Yo decía: “Tarde” Pero no era así. La tarde era otra cosa que ya se había marchado. (Y la luz encogía

Los cien enamorados duermen para siempre bajo la tierra seca. Andalucía tiene largos caminos rojos.

La cruz. (Punto final del camino.) Se mira en la acequia. (Puntos suspensivos.)

Con todo el yeso de los malos campos eras junco de amor, jazmín mojado. Con sur y llama de los malos cielos

En lo alto de aquel monte hay un arbolillo verde. Pastor que vas, pastor que vienes. Olivares soñolientos

Verde rama exenta de ritmo y de pájaro. Eco de sollozo sin dolor ni labio. Hombre y Bosque.

Se tendió la vaca herida; árboles y arroyos trepaban por sus… Su hocico sangraba en el cielo. Su hocico de abejas bajo el bigote lento de la baba.

Rumor. Aunque no quede más que el rumor Aroma. Aunque no quede más que el aroma. Pero arranca de mí el recuerdo

No te conoce el toro ni la higuera… ni caballos ni hormigas de tu casa… No te conoce tu recuerdo mudo porque te has muerto para siempre. No te conoce el lomo de la piedra,

Tierra Las niñas de la brisa van con sus largas colas. Cielo Los mancebos del aire