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—¡Hola, Pinocho!, ¿qué haces ahí? —Busco una joya que ayer perdí. —Dime, Pinocho, ¿que joya?, di. —Un pedacito de mi nariz.
De parte del aguacero que cubran con un paraguas al retoño del almendro. El coralillo rosado debe prestar atención:
¡Del monte cubano vengo, del monte cubano soy! Pinipiní Guásima baría, júcaro amarillo,
Porque no saben quererte me dicen que eres muy fea. Duerme... Duerme... Duerme, que te coge el gato y las tijeras muerden.
En el pozo viejo el sapo se baña; la luna, traviesa, se mete en el agua. En el pozo nuevo
En un caracol rosado de la playa de Girón sobre el nácar hay grabado: “¡Cada cubano un soldado; cada soldado un león!”
En la casa que recuerdo, en la casa, entre el naranjal y el cielo: plátano indio, plátano congo,
Escóndete, caracol: no asomes tus cuernos largos. Cuando salgas de paseo no saludes a los pájaros, ni con otro caracol
Sobre el mar hay una barca, sobre la barca un barquero, sobre el barquero
¡Que ruede la rueda de pan y canela! Que llegue al campo, que busque el trigo, que diga al agua
Le doy al niño de Chile la nueva patria que tengo: limpia y olorosa a limpio, patria dispuesta a quererlo como me quiere ella a mí,
¡Jey, vaya, toro, con el arreo! Los toros toros, sus cuernos cuernos, en el camino
El caballo negro iba por un trillo: cada paso suyo bordaba el camino. El caballo ruano
Cuenta la estrella Polar que el puerto de Cabañas, los pescadores cubanos la nombraron capitana. Velero con altas velas
Aserrín Aserrán. Puñadito de violetas, limoncito verdemar, anillito de corales.