! Veo tu pico amarillo,
¿Has visto a la mariposa danzando sobre el rosal para saludar la rosa...? ¿O los vuelos del zunzún alrededor de las flores
La Sierra Maestra ¡tan alta, tan grande! ¡tan brava, tan bella! De roca para el tirano; para el patriota, de miel.