Noche oscura: principio.
¡Malamente pensaba!, realmente confundido, descanso en ningún lado hallaba, pero allá oscurecido tu fuego estaba;
Bonita en ti siempre pienso… ojos tan bellos y dulces, no sabes ¡cómo los sueño! inigualable numen: temiendo no verte, pierdo;
Miro cuantas prisas cargo, con tanto despertar y aún más por comenzar, aquí ando deambulando, verdadero amor buscando,
1. La ironía del fuego, pesar de aquella sufrida niñez, consumida en el ego, hecatombe e idiotez, antítesis de libre sencillez.
Paciente en tu morada, confundido de verdad, entre tanta ambigüedad, si empuño yo tu espada, de lleno voy a la batalla.
Que el tiempo nos enseñe, nos cuide, nos proteja; nuestro bello amor crezca y por nada perezca. Que el tiempo se apiade,
Antes feliz en tu presencia, corazón contrito lloraba, en amor eterno gozaba, sin ver alguna decadencia. Ahora existo sin vivir,
El secreto de la vida está en el simple amor, el cuidado del cuerpo, guardando el corazón. También está en la lectura,
¡Pequeña consentida! que llama mami a mi abuelita, eres un torbellino de amor y sonrisas, te adoro sobrina favorita.
Quédate un poco quieto, con ímpetu y parsimonia, escucharas al viento, pero pon mucha atención, que es un ilustre maestro,
Hoy me puse caprichoso, entendí qué es el ritmo: a los versos da buen tino, a mí me hace dichoso y al ego orgulloso.
¿Qué sientes alma mía? cuéntame por qué sufres: te veo ansiosa, decaída. ¿Qué causa tu derrumbe? ¿Son amores que pereces?
Divino maestro: agrieta mi vida y supere el límite, conóceme todo, tenme en tus manos,
Padre deseo estar contigo, de rodillas ante ti, disfrutando tu presencia, maravillado en vivir. Y este deseo flamante,
Dios infinito te ama, no le importan tus males y pecados… solamente tu calma, que arda en ti su llama y así, manso se torne el asno.