Pvbr

El Mascota

Niños de la guerra

Me dijeron que quizás tenías 13 años
Eras un huérfano encontrado en una comarca de tantas que hay en esa linda y fría Jinotega
Llegaste donde el gran jefe del RIMA, un Chaparro que tenía la vida de 300 bajo sus órdenes..
No nada que ver con Ulises, eran 300 jóvenes que debian estar en secundaria o en la universidad y no en una guerra fraticida.
Le pediste comida  y te dio ropa... ropa que te quedaba tan grande que le hiciste reír.
Y te dió tu nombre de guerra El Mascota, te dijo que serias su mano derecha.
Quizás ese Capi tenía hijos o quizás no, pero él se reía a diario contigo, de tu inocencia valiente, olvidó tu niñez perdida por vivir en zona de guerra.
Olvidó que estabas sólo porque la guerra mató a tus padres.
Y pasaron mil anécdotas y tu queriendo ser parte de algo dejabas que rieran de ti.
No fuiste a la escuela por lo que tú lenguaje lo mejoraste con las sandeces que te enseñaban.
Pero seguías siendo un niño, no te importaba ir de punta de lanza a la cabeza de la compañia buscando contras.
Y en tu inocencia se te olvidaba que había guerra y te adelantaba a los caseríos a buscar tortillas y cuajada para el jefe. A sorprender a la gente de verte más pequeño que el arma que cargabas
El 2 de noviembre de 1987 yo entraba a ese Batallón, mis nervios y mi incertidumbre sobre si sobreviviría a ese conflicto, que nada tenía que ver conmigo.
Ese día el batallon bajaba para abastecerse y entregar los cuerpos putrefactos  de tres jóvenes.
Supe de tu historia, nunca tu nombre, tú eras uno de los tres muerto por la inocencia de buscar comida para el jefe.
Te mataron en la entrada donde sonaba el palmoteo de las mujeres que habían las tortillas; cuando te asomaste a preguntar si te venderían, recibiste una ráfaga mortal.
Tu jefe salió en desbandada igual que toda la plana mayor, fue un combate en unos jaraguas muy altos.
Duró muy poco el combate, pero tu recuerdo se contó durante los 9 meses que estuve ahí, aún ahora lo escribo para que nadie se olvide del niño huérfano bautizado como El Mascota,  el que arrastraba el AK  y para el que  nunca hubo uniforme a su medida porque era un niño.
Un niño que no debía estar ahí.
Dios te guarde niño, para mi eres un mártir más.
Inhumanos gobernantes, estupidez total, los hijos de la patria convertidos en carne de cañón.
La perversión  total del poder, hay que llenar la cuota de sangre, mientras no sea la sangre del que detenta el poder, ni de su familia.

PVBR 11 de agosto 2020
El Mascota
Batallón Ligero Cazador (BLC)
Ricardo Morales Avilez (RIMA)

Otras obras de Pvbr...



Arriba