#EscritoresUruguayos #SigloXX #SigloXXI #1973 #LetrasDeEmergencia
Por lo menos habían transcurrido quince años sin que Ignacio supiera nada de Martín o de Alfonso. Nada, de modo directo, claro, ya que indirectamente le habían llegado esporádicas refer...
Qué suerte haber vivido para traer conmigo la confianza la eternidad caduca la infancia sin aurora la penitencia que es un oropel
El olvido no es victoria sobre el mal ni sobre nada y si es la forma velada de burlarse de la historia para eso está la memoria
Las calles están muertas padecidas la soledad se atreve al resplandor alguien sabe quién es pero lo ocul… no sólo las gargantas tienen rejas la primavera a veces huele a invie…
Nunca he podido confirmarlo, pero dicen que en plena guerra de las Malvinas le preguntaron a Borges qué solución se le ocurría para el conflicto, y él, con su sorna metafísica de siempr...
Ellos saben si soy o si no soy, ellos abren la puerta y dicen: «Pa… miran y relativamente son felices, endosan el destino como un cheque y eructan, aquíescentes, sin provo…
Estuvimos en epidauros veinticinco… y también escuchamos desde las más… el rasgueo del fósforo que allá ab… encendía la guía la misma gordita que entre templo y templete
Cuando me confiscaron la palabra y me quitaron hasta el horizonte cuando salí silvando despacito y hasta hice bromas con el funcion… de emigración o desintegración
Prohibidos los silencios y los gri… las minifaldas y los sindicatos artigas y gardel la oreja en radio habana el pelo largo la condena corta
La calumnia como hiroshima de bols… el desierto como adversario unánim… el silencio como razón de estado la hipocresía como recoveco de la… el desamor como metáfora de fuego
Este regreso no era obligatorio sin embargo la mano encuentra su cuchara el paso su baldosa el corazón su golpe de madera
A sus treinta y cinco años, Ileana Márquez tenía marido (Dámaso) y amante (Marcos). Saberse querida, o al menos deseada por ambos, no le causaba la menor ansiedad, más bien le otorgaba ...
Voy a cerrar los ojos en voz baja voy a meterme a tientas en el sueñ… En este instante el odio no trabaj… para la muerte que es su pobre due… la voluntad suspende su latido
Bébete un tentempié pero sentada arrímate a tu sol si eres satélite usa tus esperanzas como un sable desmundízate a ciegas o descálzate desmilágrate ahora / poco a poco
Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta un charco era un océano la muerte lisa y llana no existía