¿Cómo expando tu reino
a mi hermano el pobre,
que todo ha perdido
y de ti se ha ofendido?
Si tu me has consentido
y todo me has dado,
me educaste príncipe
y nada me ha faltado,
Quién soy yo, un pecador,
para compartir tu amor,
si no he conocido nada
más, que tu dulce fervor,
A tus hijos bendice
y tu gracia derrama,
ya que ellos te aman;
sin saber percibirte.