#Españoles #Generación27 #Madrileños #SigloXX #1933 #LaVozATiDebida
Y ahora, aquí está frente a mí. Tantas luchas que ha costado, tantos afanes en vela, tantos bordes de fracaso junto a este esplendor sereno
¡Qué cruce en tu muñeca del tiempo contra el tiempo! Reló, frío, enroscado, acechador, espera el paso de tu sangre
No, no te quieren, no. Tú sí que estás queriendo. El amor que te sobra se lo reparten seres y cosas que tú miras,
Ha sido, ocurrió, es verdad. Fue en un día, fue una fecha que le marca tiempo al tiempo. Fue en un lugar que yo veo. Sus pies pisaban el suelo
Entre tu verdad más honda y yo me pones siempre tus besos. La presiento, cerca ya, la deseo, no la alcanzo;
¡Ay, cuántas cosas perdidas que no se perdieron nunca! todas las guardabas tú. Menudos granos de tiempo, que un día se llevó el aire.
¡Qué de pesos inmensos, órbitas celestiales, se apoyan —maravilla, milagro—, en aires, en ausencias,
Distánciamela, espejo; trastorna su tamaño. A ella, que llena el mundo, hazla menuda, mínima. Que quepa en monosílabos,
¿Y si no fueran las sombras sombras? ¿Si las sombras fueran —yo las estrecho, las beso, me palpitan encendidas entre los brazos—
Anoche se me ha perdido en la arena de la playa un recuerdo dorado, viejo y menudo como un granito de arena.
Cuántas veces he estado —espía del silencioesperando unas letras, una voz. (Ya sabidas. Yo las sabía, sí,
No quiero que te vayas dolor, última forma de amar. Me estoy sintiendo vivir cuando me dueles no en ti, ni aquí, más lejos:
Ahí, detrás de la risa, ya no se te conoce. Vas y vienes, resbalas por un mundo de valses helados, cuesta abajo;
En los extremos estás de ti, por ellos te busco. Amarte: ¡qué ir y venir a ti misma de ti misma! Para dar contigo, cerca,
Te busqué por la duda: no te encontraba nunca. Me fui a tu encuentro por el dolor. Tú no venías por allí.