¡Alto pinar! Cuatro palomas por el aire van. Cuatro palomas vuelan y tornan. Llevan heridas

La señorita del abanico, va por el puente del fresco río. Los caballeros

Ay voz secreta del amor oscuro ¡ay balido sin lanas! ¡ay herida! ¡ay aguja de hiel, camelia hundida… ¡ay corriente sin mar, ciudad sin… ¡Ay noche inmensa de perfil seguro…

Cien jinetes enlutados, ¿dónde irán, por el cielo yacente del naranjal? Ni a Córdoba ni a Sevilla

Leñador. Córtame la sombra. Líbrame del suplicio de verme sin toronjas. ¿Por qué nací entre espejos?

De los cuatro muleros que van al campo, el de la mula torda, moreno y alto. De los cuatro muleros

El mariquita se peina en su peinador de seda. Los vecinos se sonríen en sus ventanas postreras. El mariquita organiza

Chove en Santiago meu doce amor. Camelia branca do ar brila entebrecida ô sol. Chove en Santiago

He cerrado mi balcón porque no quiero oír el llanto pero por detrás de los grises muro… no se oye otra cosa que el llanto. Hay muy pocos ángeles que canten,

Asesinado por el cielo, entre las formas que van hacia la… y las formas que buscan el cristal… dejaré caer mis cabellos. Con el árbol de muñones que no can…

Yo me alivié a un pino verde por ver si la divisaba, y sólo divisé el polvo del coche que la llevaba. Anda jaleo, jaleo:

Todas las tardes en Granada, todas las tardes se muere un niño. Todas las tardes el agua se sienta a conversar con sus amigos. Los muertos llevan alas de musgo.

Cuatro granados tiene tu huerto. (Toma mi corazón nuevo.) Cuatro cipreses

Duérmete, niñito mío, que tu madre no está en casa; que se la llevó la Virgen de compañera a su casa.