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Con sus pichones la codorniz a la sabana viene a dormir. Un perro ladra
Sobre el mar hay una barca, sobre la barca un barquero, sobre el barquero
Escóndete, caracol: no asomes tus cuernos largos. Cuando salgas de paseo no saludes a los pájaros, ni con otro caracol
En su casa de hojas despierta el pájaro porque, anunciado el día, se entona el gallo. Canta seguido,
Le doy al niño de Chile la nueva patria que tengo: limpia y olorosa a limpio, patria dispuesta a quererlo como me quiere ella a mí,
En el mar se ve a Camilo sobre un caballo lucero; viene al frente de la tropa, de capitán del recuerdo. Trae ejércitos de rosas,
La Sierra Maestra ¡tan alta, tan grande! ¡tan brava, tan bella! De roca para el tirano; para el patriota, de miel.
Subes a la portada, ¡quiquiriquí! entusiasmado cantas, ¡cucurucú! Veo tu pico amarillo,
En primavera, nidos y flores. En el verano, lo aguaceros. En el otoño, las hojas secas. Los aguinaldos en el invierno.
Camarada del sapo, del río hermana, amiga de la piedra, nieta del agua. Nieta del agua
¡Limón, limón! Limón agrio, limón criollo, limón dulce, limón chino,
De parte del aguacero que cubran con un paraguas al retoño del almendro. El coralillo rosado debe prestar atención:
Mi papalote, ¡qué lindo mi papalote! Vuela y vuela como un pájaro mi papalote. Un pájaro de papel
La garcita campesina polainas de tierra y alitas de harina. Pañuelo al viento se ve la garza.
En el río San Juan vive un pececito que aprende a nadar. Sobre el Yumirí —iris diminuto—