#EscritoresEspañoles #EscritoresMadrileños #SigloXVI #SigloXVII
Deseando estar dentro de vos propi… Lucinda, para ver si soy querido, miré ese rostro que del cielo ha s… con estrellas y sol natural copia; y conociendo su bajeza impropia,
Érase el mes de más hermosos días, y por quien más los campos entreti… señora, cuando os vi, para que pen… tantas necias de Amor filaterías. Imposibles esperan mis porfías,
Cuelga sangriento de la cama al su… el hombro diestro del feroz tirano… que opuesto al muro de Betulia en… despidió contra sí rayos al cielo. Revuelto con el ansia el rojo velo
Picó atrevido un átomo viviente los blancos pechos de Leonor hermo… granate en perlas, arador en rosa, breve lunar del invisible diente. Ella dos puntas de marfil luciente…
Gaspar, si enfermo está mi bien, d… que yo tengo de amor el alma enfer… y en esta soledad desierta y yerma… lo que sabéis que paso persuadilde… Y para que el rigor temple, advert…
Yo pagaré con lágrimas la risa que tuve en la verdura de mis años… pues con tan declarados desengaños el tiempo, Elisio, de mi error me… «Hasta la muerte» en la corteza li…
«—Mira, Zaide, que te digo que no pases por mi calle, no hables con mis mujeres, ni con mis cautivos trates, no preguntes en qué entiendo
Lucinda, yo me siento arder, y sig… el sol que deste incendio causa el… que porque no me encuentre el dese… tengo al engaño por eterno amigo. Siento el error, no siento lo que…
Después que acabó Belardo de distribuir sus bienes, estando presente Filis por cuya causa padece, mandó que su testamento
Pasé la mar cuando creyó mi engaño que en él mi antiguo fuego se temp… mudé mi natural, porque mudara naturaleza el uso, y curso el daño… En otro cielo, en otro reino extra…
Rota barquilla mía, que arrojada de tanta envidia y amistad fingida… de mi paciencia por el mar regida con remos de mi pluma y de mi espa… una sin corte y otra mal cortada,
En una playa amena, a quien el Turia perlas ofrecía de su menuda arena, y el mar de España de cristal cubr… Belisa estaba a solas,
Si fuera de mi amor verdad el fueg… él caminara a tu divina esfera; pero es cometa que corrió ligera con resplandor que se deshizo lueg… ¡Qué deseoso de tus brazos llego
Esta cabeza, cuando viva, tuvo sobre la arquitectura destos hueso… carne y cabellos, por quien fueron… los ojos que mirándola detuvo. Aquí la rosa de la boca estuvo,
Juanilla, por tus pies andan perdi… más poetas que bancos, aunque hay… que tus paños lavando entre unos c… oscureció su nieve a los tendidos. Virgilio no los tiene tan medidos,