De una recia calentura, de un amoroso accidente, con el frío de los celos Belardo estaba a la muerte. Pensando estaba en la causa,

Pobre barquilla mía, entre peñascos rota, sin velas desvelada, y entre las olas sola: ¿Adónde vas perdida?

Por las ondas del mar de unos cabe… un barco de marfil pasaba un día que, humillando sus olas, deshacía los crespos lazos que formaban de… iba el Amor en él cogiendo en ello…

Versos de amor, conceptos esparcid… engendrados del alma en mis cuidad… partos de mis sentidos abrasados, con más dolor que libertad nacidos… expósitos al mundo, en que perdido…

Cuando en mis manos, Rey eterno,… y la cándida víctima levanto, de mi atrevida indignidad me espan… y la piedad de vuestro pecho admir… Tal vez el alma con temor retiro,

¡Cuántas veces, Señor, me habéis… y cuántas con vergüenza he respond… desnudo como Adán, aunque vestido de las hojas del árbol del pecado! Seguí mil veces vuestro pie sagrad…

Pasando el mar el engañoso toro, volviendo la cerviz, el pie besaba de la llorosa ninfa, que miraba perdido de las ropas el decoro. Entre las aguas y las hebras de or…

Dulce Señor, mis vanos pensamient… fundados en el viento me acometen, pero por más que mi quietud inquie… no podrán derribar tus fundamentos… No porque de mi parte mis intentos

7 Éstos los sauces son y ésta la fue… los montes éstos, y ésta la ribera donde vi de mi sol la vez primera los bellos ojos, la serena frente.

Hermosas alamedas deste prado florido por donde entrar el sol pretende e… fuentes puras y ledas, que con manso rüido

Cayó la torre que en el viento hac… mis altos pensamientos castigados, que yacen por el suelo derribados cuando con sus extremos competían. Atrevidos al sol llegar querían,

—Boscán, tarde llegamos —¿Hay pos… —Llamad desde la posta, Garcilaso… —¿Quién es? —Dos caballeros del P… —No hay donde nocturnar palestra a… —No entiendo lo que dice la criada…

Érase el mes de más hermosos días, y por quien más los campos entreti… señora, cuando os vi, para que pen… tantas necias de Amor filaterías. Imposibles esperan mis porfías,

Vengada la hermosa Filis de los agravios de Fabio a verle viene al aldea enfermo de desengaños. A ruego de los pastores

Con nuevos lazos, como el mismo A… hallé en cabello a mi Lucinda un d… tan hermosa, que al cielo parecía en la risa del alba, abriendo el p… Vino un aire sutil, y desatólo